Mercedes-Benz GLA 2020

19 diciembre, 2019
J. ROBREDO
Ahora mucho más SUV

La marca alemana renovará por completo en 2020 el Mercedes-Benz GLA, su SUV compacto ligero que sustituye al inicial de 2013, someramente reestilizado en 2017, y que con más de un millón de unidades ha supuesto un considerable éxito para la marca.

Esta segunda generación cambia bastante su línea, sobre todo porque gana mucho en altura y se aleja de la imagen próxima a la Clase A. Estéticamente mantiene la pauta conocida en el primer GLA, con voladizos cortos, pasos de rueda reforzados y muchos elementos comunes con la actual Clase A de Mercedes, aunque con mayor sensación de altura y que, sin dejar de ser un SUV urbano, es ahora más todo camino que antes para complacer a una clientela más sofisticada y exigente.

El interior es muy similar al del Clase A, con salidas de aire tipo turbina, su misma disposición de cuadro digital y pantalla multimedia conjuntas, y tres formatos para ambas; o bien las dos iguales de 7”, o el cuadro de 7” y la pantalla de 10,3”, o bien las dos de 10,3”. De serie trae el sistema multimedia MBUX (Mercedes Benz User Experience), presente en el Clase A, con todas sus posibilidades de personalización y activación por reconocimiento de voz.

En cuanto al esquema de suspensiones, el eje delantero del nuevo GLA emplea una suspensión de tipo MacPherson con guiado de cada rueda mediante un brazo transversal de aluminio situado por debajo del centro de rueda. Mientras, el tren trasero emplea un sofisticado eje de cuatro brazos (tres brazos transversales y otro longitudinal) que aseguran cotas máximas de estabilidad y confort, así como alto dinamismo longitudinal y transversal. El eje trasero se sustenta sobre un portaeje desacoplado de la carrocería por medio de apoyos de goma, transmitiendo menos vibraciones y ruidos a la carrocería.

El ancho de vía ha crecido en 4,6 cm en comparación con el antecesor, a una cota de 1.605 y 1.606 milímetros respectivamente (delante/detrás). La suspensión más holgada y el mayor diámetro de las llantas, disponibles en formatos de 17 a 20 pulgadas, conducen a un aumento de la altura libre sobre el suelo (143 mm/+9 mm).

Mercedes-Benz GLA 2020: mejoras en habitabilidad

El nuevo Mercedes-Benz GLA es ahora 10,4 cm más alto (1,61 m) y casi igual de largo (1,4 cm más corto, con 4,41 m de longitud), ganando 3 cm en anchura (1,83 m). De este modo ofrece más altura hasta el techo en las plazas delanteras (+2,2 cm) y más espacio para piernas en los asientos traseros, gracias al aumento de 3 cm en su distancia entre ejes (2,73 m).

Según la marca, la habitabilidad ha mejorado mucho, especialmente en anchura interior (3 cm delante y más de 4 cm detrás, cuyos ocupantes ganan 11,6 cm en espacio para piernas) y curiosamente no en altura libre al techo, que pierde 0,6 cm en las plazas traseras pese a que el coche es ahora 10 cm más alto. En todo caso, si el anterior GLA mantenía al volante una posición de conducción muy similar al del Clase A turismo, este nuevo GLA se acerca más a la de un SUV, con los asientos delanteros sobreelevados (van 14 cm más altos que el actual Clase A) y mejor visibilidad exterior gracias a unos pilares A y B más finos y una mayor superficie acristalada.

La funcionalidad ha sido algo más cuidada, y lo mismo que sucede en los Clase B y GLB, los asientos traseros disponen en opción de ajuste longitudinal variable, con hasta 14 cm de desplazamiento, teniendo de serie sus respaldos abatibles en proporción 40:20:40 y regulables en inclinación (con ajuste longitudinal variable los respaldos se pliegan en formato 60/40).

El maletero cuenta ahora con ahora 435 litros de capacidad (gana 14 litros) y tiene una bandeja de separación que permite dividirlo en dos alturas. En realidad apenas aumenta su volumen ya que su pequeña ganancia se debe principalmente a la posibilidad del ajuste de inclinación de los respaldos traseros (los 435 litros se obtienen con ellos en la posición más vertical), aunque gana 2,7 cm en profundidad y 8,5 cm en anchura.

Mercedes-Benz GLA 2020: más SUV que antes

Fabricado en la planta alemana de Mercedes-Benz en Rastatt y en la francesa de Hambach (la ex Smart, junto a la frontera germana), este nuevo Mercedes-Benz GLA gana en aptitudes fuera del asfalto, lo que que pierde en carretera con una aerodinámica algo peor (Cx mínimo de 0,28) y el paquete técnico “Offroad” añadido si se eligen las versiones con tracción total (4Matic). De todos modos su altura libre al suelo sigue siendo escasa para un verdadero SUV (sólo 14,5 cm, 9 mm más que antes con la suspensión normal pero 2 cm menos que con la opcional “Offroad” -16,5 cm- que aún no se sabe si seguirá disponible en esta segunda generación GLA (es de suponer que sí), lo mismo que sus trenes rodante, con ruedas de 17” a 20” y perfiles demasiado bajos (de 40 a 55) para un auténtico uso en tierra.

Lo que sí sabemos del paquete “Offroad” es que junto con la tracción total, incluye un modo de conducción específico adicional para fuera del asfalto, que actúa tanto sobre la tracción como sobre la respuesta del motor, el funcionamiento del ABS, la iluminación de los faros de diodos (caso de que sean los matriciales LED Multibeam opcionales), control de descensos progamable en velocidad (entre 2 y 18 km/h) y hasta un menú específico multimedia con la animación del vehículo en tiempo real y datos como la inclinación de la carrocería, orientación del vehículo, etc.

La tracción total 4Matic opcional distribuye el par entre ambos ejes de forma automática por control electrónico a través de un embrague multidisco, ahora de transmisión electromecánica y no hidráulica como antes. El reparto del par es variable, oscilando en función de factores como giro del motor, demanda de aceleración y las pérdidas de tracción. También afecta el modo de conducción elegido; así en los Eco y Comfort el par motriz va sobre todo al eje delantero (80%) con sólo un 20% para el trasero; en el modo Sport ya es del 70/30, y en el Off-road la distribución es fija al 50 % entre ambos ejes.

Mercedes-Benz GLA 2020: propulsores conocidos de la gama compacta

En el apartado mecánico, y a la espera de que Mercedes amplíe la oferta de versiones, sólo hay de momento dos en gasolina: el nivel básico de acceso y el superdeportivo AMG. El primero corre a cargo del motor con 1,33 litros de cilindrada (el M 282 de origen común con Renault) ya incorporado en el GLA 200, que con 163 CV de potencia y dotado de desconexión selectiva de cilindros anuncia un consumo mixto de 5,6 a 5,9 l/100 km (de 129 a 135 g/km de CO2) con cambio automático de doble embrague 7G-DCT de 7 relaciones. Este propulsor desarrolla 25,5 mkg de par máximo entre 1.620 y 4.000 rpm, con unas prestaciones de 210 km/h de velocidad punta y 8,7 segundos en el 0-100 km/h.

La segunda versión ofertada es la deportiva Mercedes-AMG GLA 35 4Matic, justo en el polo opuesto, ya que está dotado del motor 2.0 biturbo de gasolina que anuncia 306 CV y 40,8 mkg de par entre 3.000 y 4.000 rpm. Integra de serie la tracción total 4Matic y el cambio automático deportivo Speedshift DCT AMG 8G de 8 marchas, subiendo su rendimiento a 250 km/h de velocidad máxima autolimitada y la aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 5,1 segundos. Su consumo oficial combinado es de 7,4-7,5 l/100 km (170/171 g/km de CO2).

Más adelante llegarán más versiones tanto diésel como gasolina, y también habrá una versión híbrida enchufable, (probablemente con la misma cadena motriz de los Clase A y Clase B 250 e). En todo caso todos los motores serán de 4 cilindros, inyección directa y turbocomprimidos, y esta oferta de un AMG GLA 35 parece dejar la puerta abierta a otro posterior AMG GLA 45, aún más potente.

Mercedes-Benz GLA 2020: con nuevas ayudas a la conducción

En cuanto a su equipamiento, en materia de ayudas a la conducción cuenta con las más recientes de Mercedes, como el aviso por presencia de vehículos en el ángulo muerto (capaz de variar la trayectoria) o el control de crucero activo que no sólo ajusta la velocidad en función de la distancia al vehículo precedente, sino que también computa otros datos como la proximidad a una curva o rotonda, por ejemplo, con la información suministrada por el navegador.

También cuenta con otros más comunes como la frenada automática de emergencia (que ahora puede reaccionar en situaciones de emergencia si el conductor no lo hace, iniciando un frenado autónomo para evitar una colisión o, al menos, para reducir su gravedad), el aviso de mantenimiento de carril (activo), y los englobados dentro del paquete de asistencia a la conducción, con las funciones de girar, la de corredor de emergencia, el aviso al salir del vehículo por proximidad de ciclistas u otros vehículos, reconocimiento de proximidad de personas en pasos de peatones, etc.

Como curiosidad, entre las nuevas funciones del GLA hay una (ya estrenada hace poco en el SUV grande de la marca, el GLS) específica para túneles de lavado, que pliega los retrovisores exteriores, cierra ventanillas y techo practicable (caso de llevarlo), y desactiva el modo automático de los limpiaparabrisas. Además, activa la recirculación interior del aire y muestra la imagen que graban las cámaras exteriores en la pantalla del sistema multimedia para ayudar al conductor a introducir el vehículo en el túnel.

Con este nuevo Mercedes-Benz GLA que llegará al mercado la próxima primavera, son ya ocho los modelos de su gama compacta a partir de la plataforma del nuevo Clase A, englobando las carrocerías berlina 5 puertas, Sedán, Sedán alargado (China), Clase B, CLA, CLA Shooting Brake y GLB.

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