Regresa la excelencia
Recién presentado en el escaparate mundial del Salón de Detroit, la división de lujo de Toyota muestra la renovación de su buque insignia Lexus LS, y que llegará al mercado europeo ya en 2018, dispuesto a conquistar a las clientelas más exclusivas de los 90 países del mundo donde se comercializará.
Modelo primogénito de la marca (nació en 1990), esta quinta generación LS mantiene su clásica arquitectura de sedán 4 puertas, tomando el relevo de la cuarta generación LS, nacida en 2007 y remozada ligeramente en 2013. Ha sido realizado sobre la plataforma modular GA-L (Global Architecture for Luxury vehicles) según Lexus, más rígida y cómoda que la precedente. Mide 5,23 m de largo, por 1,90 de ancho y 1,45 de alto, siendo más largo y ancho que el actual LS y algo más bajo, para convertirse en el mayor LS construido hasta la fecha, aunque su tamaño está en línea con el de los Audi A8 L, BMW Serie 7 y Mercedes Clase S. Y pese a ser más grande, no será más pesado que su antecesor, sino al revés, ya que anuncia 90 kg menos (aunque aún no se ha hecho público su peso oficial), gracias al empleo de aluminio y acero de ultra alta resistencia en varios puntos del bastidor y la suspensión.
Dadas sus dimensiones y batalla (nada menos que 3,13 m), Lexus ha optado por incorporar a este nuevo LS un sistema de dirección a las 4 ruedas (lo mismo que Porsche con el Panamera) para facilitar su maniobrabilidad urbana. La suspensión (por paralelogramos deformables en ambos ejes, con rótulas dobles en los brazos superiores) es neumática, con ajuste variable de altura y dureza, y en opción podrá también contar con un sistema de barras estabilizadoras activas (como los BMW Serie 7), mientras que su tren rodante se encomienda a unas grandes ruedas de 19” ó 20” de diámetro (todavía sin especificar su medida de neumático para Europa, aunque en Norteamérica –donde estará a la venta a finales del presente 2017- llevará neumáticos “run flat”).
Su aspecto exterior de cuidada aerodinámica, es menos conservador del hasta ahora exhibido por el buque insignia de Lexus, aunque tampoco muy atrevido y lejos de el del “concept” LF-FC en el que dice inspirarse, y cuya plataforma comparte (la misma del LC 500 coupé, que saldrá a la venta en primavera). En todo caso el frontal es más agresivo y penetrante, con una prominente parrilla (con la típica forma de los últimos Lexus) quizá algo exagerada, y unos faros muy rasgados y perfilados, con cierta forma en “Z” estilizada que integra por abajo la luz diurna de cruce
Sin duda es un diseño más deportivo y dinámico que el del actual LS, que incluso permitiría entrever la posibilidad futura de un coupé. Pero tal y como está, con su tumbada luneta (que permite un corto voladizo posterior), su perfil cóncavo en cuña lateral y sus mínimas ventanillas de custodia (en realidad una pequeña prolongación de las traseras laterales), presenta una imagen mucho más atractiva y menos maciza y “pesada” que la del actual LS.
Interior, lujoso por definición.- El nuevo LS ofrece la mayor amplitud hasta hoy de cualquier sedán Lexus, con los mejores materiales utilizados hasta la fecha. En la versión de 4 asientos (habrá otra de 5), los cuatro traen de serie ajuste eléctrico con memoria de posición, calefacción, ventilación y hasta masaje (con varios niveles y zonas). El asiento de detrás del conductor puede tener un respaldo capaz de reclinarse hasta 48º y elevarse hasta 24º, para facilitar al ocupante la salida del vehículo. Y para mejorar el aislamiento sonoro, dispondrá del sistema «Active Noise Control», que mediante la emisión por el equipo de sonido de ondas en frecuencia inversa a las del ruido que se quiere suprimir, anulan el mismo.
En su interior, estrena una nueva configuración bajo un diseño basado en la tradición nipona (“takumi”), con un salpicadero muy plano con una gran pantalla multimedia de 12,3” a color que complementa al cuadro de instrumentación, también totalmente digital, contando además con un “head up display” de grandes dimensiones (nada menos que 24”, el mayor del mercado) y también a color en los datos proyectados. Según Lexus, tanto los mandos convencionales como los táctiles tienen un funcionamiento más intuitivo y fácil que el actual, además de contar un mejor acceso (a través del mando circular junto al cuadro) a la selección de los modos de conducción (normal, sport y sport+). Da la impresión de que, como coche pensado para llevar chófer, el “head up display” está más bien pensado para poder ser también visto (y consultado) desde los asientos traseros…
Mecánica: adiós al V8.- Este es el primer LS de la historia de Lexus que renuncia a un motor de 8 cilindros, ya que aunque se denomine LS 500, su motor nada tiene que ver con el antiguo V8 5.0, sino que se trata de un 6 cilindros en V de tres litros y medio de cubicaje, el V6 3.5 que alimentado por inyección directa de gasolina y con dos turbocompresores (uno por bancada) eleva su rendimiento a 421 CV y su par a 61,2 mkg, con lo que poco tiene que envidiar al V8 4.0 atmosférico de 471 CV del coupé LC 500. Este nuevo V6 3.5 TwinTurbo cuenta también con una nueva caja de cambios automática por convertidor de par (la misma del LC) y que, siguiendo la exagerada carrera en número de marchas a la que asistimos últimamente, anuncia nada menos que 10 velocidades (eso sí, con bloqueo en cada una, salvo la primera)
Realmente no se justifica mucho tal número de marchas, máxime cuando con la distribución variable con un máximo de 8 se cubren todas las necesidades posibles, pero la moda es moda… Desarrollado por el especialista nipón Aisin, este cambio automático ha sido pensado tanto para trabajar con tracción normal trasera como con la total a las 4 ruedas (también disponible).
Aunque Lexus aún no lo ha confirmado, se espera también la versión híbrida de este nuevo LS, basada en el mismo sistema Multi Stage Hybrid del actual LS 600h, y que posiblemente contaría con su misma mecánica mixta, a partir del mismo V6 3.5 pero sin turbos (pero con algún caballo más sobre los 257 que anuncia ahora) combinado con un motor eléctrico que quizá añada algo más de los 59 CV actuales (43 kW), para al menos subir a cerca de 400 CV, capaces de compensar el peso extra de sus baterías de ion-litio de última generación, con ambos acoplados a la misma transmisión automática de 10 cambios.
Finalmente, en cuanto a ayudas a la seguridad este nuevo LS 500 las traerá todas, con la mayoría englobadas dentro del paquete “Lexus Safety System +”, que entre otras ofrece el frenado de emergencia (capaz de frenar de manera automática el vehículo y hasta de girar el volante en una acción de esquiva), programador de velocidad activo con asistente en atascos, alerta por cambio involuntario de carril, etc.
Este nuevo LS híbrido podría mostrarse ya en el Salón de Ginebra, aunque su comercialización en Europa no tendría lugar (como la del LS 500) hasta el año que viene. Para entonces también podría ofrecerse una versión limusina de batalla larga y casi 6 m de longitud, algo un tanto superfluo ya en un coche de más de 3 m de batalla y 5,23 m de largo, pero para estos coches siempre hay una clientela con chófer.