Adaptado a su entorno
El nuevo Citroën C4 2020 cambia de registro frente al concepto de turismo compacto para apuntarse a la moda “crossover”, siguiendo la pauta del C4 Cactus, pero de forma clara y rotunda, ya como un semi SUV urbano.
La berlina compacta de Citroën, nacida en 2004 como sucesora del Xsara y renovada en su segunda generación en 2010, llega ahora a su tercera generación con este C4 semi SUV, que en unas dimensiones no excesivas surge como evolución de un modelo que ha contado con numerosas variantes de carrocería, algunas exclusivas del mercado asiático. Aporta ahora, eso sí, la novedad de su versión eléctrica, y el aliciente de su producción española, en la planta madrileña de PSA en Villaverde, en sustitución del C4 Cactus.
El sucesor del C4 berlina (que cesó su venta en septiembre de 2018) y del C4 Cactus (que dejó de comercializarse hace menos de un año) llega al mercado, en unas circunstancias que no son las mejores (en plena crisis del Covid-19) pero con la esperanza de hacerse un hueco en el mercado como compacto “crossover” para todo.
Este nuevo Citroën C4 2020 mide 4,36 m de largo, por 1,80 m de ancho y 1,53 m de alto. La distancia libre al suelo es 15,6 cm, algo más de lo normal en un turismo pero menos de lo habitual en un SUV, delatando este carácter típico “crossover”. Su plataforma es una nueva variante de la modular CMP del grupo PSA, con una batalla intermedia de 2,67 m. Nacido como 5 plazas y 5 puertas, y sólo en tracción delantera, su maletero arroja 380 litros de capacidad (no mucho, pero en línea con sus rivales), subiendo a 1.550 con los asientos traseros plegados (y con bandeja fijable a dos alturas para enrasar con el piso de carga).
Citroën C4 y ë-C4 2020: una nueva imagen
Estéticamente, esta nuevo Citroën C4 2020 se apunta a la moda del diseño anguloso, con un extraño lateral con un perfil cóncavo inicial curvado en vertical, otro horizontal sobre el falso estribo protector con pico final y uno más suave sobre los pasos de rueda. El techo cae muy tendido, a modo coupé, y con las zonas centrales de los pilares en negro, a juego con las protecciones, da la sensación de una cintura más baja de la que tiene realmente.
El frontal repite el diseño en “tres pisos”, como en el C5 Aircross, con los faros a distintas alturas (arriba muy finas, a modo de cejas, las bandas de la luz de cruce diurna, por diodos, justo debajo los faros principales y ya más abajo, en el paragolpes, los antiniebla (con un marco semimetalizado que agranda su alojamiento trapezoidal). Detrás, la tendida luneta se remata en un minialerón negro (que evoca al desaparecido C4 Coupé), como las terceras lunas de custodia (totalmente negras) y unos grupos ópticos originales, partidos entre aletas y portón, con las luces de la zona del portón totalmente ahumadas y la tercera luz de freno abajo del todo, en el centro del difusor del paragolpes.
Citroën lo ofrecerá en 7 colores de carrocería, llantas de 16” a 18” (hasta tres tipos en las de 18”) en función del acabado, con neumáticos de 205/55 R16 a los 225/45 R/18, quedando en opción las llantas de 19” (235/40 R19).
Habrá posibilidad de personalizar los cercos de los faros antiniebla delanteros y los Airbump de la zona inferior de puertas (las protecciones plásticas que ya estrenó el C4 Cactus, que ahora forman una franja continua en el bajo de caja, a modo de estribo). Por otra parte, en todos los bordes de los guardabarros llevan unos perfiles protectores negros en plástico, a juego con la banda protectora lateral inferior Airbump.
Citroën C4 y ë-C4 2020: interior minimalista
En el interior tenemos un diseño más convencional, así como más limpio y minimalista, con la mayor parte de las funciones agrupadas en la zona alta del salpicadero. Ya tenemos un cuadro digital, y una pantalla central multimedia táctil ya bastante grande (de 10”, o sea 25,4 cm), pudiendo disponer de un peculiar “head up display” que abarca también a ésta mediante proyección sobre una larga lámina transparente horizontal situada sobre el salpicadero.
Otro detalle de la pantalla es que aunque la mayoría de los mandos y funciones se activan a través de ella, esta vez Citroën ha hecho caso a las críticas recibidas y ha dejado algunas a través de mandos físicos propios, como es el caso de la climatización. Porque lo del “todo táctil” no todo son ventajas… Precisamente bajo los mandos del climatizador, en la consola central, lleva también el soporte de carga inalámbrica de móviles, y bajo el mismo un hueco portaobjetos, de los que no va mal servido este C4 (dos guanteras frente al acompañante, una normal y otra tipo cajón, hueco portaobjetos bajo el apoyacodos central, otro hueco con tapa corredera en la consola, además del ya citado, los huecos de puertas, un soporte delantero retráctil para tabletas -Smart PadeSupport-), etc.
Hay 5 ambientes de decoración interior: Estándar, Urban Grey, Metropolitan Grey y Hype Black. En todos salvo en el nivel básico estándar monta los nuevos asientos Advanced Comfort (sin opción a tapicería de piel sino a un revestimiento textil «de efecto cuero»).
Y en cuanto a la suspensión (que repite el esquema independiente delantero McPherson y torsional posterior) monta los amortiguadores con topes hidráulicos a la extensión y compresión que ya estrenaron el Cactus y los Aircross (la amortiguación Progressive Hydraulic Cushions), desarrollados en colaboración con KYB, y que mejoran la sujeción de la carrocería en los grandes movimientos de la suspensión.
Citroën C4 y ë-C4 2020: amplia gama de propulsores
En cuanto a motores, tenemos los ya conocidos en gasolina y diésel (el tricilíndrico turbo 1.2 PureTech y el 4 cilindros 1.6 BlueHDI), decantados ambos en dos niveles de potencia (100 y 130 CV el PureTech e igualmente 100 y 130 el diésel), aunque en breve se añadirá el 155 CV al gasolina PureTech. Todos con tracción delantera (no hay prevista de momento opción 4×4, que podría llegar en el futuro vía una versión híbrida) y el cambio es el manual de 6 relaciones (único en las versiones de 100 CV), el manual y el automático de 8 por convertidor de par en las intermedias de 130 CV, y sólo éste último en el PureTech de 155 CV (con levas de cambio al volante). Igualmente todos llevan “stop &start” de serie.
Pero la gran novedad es oferta desde el inicio de su lanzamiento de una variante 100% eléctrica ë-C4, con el mismo equipo motriz de los Peugeot e-208/e-2008, DS3 Crossback E-Tense y Opel Corsa-e. O sea el motor eléctrico de 100 kW (136 CV) y 26,5 mkg de par, alimentado igualmente por un equipo de baterías de ion-litio refrigeradas por líquido de 50 kW/h con el que anuncia una autonomía WLTP de 350 km. Este ë-C4 eléctrico acelera de 0 a 100 km/h en 9,7 s (en modo Sport) con la velocidad punta limitada a 150 km/h, incluyendo además la función “Brake”para aumentar la recarga eléctrica al retener, ahorrando uso de los frenos.
En cuanto a los tiempos de recarga, tropezamos de nuevo con el hueso de taba de todos los eléctricos: en un punto de recarga a 100 kW de potencia y con conector CCS de corriente continua puede llegar al 80% de capacidad en media hora… Lo malo es que estos puntos apenas existen en nuestro país, y los trifásicos existentes (para el cargador de 11 kW que se suministra opcionalmente con este C4 eléctrico no pasan de cargar energía para 10 km cada 10 minutos, vamos que necesitaría 5 horas para una carga completa.
Pero si nos ceñimos al cargador monofásico que trae de serie (de 7,4 kW) ya estamos hablando de casi 8 horas, y si lo enchufamos a una toma doméstica de corriente alterna a 230 voltios y 10 amperios, la carga total puede superar las 24 horas… Sin comentarios. Eso sí, como ya es general en todos los eléctricos, se puede programar y comprobar la carga desde el teléfono móvil a través de una APP (My Citroën en este caso). Lo mejor es que Citroën ofrece una notable garantía para las baterías (8 años ó 160.000 km).
Citroën C4 y ë-C4 2020: equipamientos de primer nivel
Otros equipamientos disponibles en este nuevo C4 son parabrisas, volante y asientos (también traseros) calefactados, acceso y arranque sin llave, freno de mano eléctrico, ayuda al arranque en cuesta y en caso de llevar remolque, un control de estabilidad del mismo. Entre las ayudas a la conducción figuran el control de crucero adaptativo, frenada autónoma de emergencia con reconocimiento de peatones y ciclistas, asistencia para el mantenimiento de carril, alerta de tráfico cruzado, faros de diodos… etc.
De todos ellos el más avanzado es el Highway Driver Assist, que funciona gracias a la información del programador de velocidad activo junto al aviso por cambio involuntario de carril. Pensado para su uso en autopista, permite mantener automáticamente el vehículo dentro de las marcas que delimitan el carril, siempre que el conductor no suelte las manos del volante, lo que sitúa a este C4 en el nivel 2 de conducción autónoma. Igualmente cuenta con varios sensores de aparcamiento, disponiendo el más sofisticado de un sistema de cámaras a 360º para el control perimetral del coche. Y ya como máximo, un asistente de aparcamiento semiautomático (en batería sólo para entrar en el hueco, y en cordón tanto para entrar como para salir).
A un precio todavía pendiente de fijación pero que se moverá probablemente entre los 20.000 euros para el nivel de acceso y los 36/38 mil para los más caros. Lo sabremos con más detalle en unas semanas, cuando se anuncie su fecha oficial de salida al mercado (llegará a final de año), contando con que además de estas versiones, habrá más en 2021 (hasta un mínimo de 8 motorizaciones, incluida una variante micro-híbrida a 48V).