Bentley Bentayga

14 septiembre, 2015
JUAN CARLOS BERGER

El SUV más rápido del mundo

El nuevo SUV de superlujo de Bentley es ya una realidad, presente en el Salón de Fráncfort con el renovado W12 6.0 “made in Germany” que anuncia 301 km/h y 4,1 segundos en el 0-100 km/h (mejor aún que el Continental GT).

O al menos de eso presumen en la marca de Crewe (propiedad del grupo VW); el nuevo SUV de superlujo de Bentley es ya una realidad, presente en el Salón de Fráncfort con el renovado W12 6.0 “made in Germany” que anuncia 301 km/h y 4,1 segundos en el 0-100 km/h (mejor aún que el Continental GT). Se comercializará hacia marzo de 2016 a un precio en todo caso no inferior al cuarto de millón de euros.

Bentley no se ha caracterizado nunca por su diseño (ya saben, en tiempos los llamaban los “camiones de carreras”) pero con el “concept” EXP 9 F presentado en febrero 2012 logró batir el récord de fealdad SUV, unido junto a sus dimensiones, mastodónticas como obliga la tradición de la casa, y que en el modelo definitivo se han quedado en 5,14 m de largo, 2 m de ancho y 1,74 m de alto, suficientes para sacarle más de un palmo al Porsche Cayenne y al Range Rover. Al fin y al cabo nada raro si pensamos que comparte plataforma con el primero y con su primo de Audi, el Q7, con casi 3 m de batalla.

Con el acento puesto en el lujo, como corresponde a la marca, Bentley ha sido sensible a las críticas y el Bentayga definitivo ha mejorado su imagen, menos pesada que la del EXP 9 F, aunque igual de grande logrado, con una carrocería que combina la robusta imagen de un SUV con una cierta e intemporal elegancia británica, bajo la fisonomía tradicional de Bentley.

Un lujo sin parangón.- Aunque todavía no se conocen todas sus especificaciones, ya sabemos que se trata de un 5 plazas (en realidad un “4+1”), con un interior a la altura de lo que se espera de un Bentley, como maderas nobles, cuero Connolly, piel nobuk… sin renunciar al toque “hightech”, en forma de gran pantalla central (y “tabletas” posteriores). Hay una versión de 4 plazas bajo especificaciones Mulliner Driving (el “top level” de Bentley, que incluye detalles ya vistos en su día en el “concept” EXP 9 F, como el reloj Breitling Tourbillon o el equipo especial de pic-nic y su completa dotación (cubertería y vajilla de lujo incluida) alojada tras los asientos traseros. Como el portón se abate por dos mitades (luneta hacia arriba, tapa hacia abajo), la inferior sirve de mesa y se puede disfrutar de una acampada gastronómica de lo más exclusivo, dado que en un SUV de tal clase no falta ni frigorífico (tras la miniplaza central) ni champagne… Y más adelante habrá una versión de 7 asientos.

En el interior, el chapado en madera domina en los revestimientos, junto con el cuero Connolly. Los asientos delanteros dispone de ajuste eléctrico con hasta 22 posibles regulaciones. Además, tienen función de masaje, calefacción y ventilación. En la configuración de 4 plazas, los asientos posteriores disponen también de ajuste eléctrico (18 regulaciones), con función de masaje, calefacción y ventilación. Asimismo, en el suelo hay un reposapiés y además, el Bentayga trae de serie un techo solar de cristal (1,35 m2) dividido en dos secciones, con la delantera deslizable hacia atrás, y con toda su superficie capaz de oscurecerse eléctricamente.

La habitabilidad es muy buena, tanto en anchura como en altura y espacio para piernas, pero el maletero se queda pequeño para un coche de más de 5 m de largo. Anuncia sólo 430 litros hasta el cubreequipajes (y 590 sin él), lo que resulta algo escaso frente a los 550 litros del Range Rover, los casi 700 del Volvo XC 90 y los casi 900 de su primo el Audi Q7. Eso sí, la doble puerta del maletero cuenta con apertura y cierre eléctrico.

El SUV más potente y exclusivo.- La parte mecánica corre a cargo del W12 6.0 biturbo de origen Audi y doble turbocompresor, que con 608 CV (entre 5.250 y 6.000 rpm) y casi 92 mkg de par (constantes entre 1.250 y 4.500 rpm) es capaz de hacer volar como un misil este SUV de casi dos toneladas y media en vacío (2.422 kg). Y eso que casi toda la carrocería es de aluminio… Más adelante Bentley anuncia que también habrá un Bentayga híbrido enchufable capaz de rodar hasta 30 km en modo “cero emisiones”, además de un diesel de altas prestaciones.

El exclusivo W12 6.0 TSI ha sufrido significativas mejoras, como su doble inyección directa (a 200 bares) e indirecta, para cubrir las demandas bajo carga parcial y a plena carga y la desconexión selectiva de cilindros bajo carga parcial (de 12 a 6), que actúa de forma automática entre la 3ª y la 8ª marcha (monta un cambio automático ZF por convertidor de par de 8 relaciones) a menos de 3.000 rpm y hasta los 30,6 mkg de par. Lleva “stop & start” de última generación (de los que anticipan la parada) y transmisión con posibilidad de navegación “a vela” (con motor desconectado) para rodar por inercia entre 5ª y 8ª marcha con el acelerador sin pisar o a punta de gas.

Con todo y con eso su consumo no es pequeño (12,8 l/100 km en el promedio combinado, con casi 20 en ciudad y más de 9 de mínimo urbano en carretera (anuncia unos muy poco ecológicos 292 g/km de emisión media de CO2), aunque eso sí, ha mejorado su eficiencia motriz un 12% frente al anterior W12 y cumple la norma Euro 6 y la última ULEV (nivel III) americana.

A cambio, Bentley le presenta como el SUV (todo terreno) más rápido del mundo. Y debe serlo, cuando iguala la aceleración del Porsche Cayenne Turbo S de 570 CV y le saca 17 km/h de velocidad punta (301 frente a 284 el Porsche), siendo el primer SUV del mundo que oficialmente supera los 300 km/h. La tracción total permanente es la del Audi quattro Tiptronic, que reparte automáticamente el par motriz entre ambos ejes a través del cambio ZF de 8 marchas con un diferencial Torsen central y otro trasero abierto, bajo una preselección del 40/60 que prima la transferencia motriz al eje posterior.

No lleva reductora (Bentley dice que con 8 marchas no le hace falta) pese a estar considerado por la marca como un auténtico todo terreno (no un SUV). Monta de serie ruedas de 20” (y en opción de 21” y hasta 22”) con neumáticos que van desde una medida 275/50 R20 a los 285/40 R22. El cambio ZF combinado con la tracción total le permite hasta 4 modos de conducción (Comfort, Sport, Bentley –una combinación de los dos primeros- y Custom –personalizado a gusto del conductor-).
Además, con suspensión neumática de serie en ambos ejes, cuenta con hasta 8 niveles para la misma, que varían su dureza y altura. La máxima libre al suelo es de 22,5 cm y forma parte de la opción denominada Responsive Off-Road Setting, que ajusta diferentes parámetros de la suspensión del vehículo (dureza, recorrido, altura al suelo) al funcionamiento del ABS y del ESP, en base a una serie programas predefinidos en función del tipo de piso (por ejemplo, piedras, arena, o barro).

Innovador, avanzado y conectado.- En opción, hay un sistema de suspensión variable inteligente llamado Bentley Dynamic Ride, que actúa eléctricamente (a 48 voltios de corriente continua) modificando la rigidez de las barras estabilizadoras, lo que le permite aumentar o disminuir su efecto antibalanceo, según el trazado de la ruta (aumentando su rigidez en las curvas y disminuyéndola en las rectas). La dirección es de desmultiplicación variable y asistencia eléctrica, necesaria para permitir algunas nuevas ayudas como el asistente automático de aparcamiento (el coche se encarga de girar el volante en las maniobras de aparcamiento mientras que el conductor sólo actúa sobre el acelerador).

Y ya que hablamos de ayudas electrónicas, aquí llegan ahora un sinfín de ellas (la mayoría de serie) para justificar el carácter superexclusivo de este SUV. Cuenta así con sistema de reconocimiento de señales de tráfico, programador de velocidad activo y predictivo (adapta la velocidad automáticamente en función de las curvas y las señales de tráfico, el mismo del Audi Q7), sistema de visión nocturna con detección de peatones, “head-up display”, alerta por tráfico cruzado en la parte posterior del coche, sistema de visión cenital, control de descenso en cuesta, etc. Pero la nota de modernidad la da el sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 8”, en contraste con el toque clásico que aporta el reloj analógico Breitling que remata el salpicadero.

De serie trae también un completo equipo hi-fi con 10 altavoces, pero hay dos sistemas más de audio opcionales -BentleySignature Audio y Naimfor Bentley Premium Audio-, el último con 18 altavoces y casi 2.000W de potencia. Ambos se manejan a través de la pantalla táctil de 8” de la consola, que tiene el navegador GPS con un disco duro de 30 GB. Los pasajeros de las plazas traseras laterales disponen de sendas tabletas electrónicas de 10,2” extraíbles, que se fijan a un soporte que hay tras los apoyacabezas delanteros y que además de servir de lectores de DVD, amplían sus posibilidades mediante su conectividad al sistema operativo Android, con 4G, WiFi y Bluetooth.

Bentley confía en lograr unas ventas anuales de 3.000 unidades (que podrían llegar incluso a 5.000), lo que supondría un empujón definitivo para la marca de Crewe en su sempiterna lucha con el otro gran especialista británico del superlujo sobre ruedas, Rolls Royce (también en manos germanas, esta vez las de BMW).

Versiones del modelo: 'Bentayga'

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