J. ROBREDO
El mini SUV urbano híbrido más astuto
A FAVOR | EN CONTRA |
Funcionalidad y versatilidad | Tipo de transmisión |
Carácter híbrido con etiqueta ECO | Sonoridad elevada |
Consumos urbanos | Neumáticos de 18” (excesivos) |
Equipamiento completo | – |
Elegido por MOTOR MUNDIAL como el SUV Urbano del Año 2022, la verdad es que el nuevo Yaris Cross de Toyota ofrece una versatilidad de uso sorprendente, con un diseño muy original y atractivo, el encanto de su carácter híbrido autorrecargable, con el menor consumo en su categoría y un tamaño contenido (menos de 4,2 m de largo) que le permite servir de coche para todo, al tiempo que puede hacer pinitos de todo camino (pero con cuidado).

Probado en la versión Style (26.625 euros de precio oficial con descuentos) nos ha parecido un mini SUV urbano realmente polivalente, capaz de sustituir a un turismo de su clase ofreciendo sus mismas ventajas más las propias de un “crossover” de moda, con su tecnología propia híbrida, bien equipado y buen rendimiento.
Fabricado en Europa (en la planta de Toyota en Onnaing, cerca de Valenciennes, al norte de Francia), este Toyota Yaris Cross Hybrid aprovecha la experiencia de la marca en modelos utilitarios y compactos. Está basado en la plataforma modular GA-B para coches pequeños estrenada por el nuevo Yaris de cuarta generación, con el que supera el 8% de cuota de mercado del segmento B-SUV (los pequeños SUV urbanos), con una producción de 150.000 unidades anuales, de modo que junto al Yaris normal llegue a sumar un tercio de las ventas europeas de la marca nipona. ¡Un gran éxito del marketing de Toyota!

Toyota Yaris Cross : Un encanto especial
El Toyota Yaris Cross es un híbrido convencional no enchufable de tracción delantera, aunque también hay una versión de tracción total denominada Adventure con un segundo motor eléctrico sobre el eje posterior, para convertirse así en un auténtico 4×4 (que la marca denomina AWD-i), sin ningún árbol de conexión entre ambos ejes y que con pocos retoques (más altura libre al suelo, etc.) permite ofrecer una gama mini SUV con tracción 4×2 ó 4×4 y mecánica híbrida de gasolina y eléctrica.
El motor de gasolina es el tricilíndrico 1.5 de 92 CV (fabricado en Polonia) que aquí se une a un motor eléctrico de 80 CV (59 kW), trabajando a 178 voltios en corriente continua alimentado por una pequeña batería de ion-litio, siendo esta parte eléctrica del coche “made in Japan”.

Sobre el Yaris normal de turismo este Cross mide 4,18 m de largo (24 cm más, a base de estirar sus voladizos (6 cm más delante y 18 cm más detrás) ya que comparte su misma batalla de 2,56 m. Su altura libre al suelo sube a 17 cm (3 cm más) para facilitar su uso “off road”, ganando 2 cm más de ancho (1,77 m) y 9 cm más de alto (1,56 m) sobre el Yaris berlina.
El frontal presenta unos faros altos y afilados, parrilla central al estilo de los últimos Toyota y un diseño más cúbico, con paragolpes macizos, aberturas verticales en las esquinas (con los faros antiniebla o de luz diurna abajo) y protectores oscuros cuadrangulares a contraste en pasos de rueda y bajos de caja. La zaga destaca por sus anchos guardabarros y los grupos ópticos horizontales, con una luna trasera que revela su aire de familia con el Yaris, pero con un portón trasero, más amplio y cuadrado. El tren rodante monta llantas de aleación de 18 pulgadas, calzadas con neumáticos de 215/50 R18 (Goodyear EfficientGrip en nuestro caso).

El interior es como el del Yaris, con un salpicadero similar y distintos paneles de puertas, junto a un puesto de conducción con una consola algo más clásica, sin eliminar el selector de cambio y menos huecos portaobjetos. La funcionalidad domina el conjunto, con un volante multifunción de tres radios, cuadro de instrumentos digital, una pantalla táctil algo pequeña (9 pulgadas) de tipo flotante en el centro y los mandos del climatizador separados, actuando bajo el nuevo sistema multimedia Smart Connect de Toyota, compatible con Android Auto y Apple CarPlay y conectado a Internet para efectuar acciones y consultas a distancia desde un teléfono móvil.
La habitabilidad interior mejora un poco la del Yaris berlina, también en el maletero con 397 litros en las versiones 4×2 y 320 litros en los AWD-i por culpa del sistema de tracción eléctrica trasero, pudiendo llevar portón de apertura eléctrica «manos libres«. Los asientos traseros montan respaldos abatibles en formato 40:20:40, con plegado independiente para aumentar el volumen del maletero hasta los 1.097 litros, pudiendo ofrecer tanto un hueco bajo el suelo o más espacio total para acomodar objetos voluminosos (incorpora el sistema Smart Cargo, para plegar la bandeja del piso del maletero). Bajo del maletero se ubican los triángulos y el kit antipinchazos en un poliexpán, mientras que la boca de carga es más amplia y cuadrada, facilitando el acceso y la carga y descarga.

Mejor equipado
La dotación de seguridad de este Toyota Yaris Cross cuenta con todos los sistemas de seguridad activa del paquete Toyota Safety Sense, incluidos los de seguridad precolisión con detección de vehículos, detección de peatones (día y noche), detección de ciclistas (de día), detección de obstáculos en cruces (vehículos y peatones) y asistencia a la dirección de emergencia, además del control de crucero adaptativo inteligente (desde 0 km/h), lector de señales de tráfico, aviso de cambio involuntario de carril con asistente activo y sistema de mantenimiento de trayectoria y control inteligente de luces de carretera, sistema ADAS de alerta por tráfico cruzado trasero (con frenada automática), etc. a los que se añaden detalles exclusivos como el climatizador bizona, las lunas traseras oscurecidas, el soporte de recarga inalámbrica de móviles, la cámara de visión trasera, etc.
Al volante, se aprecia la mayor altura de los asientos respecto al Yaris berlina (unos 3 cm más, lo que también facilita la entrada y salida del coche y permite dominar mejor las esquinas del vehículo en la conducción urbana). La posición ideal al volante es fácil de ajustar (con su profundidad y altura regulable) así como el asiento ajustable en respaldo y apoyo lumbar, además de longitudinal. Si bien, el pedal del freno está más separado de lo normal, algo a lo que tendremos que acostumbrarnos. Ambos asientos delanteros son cómodos y envolventes, y el ambiente en general es sencillo y funcional, con mandos accesibles y revestimientos en los que domina el plástico de tacto duro (como en el Yaris berlina).

El cuadro recuerda más al del Toyota Corolla que al del Yaris, siendo de fácil lectura con sus indicadores de aguja y su “minidisplay” para los datos del ordenador de viaje, el despliegue de las ayudas a la conducción, reparto del sistema híbrido, sonido… En el habitáculo tenemos diversos huecos portaobjetos, alguno con piso de goma (como el situado delante del selector del cambio que reúne el soporte de recarga inalámbrica de móviles) o el existente bajo los aireadores centrales del salpicadero (que sirve también como soporte de un teléfono móvil, para su uso como navegador).
La guantera cumple sin grandes elogios (cabe lo justo y no tiene luz) y en la fila trasera no tenemos mucho más espacio para piernas que en el Yaris berlina, aunque al ir más verticales cunde más. La anchura entre hombros (1,30 m) tampoco permite alojar tres adultos cómodamente (salvo que sean muy delgados, a lo sumo dos y un niño). Lo mejor es la altura libre al techo, suficiente para que adultos de 1,85/1,90 m de estatura se sienten sin rozarlo con la cabeza…

El acceso para las personas altas no se ve facilitado por unas puertas traseras algo bajas y estrechas y que abren poco (pueden estorbar a la hora de fijar sillas infantiles). Tampoco tenemos aireadores en la miniconsola central, ni tomas USB, ni plafón de luz en el techo, y sobre todo, la banqueta es fija sin ajuste longitudinal variable ni de respaldos.
Toyota Yaris Cross: Mecánica híbrida y con posibilidad de tracción total
Pero sin duda es su motorización híbrida de cuarta generación la que reúne el mayor encanto de un mini SUV como éste, que comparte la misma mecánica híbrida del Yaris berlina, o sea el bloque tricilíndrico delantero de gasolina y 1.490 cc (92 CV y 12,2 mkg) unido a un motor eléctrico de 59 kW (80 CV) y 14,4 mkg, con una potencia total conjunta de 116 CV.

El motor eléctrico (síncrono de imanes permanentes) se alimenta por una batería de ion-litio de 0,76 kW/h de capacidad situada bajo los asientos traseros, mientras que el motor de gasolina de litro y medio trabaja bajo el ciclo Atkinson (por inyección indirecta y 14 a 1 de relación de compresión), estando ambos unidos a una transmisión por engranaje epicicloidal, directa sin embrague, que viene a funcionar como un cambio automático CVT por variador continuo.
El motor 1,5 de gasolina deriva de los 4 cilindros de ciclo Atkinson de 2 y 2,5 litros, de alta compresión y mínimas fricciones internas, a fin de lograr la máxima eficiencia energética (sobre un 40% aprovechable, valor similar e incluso superior al de muchos diésel) y con detalles como su filtro especial de partículas (Nano-E). Toyota anuncia un 10% menos de consumo (5,1 l/100 km y 115 g/km de CO2 bajo el ciclo WLTP) lo que supone un consumo medio real de 4,6 y 5,0 l/100 km, y por supuesto, con derecho tanto en 4×2 como 4×4 a la etiqueta medioambiental ECO.

A la hora de analizar sus prestaciones, conviene sopesar este carácter híbrido más bien utilitario. Toyota anuncia para este Toyota Yaris Cross Hybrid 170 km/h de velocidad punta y 11,2 segundos de 0 a 100 km/h, registros no especialmente brillantes (que se cumplen con la batería cargada al 100%). Nuestras mediciones sitúan su velocidad máxima en torno a los 163 km/h, superando los 12 segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h y los 32 en el km desde parado. No son cronos brillantes para 116 CV, pero hay que tener en cuenta que ni por peso (tonelada y cuarto) ni por aerodinámica estamos ante un coche muy veloz, y menos aún con su transmisión epicicloidal.
Con todo son cifras muy racionales para un mini SUV urbano, que no puede contar con todo su apoyo eléctrico en carretera y autovía (en ciudad sí, donde las frecuentes paradas y arranques ayudan a la recarga de la batería), y donde salvo cuesta abajo es el motor de gasolina el que lleva la voz cantante.

Y con todo eso su consumo es realmente bajo, al menos a cruceros legales, sobre todo si jugamos con la inercia y evitamos los saltos de régimen típicos de esta transmisión, tan similar a las CVT. Los 4,9 litros oficiales cada 100 km pueden incluso rebajarse a 4,7 en ciudad, con una buena carga de batería sostenida por la intermitente circulación urbana. Pero en carretera, a ritmo de paseo estaremos en los 6 l/100 km ó cerca, y en autovía, a nuestros habituales 120/130 km/h de velocímetro (y en trazados de poco relieve) no bajaremos de los 7 ó 7,5 l/100 km, un consumo algo superior al de rivales híbridos como los Renault Captur E-Tech y Hyundai Kona HEV o el gasolina Citroën C3 Aircross PureTech.
Por lo demás, es una mecánica de respuesta suave y progresiva, que pide una conducción adaptada a su peculiar transmisión, que no es amiga de los cambios de régimen, que a menudo se producen con retraso tanto para subir como para bajar de vueltas. Pero en ciudad se muestra muy agradable, y es fácil mantenerse al filo de los 5 litros/100 km sin esfuerzo, circulando a menudo en modo eléctrico, sin cambios de marcha, acelerando lo bastante rápido como para mantenerse cómodamente en el caudal del tráfico y en silencio y sin tirones, pese a las continuas paradas y arranques del motor de gasolina.

Comportamiento: al nivel del Yaris
El Toyota Yaris Cross Hybrid parece haber sido pensado ante todo para el uso urbano, tanto por su recortado tamaño, como por su agilidad de maniobra, con una dirección que gira bastante (10,6 m de diámetro de giro entre bordillos) y bastante rápida (2,7 vueltas de volante), amén de muy asistida. En ciudad se mueve como pez en el agua a la hora de callejear, siendo también fácil de aparcar pese a una mejorable visibilidad posterior (aunque para eso tiene cámara de visión trasera).
En carretera abierta y autovía también se defiende bien, gracias a una suspensión tirando a dura y de cortos recorridos, pero que filtra la mayoría de los baches y accidentes del piso, logrando un buen compromiso entre agarre y confort, a pesar de contar con un eje trasero torsional. A alta velocidad en autovía y autopista aparecen algunos defectillos, como el ruido un tanto elevado del motor de combustión (se deja oír demasiado a partir de las 3.000 rpm, también por culpa de un aislamiento escaso) y también el que causan los retrovisores, así como cierta sensibilidad al viento lateral (es más alto que el Yaris berlina).

La ciudad es el medio más proclive para esta mini SUV híbrido urbano, antes que los largos viajes por carretera. Y no hablamos de aptitud “off road”, aunque con su mayor altura libre al suelo, facilita su uso en tierra como todo camino, pero sin entrar en mayores complicaciones, dado que llevamos neumáticos normales de verano y solo tracción delantera. La variante con tracción AWD-i tendría lógicamente mayores capacidades en superficies resbaladizas, además de contar con un eje trasero multibrazo.
Por lo demás, la frenada es muy correcta (poco más de 55 m de 120 km/h a 0) y resiste bien el trato duro, aunque su transmisión automática castigue más de la cuenta sus discos al tener que usarlos más (pero tiene la ventaja de la posición B de máxima retención y recarga de la batería, para aliviar su trabajo en descensos prolongados). Y como pasa en muchos coches modernos, a veces nos gustaría que sus ayudas a la conducción fueran menos intrusivas (en especial la activa del mantenimiento de carril) y más eficaces (como el cambio automático de luces de carretera, a veces lento e impreciso).

En resumen, un interesante mini SUV híbrido ofrecido en seis niveles de acabado (Business Plus, Active, Style, Style Plus, Adventure y Adventure Plus) con hasta 14 colores de carrocería a elegir, 8 monotono y 6 bi-tono) y tracción total AWD-i en las versiones superiores, a un precio bastante competitivo (desde 26.625 euros en nuestra unidad de prueba, aunque el nivel de acceso Active Tech en 4×2 alcanza los 25.625, siempre con los descuentos de la marca incluidos y con posibilidad de acceder a los distintos modos de renting flexible Toyota Easy Plus.
Ficha técnica
MOTOR DE COMBUSTIÓN: Posición | Delantero transversal |
Nº de cilindros y disposición | 3 en línea (Ciclo Atkinson) |
Cilindrada y cotas cilindro | 1.490 cc y 80,5 x 97,6 mm |
Combustible | Gasolina 95 NO |
Distribución: Árbol de levas | Doble en culata |
Válvulas (nº) | 12 |
Alimentación (inyección) | Inyección indirecta |
Compresión | 14 a 1 |
Potencia máxima | 92 CV a 5.500 rpm |
Par máximo | 14,4 mkg a 3.600 rpm |
Potencia máxima combinada | 116 CV a 5.500 rpm |
MOTOR ELÉCTRICO: | |
Potencia máxima / par máximo | 59 kW (80 CV) / 14,4 mkg |
Batería / capacidad | Ion-litio / 0,76 kWh |
TRANSMISIÓN: | |
Tipo de tracción | A las ruedas delanteras |
Cambio | Aut. CVT por engranaje epicicloidal |
BASTIDOR: | |
Suspensión delantera: | Independiente por eje pseudo Mac Pherson con triángulo inferior auxiliar, muelles helicoidales, amortiguadores hidráulicos telescópicos y barra estabilizadora. |
Suspensión trasera: | Semiindependiente, por eje torsional, muelles helicoidales, amortiguadores hidráulicos telescópicos y barra estabilizadora. |
FRENOS: | |
Delanteros | Discos ventilados (282 mm) |
Traseros | Discos (274 mm) |
DIRECCIÓN: | Cremallera asistida eléctricamente |
Diámetro de giro – Vueltas de volante | 10,6 m – 2,7 |
RUEDAS: | |
Neumáticos (marca) | 215/50 VR18 (Goodyear EfficientGrip Performance 2) |
Llantas (medida en pulgadas) | Aleación (7 x 18) |
CARROCERÍA: Tipo (nº de puertas) | Berlina dos volúmenes (5) |
Longitud – anchura – altura | 4,18 – 1,77 – 1,56 m |
Batalla – Vías del./tras. | 2,56 – 1,52 / 1,50 m |
Nº plazas / Peso oficial | 5 / 1.247 kg |
Capacidad depósito – maletero (lit.) | 36 – 397 |
RENDIMIENTOS OFICIALES: | |
Velocidad máxima | 170 km/h |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,2 segundos |
Consumo combinado (WLTP) | 4,9 l/100 km |
Emisiones CO2 | 112 g/km |
PRECIO / GARANTÍA: | 26.625 euros (incluido descuento promocional) / 3 años ó 100.000 km |