M. M.

Un SUV compacto de progreso

Con el ID.4 Volkswagen ha accedido, por primera vez, a un segmento con enorme tirón, el de los SUV compactos eléctricos, aportando una nueva plataforma técnica inédita, y sentando las bases de la nueva familia 100% eléctrica. Además, lo ha hecho con una diversidad de potencia de motores superior a la del ID.3 e, incluso, estrenando para la marca la posibilidad de disponer de dos motores y, de este modo, la tracción total.

Volkswagen comercializa actualmente en España cuatro modelos eléctricos. Además del ID.3, el primero en llegar, cuenta con los ID.4 e ID.5, dos coches prácticamente gemelos que se diferencian exclusivamente por la forma que toma el techo a partir del pilar central hacia atrás -en el primero, menos tendido y, en el segundo, con una apariencia más similar a un coupé-, mientras que el último en sumarse a esta oferta es el ID. Buzz, un monovolumen que se ofrece inicialmente con solo cinco plazas.

De los cuatro, el ID.4, el segundo de los ID lanzados comercialmente y que se alzó con el prestigioso World Car Awards en 2021, es el de mayor aceptación este año, en tanto que representa la mayoría de los eléctricos vendidos por la marca en España. Buena parte de la razón de este éxito deriva de la popularidad de las carrocerías SUV y, más en concreto, de los C-SUV, segmento en el que por sus 4,58 m de longitud se encuadra el ID.4, que ya ha tomado la delantera en el arranque de esta tendencia, como se puso de manifiesto en 2021, año en el que el ID.4 fue el primero en el ranking de SUV eléctricos de toda Europa gracias a sus casi 55.000 unidades vendidas.

Tecnología al poder

Desde el punto de vista técnico, el Volkswagen ID.4 está construido sobre la plataforma específicamente eléctrica del grupo Volkswagen. Se trata de la MEB (Modulare E-Antriebs-Baukasten) con arquitectura eléctrica de 400 V y baterías situadas bajo el habitáculo, entre los dos ejes. La distancia entre estos es de 2,77 m, lo que permite desarrollar una gran amplitud para los pasajeros hasta el punto de que, con dimensiones de la carrocería de SUV compacto se logra disponer de una habitabilidad del segmento superior y con un maletero de 543 litros. Según la posición de los asientos traseros, este espacio para la carga puede alcanzar hasta los 1.575 litros.

Esta base, por lo demás, permite que los compradores puedan elegir entre una enorme diversidad de opciones mecánicas. La gama se configura a partir de dos baterías de iones de litio de distintas capacidades netas, con 52 y 77 kWh para los acabados Pure y Pro, respectivamente, y que se pueden combinar con motores de diferentes niveles de potencia.

Así, inicialmente, el ID.4 puede contar, si cuenta con el acabado Pure, 109 kW (148 CV) o 125 kW (170 CV), mientras que si dispone del acabado Pro, la potencia es de 129 kW (175 CV) y 150 kW (204 CV). Esto en lo que respecta a las versiones de propulsión con un único motor, pues el ID.4 puede disponer de una versión GTX con 220 kW (300 CV) y que, gracias a sus dos motores, uno en cada eje y con 75 kW (102 CV) el delantero y 150 kW (204 CV) el trasero, dispone de tracción total.

Sin embargo, esta versión GTX no ha sido la última que se sume a la familia ID.4. Esta es la versión Pro 4Motion, prevista para los antes de que acabe el año y que, como su nombre indica, también cuenta con cuatro ruedas motrices. En este caso la potencia máxima es de 195 kW (265 CV), con lo que se estrecha la brecha con las versiones de sólo propulsión. Como en el GTX, en esta variante el motor del eje delantero es de tipo asíncrono, mientras que los traseros son siempre, sean versiones 4Motion o sólo de propulsión, de tipo síncrono con imanes permanentes.

En todos los Volkswagen ID.4 con un único motor la velocidad máxima es de 160 km/h, mientras que en el GTX o en el Pro 4Motion es de 180 km/h. En cuanto a la aceleración, el primero es el más rápido, con un 0 a 100 km/h de 6,2 segundos, seguido del Pro 4Motion con 6,9 s.

La batería 77 kWh, suficiente para una autonomía de hasta 500 km, según la norma WLTP, en el GTX y 517 km en el Pro 4Motion, alcanza con una carga para recorrer 531 km en las versiones de propulsión. En todos los casos se puede recargar con corriente alterna usando potencias de hasta 11 kW o hacerlo más rápidamente con continua usando potencias de hasta 170 kW.

Aerodinámica y recuperación de energía 

Hasta una frenada de 0,25 g, la deceleración que se produce en la mayoría de las situaciones, es el motor eléctrico el único que reduce la velocidad cuando se presiona el freno, de modo que éste puede trabajar para producir electricidad que se almacena en la batería para usarla cuando necesitemos ganar velocidad. Sólo por encima de esa deceleración se activa el equipo de frenos hidráulico.

El Cx del Volkswagen ID.4 es de sólo 0,28, un coeficiente aerodinámico esencial en la eficiencia de este SUV y que se consigue gracias a recursos como el diseño sin parrilla del frontal o, por debajo de los faros Matrix LED IQ.Light que pueden adaptar su haz a diferentes situaciones de la carretera y tráfico, entradas de aire laterales que dirigen el flujo del aire. Lo hacen por unos canales de modo que reducen su contacto con las ruedas y lo envían selectivamente hacia las llantas, que son de diseño aerodinámico. Asimismo, las suspensiones están carenadas, del mismo modo que lo están los bajos del coche para reducir turbulencias aerodinámicas.

Ayudas al conductor

El ID.4 monitoriza el entorno con una cámara y un radar delantero, cuatro cámaras de entorno, dos radares traseros y ocho sensores de ultrasonido, destinados a ofrecer una mayor precisión en las ayudas a la conducción y, consecuentemente, mayor seguridad para los ocupantes del vehículo y también quienes se mueven en su entorno. Entre estos sistemas son de serie el que corrige con la dirección un posible desvío del carril, el que advierte y reacciona ante posibles colisiones frontales o el limitador de velocidad.

Una de las novedades del Volkswagen ID.4 está también en el puesto de conducción. Se trata del Head-up Display con realidad aumentada. La indicación dinámica permite ofrecer informaciones a una distancia virtual de unos diez metros como los marcadores de carril o las flechas que indican la dirección conforme al destino de navegación elegido.

El ID.4 también tiene el sistema ID.Light cuyo funcionamiento se basa en una banda de luz situada bajo el parabrisas. Esta reacciona indicando diferentes situaciones a los ocupantes del coche con diferentes iluminaciones. Así puede mostrar desde que se ha producido el arranque del motor, acompaña las indicaciones de giro, alerta de la necesidad de frenado si se da el caso, de que se están produciendo llamadas entrantes o hasta, durante la recarga, del nivel de la batería.

Además, en el ID.4 en el centro del tablero se sitúa una pantalla de 10” o 12” que permite gestionar táctilmente teléfono, navegador, sistemas de entretenimiento o asistente a la conducción y configurar el vehículo. Es posible controlar algunas de sus funciones mediante la voz a través de lenguaje natural, además de poder usar los asistentes de voz de Android Auto o Apple CarPlay si teléfonos con estos sistemas operativos están conectados al equipo de infoentretenimiento.

Y como otros modelos con la plataforma MEB, el Volkswagen ID.4 admite actualizaciones inalámbricas sin necesidad de acudir al taller. Esto permite, además de dotarle de nuevas funciones vía software, corregir posibles fallos o averías, lo que permite a Volkswagen incorporar evoluciones continuas hasta el punto de que el coche siempre mejora respecto a cuando salió del concesionario.