Más cerca del Golf, desde 14.740 euros
En esta sexta generación del Volkswagen Polo, más grande y sólo en carrocería 5 puertas, se fabrica en exclusiva en Landaben (Navarra) con la plataforma MQB en su variante más pequeña (A0), que aun así permite aumentar su batalla 9 cm hasta los 2,56 m, ganando espacio en el habitáculo, y también en el maletero. Está ya a la venta desde octubre a partir de 14.740 euros.
Ciertamente se había quedado pequeño, así que crece hasta los 4,05 m de largo y 1,75 de ancho (7 cm más), y sin gran perjuicio de la aerodinámica (ahora mide 1,45 m de alto, 1 cm menos). Una evolución similar a la del Seat Ibiza, y también en lo estético, ya que si aquél se parece ahora más al León, éste ahora nos recuerda más al Golf, siguiendo la misma pauta continuista y conservadora, lógica en modelos de tan buena acogida que no deben arriesgarse eligiendo diseños muy atrevidos.
Más grande, se acerca al Golf.- El frontal es sin duda lo más novedoso de este Polo sexta generación, cuya nueva parrilla unida a los faros refuerza la impresión de anchura y enlaza con las de los nuevos Golf y Passat. La cintura no es demasiado alta y sólo se aprecia una mayor inclinación del pilar trasero, en una zaga no demasiado distinta del modelo precedente, con los pilotos que mantienen su forma cuadrangular trapezoidal, pero ahora “mordiendo” un poco más sobre el portón. Sin duda, parece más coche (y lo es); a cambio ya sólo se ofrece en 5 puertas (carrocería dominante en este segmento), y no hay ni variante familiar ni campera “cross Polo”, habida cuenta de que el año que viene llegará el mini SUV urbano T-Cross, sobre su base y repitiendo la oferta que Seat ha hecho con el Arona.
Se aprecia una mayor amplitud general y un mayor espacio para piernas en las plazas traseras en particular, consecuencia de la mayor batalla. La consola central puede equipar una pantalla táctil de 6,5 pulgadas (8” a partir del nivel intermedio), más nítida y brillante, con conectividad MirrorLink, Android Auto y CarPlay (muy parecida a la del Seat Ibiza, pero mejor situada, en la zona alta del salpicadero, para no tener que desviar la mirada de la carretera para consultarla). Los mandos de la climatización quedan por encima de ella, y los aireadores, por debajo. Luego, en el cuadro nos encontramos la opción del Digital Cockpit, ampliamente configurable y que además de los datos habituales permite ver las imágenes del navegador, con una nueva generación más fácil de leer. También puede disponer de soporte para la recarga inalámbrica del móvil por inducción.
Como novedad, el nuevo Polo permitirá elegir entre molduras y paneles de diferentes colores en el interior del habitáculo, como alternativa al tradicional color negro, apreciándose un notable aumento de la calidad percibida, con revestimientos de buen tacto y más suaves en el salpicadero, y mandos más ergonómicos y mejor situados (en especial la pantalla multifunción, digital en opción, como el cuadro). Con todo ello se logra una amplia variedad de terminación, con 17 colores diferentes para los paneles interiores, 11 tapicerías distintas, 12 tipos de llantas (de 14” a 18” de diámetro) y hasta 14 colores de carrocería….
Pese a la pérdida de 1 cm de altura externa, el interior sigue siendo muy notable, permitiendo alojarse cómodamente en la banqueta trasera a pasajeros de hasta 1,90 m de estatura, y en caso de acoger a tres, ahora van menos apretados, aunque el túnel central (ilógico en un coche de tracción delantera, pero impuesto por la plataforma MQB) molesta lo suyo. Aun así la zona central permite acoger un adulto incluso con las dos sillitas infantiles que permiten los anclajes traseros Isofix, y el espacio para las rodillas es ahora considerablemente mayor. En cuanto al maletero, con 351 litros es de los mayores de su categoría (por no decir el mayor, casi al nivel del nuevo Seat Ibiza o del Suzuki Baleno, que son los mayores de este segmento), igualando de nuevo el del Golf de hace dos décadas. Presenta una amplia boca de carga, bastante cuadrada, aunque ahora los pilotos traseros la estrechan un poquito más que antes, y cuenta con luz (un punto al lado derecho y ganchos sujetabolsas (2), y sobre todo, puede llevar una rueda de repuesto en opción bajo su plano de carga (normal o de emergencia). Y si se pliegan los asientos traseros (en configuración 60:40), su volumen total sube hasta los 1.125 litros.
Las ayudas de seguridad.- Destaca el control de crucero inteligente (con función “Stop & Go” que en las paradas si el vehículo precedente reemprende la marcha, el coche arranca automáticamente, siempre que monte cambio DSG), la frenada de emergencia en caso de tráfico cruzado trasero, sensor de presencia de vehículos en el ángulo muerto, asistente de aparcamiento semiautónomo (que mueve la dirección mientras que el conductor debe controlar la velocidad con los pedales) y el asistente de cambio involuntario de carril. Sin embargo no hay cámaras de visión periférica.
Los motores, sus más y sus menos.- En cuanto a la oferta motriz, parte de 5 motores de gasolina y dos diesel (aunque de momento sólo se ofrece en gasolina, los diesel llegan a final de año), al que se añadirá un motor de gas natural sobre la base de los tricilíndricos de gasolina. Porque aunque la oferta parece muy variada, en realidad no lo es tanto. Los tres primeros motores parten del conocido 1.0 tricilíndrico, los dos primeros (65 y 75 CV) atmosféricos y con una alimentación por inyección multipunto indirecta (MPI), ya obsoleta, lo mismo que el cambio manual de sólo 5 relaciones.
El 1.0 TSI de 95 CV incorpora ya la inyección directa y el turbocompresor, ofreciendo un buen nivel de par, pero siempre con 5 marchas (ó 7 si se monta el cambio automático DSG). Para tener un cambio manual de 6 velocidades hay que subir al 1.0 TSI de 115 CV (aún no disponible), o al deportivo GTI, que sustituye el anterior 4 cilindros 1.8 TSI de 192 CV por el 2.0 TSI de 200 CV, con poco beneficio, mientras que el muy interesante tetracilíndrico 1.5 TSI de 150 CV y desconexión automática de cilindros no vendrá de momento a nuestro mercado, siendo precisamente el motor de gasolina más atractivo… Y falta por ver si vendrá también el 1.0 TGI de gas natural (aquí las motorizaciones de gas más abundantes utilizan GLP).
En diesel tenemos el sempiterno 1.6 TDI, pero en unas versiones bastante “descafeinadas” (80 y 95 CV) y sólo con cambio manual de 5 marchas (o el opcional DSG de 7 en el caso del 95 CV). En definitiva, una oferta algo limitada para un polivalente no precisamente barato (desde casi 15.000 euros en su versión de acceso, todos sus rivales cuestan menos, salvo el Audi A1). Por ejemplo, el Polo 1.0 TSI de 95 CV sale por 19.460 euros, un precio que limita mucho su competitividad frente a sus primos de igual motor, el Seat Ibiza o el Skoda Fabia…
Niveles de equipamiento.- El nuevo Polo viene en los tres acabados clásicos Edition, Advance y Sport. El primero y más básico trae de serie llantas de acero de 14″, aire acondicionado y el sistema multimedia Composition Color con pantalla de 6,5″ y paquete de conectividad, servofreno de emergencia con sensor de obstáculos y peatones, y pilotos de diodos. El nivel intermedio Advance (el más comercial) viene ya con llantas de aleación de 15”, Composition Media con pantalla de 8”, volante multifunción y control de crucero. Finalmente, el nivel Sport añade las llantas de 16”, cristales tintados, faros antiniebla con luz de giro, climatizador y asientos envolventes con reposabrazos central.
En el caso del Polo GTI, se añade además una suspensión deportiva rebajada (-1,5 cm) llantas de 17”, tapicería deportiva específica a cuadros y elementos decorativos en color rojo (pinzas de freno, apliques de carrocería, insertos interiores, etc). Además es posible personalizar a medida el coche mediante los paquetes especiales R-Line, Black y Style.
Versión | P.V.P. (€) |
1.0 Edition 65 CV | 14.740 |
1.0 Edition 75 CV | 15.300 |
1.0 Advance 75 CV | 16.050 |
1.0 TSI Advance 95 CV | 17.030 |
1.0 TSI Advance 95 CV DSG7 | 18.700 |
1.0 TSI Sport 95 CV | 17.780 |
1.0 TSI Sport 95 CV DSG7 | 19.460 |