Un SUV en el hiperespacio

Hay dos cosas que están de moda últimamente: los SUV y la conectividad. El nuevo Tiguan responde a ambas tendencias con una apuesta clara en cuanto a diseño, seguridad, confort y, por supuesto, versatilidad y acceso a las redes de comunicación.

Ya está a la venta la segunda generación del Tiguan, el SUV de Volkswagen que viene a competir con modelos como Nissan Qashqai, Ford Kuga, Toyota Rav4, Honda CR-V, Kia Sportage, Hyundai Tucson, Renault Kadjar o Mazda CX-5 entre las marcas generalistas, pero con posibles para enfrentarse también a coches más premium como Audi Q3, BMW X1, Mercedes GLA y Range Rover Evoque. Vamos, que al nuevo Tiguan no le espera una vida comercial relajada.

Quizás por eso, los responsables de Volkswagen nos comentaron durante la presentación nacional, que tuvo lugar en Málaga, los cinco puntos fundamentales en los que se ha centrado la marca alemana a la hora de desarrollar el nuevo Tiguan: diseño, conectividad, seguridad, confort y versatilidad.

Diseño y conectividad.- Al exterior se le ha pretendido dar un aspecto más vigoroso y plano. Supongo que eso tiene que ver con que el nuevo Tiguan es más bajo, ancho y largo que antes.  La base del Tiguan es la plataforma MQB (2), la del Passat. Aunque el coche mide ahora 60 mm más de longitud y 30 mm más de anchura, el peso es prácticamente el mismo, algo que no deja de tener mérito teniendo en cuenta que también hay más equipamiento. Por otra parte, la distancia entre ejes ha crecido 77 mm para llegar hasta 2.681 mm, lo que repercute en un mayor espacio interior para las piernas de los pasajeros (3 cm). Asimismo, está disponible el paquete R-Line desde unos 2.000 euros para darle un toque de deportividad al Tiguan.

Por dentro, el aspecto tiene un inconfundible aire de familia, destacando la ancha consola central típica de los SUV de Volkswagen con el mando giratorio del 4Motion Active Control. En el salpicadero, el Tiguan incluye de serie en el acabado Sport el cuadro “Digital Cockpit” con pantalla TFT de 12,3 pulgadas. El aspecto es casi idéntico al de un Audi TT. También hay disponible un sistema Head-up-Display.

Por lo que se refiere al acabado, la calidad percibida y el ajuste está al nivel que se espera de un Volkswagen. En otras palabras, bastante bueno. Solo hay materiales de menor nivel en aquellas zonas que no están a la vista y estos suelen ser mejores que los que se ven en algunos de sus rivales.

Las funciones de conectividad son uno de los aspectos más cuidados del nuevo Tiguan. Entre las múltiples posibilidades, además de reflejar tu smartphone en la pantalla, el coche puede enviar automáticamente una señal para solicitar ayuda de emergencia por geolocalización. Preparar rutas de modo anticipado en el navegador, conectar con el taller para la próxima revisión, abrir y cerrar el coche desde el smartphone o incluso limitar la velocidad máxima —por si tenemos un hijo con ganas de pisar el acelerador—son también algunas de las funciones disponibles.

Seguridad y confort.- En cuanto al espacio interior, la funcionalidad y sobre todo el confort de marcha, el nuevo Tiguan saca pecho, y los sistemas de ayuda a la conducción son múltiples. Toda la gama lleva de serie un sistema de frenado de emergencia que detecta obstáculos y peatones y es capaz de detener el coche. En caso de atropello, el capó se eleva 60 mm en cuestión de milisegundos para evitar que el cuerpo golpee con las piezas rígidas del motor. También tiene alerta por cambio involuntario de carril, llegando a corregir la dirección para no salirse del carril, así como detector de cansancio, control de crucero activo, detección de vehículos en el ángulo muerto y cámara 360 grados para ayudar a aparcar y/o movernos por zonas estrechas. Y, si llevamos un remolque, también hay una pantalla para maniobrar

El aumento de longitud permite contar con un maletero 50 litros más capaz y que puede pasar de 520 a 615 litros desplazando la banqueta posterior. Aunque la carrocería tiene menos altura, los asientos van 8 cm más altos. Se agradece a la hora de entrar y salir del coche, lo mismo que el sistema de apertura del portón trasero pasando el pie por debajo del paragolpes.

Versatilidad y gama.– Aunque los SUV no sirven para hacer muchos malabarismos fuera del asfalto, el Tiguan puede superar más obstáculos de los que la inmensa mayoría de sus futuros propietarios piensan. Para los más aventureros, VW ofrece un frontal off-road —ligado a la tracción 4Motion— que aumenta el ángulo de ataque hasta los 24 grados. Precisamente, el sistema 4Motion de quinta generación con embrague Haldex cuenta con un mando giratorio para seleccionar distintos modos: nieve, carretera, off-road, y off-road individual. Este último permite al conductor adaptar determinadas características a su gusto.

Los motores disponibles en un primer instante son los 2.0 TDI de 150 ó 190 CV y 2.0 TSI de 180 CV, aunque ya están también en los concesionarios un 1.4 TSI de gasolina con 125 ó 150 CV, así como otras dos versiones del 2.0 TDI con 115 CV ó 240 CV, este último biturbo. En resumen, hay tres versiones de gasolina y cuatro diésel que se combinan con dos cajas de cambios (manual de 6 marchas y DSG de 7), tres niveles de acabado (Edition, Advance y Sport) y dos sistemas de tracción (delantera y total 4Motion).

En total hay 14 versiones disponibles porque la gama, en cualquier caso, se estructura siguiendo unas reglas básicas. El acabado Edition solo se combina con el cambio manual y la tracción delantera y no ofrece motores de más de 150 CV. El acabado Sport siempre incluye el sistema 4Motion, pero éste no está disponible para motores de menos de 150 CV (diésel) o 180 CV (gasolina). Por último, el único motor disponible con cualquier acabado es el TDI 150. A igualdad de motor, cambio y acabado, el sistema 4Motion supone un desembolso de entre 1.500 y 2.000 euros.

Durante la rápida toma de contacto, pude conducir el gasolina de 180 CV y el diésel de 150, ambos con cambio DSG (doble embrague) y tracción total 4Motion. El gasolina, a ritmo tranquilo, no gasta mucho, pero no hace falta alegrarse mucho el día para que el consumo aumente. Claro que también anda lo suyo. Ya tendremos ocasión de probarlo a fondo para medir sus prestaciones. El diésel, obviamente, es más frugal pero anda bastante menos. Es más, si quieres hacer un adelantamiento rápido desde baja velocidad (50-60 km/h), mucho mejor si llevas el TSI, ya que al diésel parece faltarle algo de fuelle al pasar de segunda a tercera. Y en esta primera toma de contacto, realmente no se me ocurren muchos más defectos…, salvo el precio. Pero ya se sabe que Volkswagen, sin ser premium, está a otro nivel frente a las denominadas marcas generalistas. El que algo quiere, algo le cuesta…

Gama VW Tiguan