Renault Mégane Sport Tourer (Primer contacto)

29 diciembre, 2016
G. ROMERO-REQUEJO

Familiar y funcional

Renault acaba de poner a la venta la versión familiar denominada Sport Tourer de su modelo compacto Mégane, sustituyendo al anterior modelo lanzado en 2009. Con casi 7 cm más de largo y 2 cm menos de alto, el nuevo Sport Tourer bate los récords de habitabilidad de la gama, junto con un maletero de 521 litros de capacidad.

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Realizado sobre la misma plataforma del nuevo Mégane berlina, pero ampliando casi 4 cm su batalla (hasta los 2,71 m), la habitabilidad interior mejora respecto a la de la berlina, ganando hasta 4 cm en espacio para piernas en las plazas traseras, lo que le sitúa entre los mejores –si no el mejor– de su clase. Delante, con 1,44 m de ancho útil a nivel de hombros y detrás con 1,38 m, logra también unas cotas muy notables que ahora facilitan bastante mejor el alojamiento de tres adultos en su segunda fila, con unos asientos más cómodos que permiten una posición más inclinada (+2º).

Los materiales y revestimientos elegidos se encuentran al mismo nivel que los de la berlina, con una elevada sensación de calidad percibida y un buen nivel de ajuste y acabado. Sólo la visibilidad hacia atrás y en maniobra resulta algo peor que en la berlina, dada la excesiva zona opaca de los pilares traseros y la reducida superficie transparente de la luneta. Pero para paliarlo queda el recurso de los sensores de aparcamiento y la cámara de visión trasera, opcionales o de serie, según el nivel de equipamiento. En cuanto al bastidor, tenemos la misma dirección, frenos y suspensiones del Mégane berlina, con algún retoque en el tarado de amortiguación de estas últimas, como corresponde a su ligero mayor peso y mayor capacidad de carga.

Porque la principal ventaja del Mégane Sport Tourer frente a la berlina está en el maletero, mucho más grande y más facil de aprovechar. Cubica 521 litros VDA (equivalentes a unos 580 brutos), que no está nada mal aunque ya nos movemos en un coche de 4,63 m de largo (4,56 m antes), que son 137 litros más que en la berlina (aunque de hecho no mejora su volumen frente al modelo familiar anterior). Pero gana bastante en funcionalidad, con diversas soluciones de ordenación de la carga (como el panel separador del piso a dos alturas, o el de separación plegable para crear dos espacios de carga diferenciados), además de anillas de sujeción, ganchos, etc.

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Dado el nivel que está adquiriendo el modelo, choca que el portón no tenga (ni siquiera en opción) apertura y cierre automáticos, sin embargo, cuenta con un mando en la parte superior del respaldo o desde los tiradores laterales del maletero que abate automáticamente los respaldos de los asientos posteriores. Si lo hacemos, el volumen total hasta el techo sube a 1.508 litros, algo menos que antes (el coche mide ahora 1,45 m de alto) y algo por debajo de sus principales rivales como el Golf Variant, el Peugeot 308 SW o el Honda Civic Tourer. A cambio, es posible abatir el respaldo del asiento del pasajero delantero, lo que permite alojar objetos largos de hasta 2,77 m.

En cuanto al piso del maletero, con el panel separador de carga en la posición más alta, tenemos un doble fondo oculto de 6 cm y 55 litros de volumen, interesante para guardar objetos que no queremos que queden a la vista, y a la vez se lograr crear un piso plano de carga con los asientos traseros abatidos. Además, la cortina cubreequipajes puede quitarse y guardarse en un hueco específico para ella bajo el piso del maletero. El umbral de carga a portón abierto queda más accesible que en la berlina, ya que queda 17 cm más bajo (60 cm) despejando una amplia boca de carga. El panel separador vertical queda próximo al portón, pudiendo formar desplegado un tabique de separación, tenemos ganchos para sujetar las redes cubreequipajes, perchas y una toma de corriente a 12V. Pero no hay posibilidad (tampoco en opción) de raíles sobre el piso de carga para situar otros elementos de fijación.

Gama de motores, los de la berlina.- El nuevo Mégane Sport Tourer repite la oferta de la berlina, con tres motores de gasolina (en realidad uno, el 1.2 TCe, desdoblado en dos niveles de potencia, 100 y 131 CV, ya que el TCe 205 de 205 CV –sobre la base del nuevo bloque de 1.618 cc de los Espace/Talismán- se reserva a la versión GT), y cuatro diesel (en realidad dos, el sempiterno 1.5 dCi de 8 válvulas en dos niveles de potencia, 90 y 110 CV, y el 1.6 dCi 16V en 130 CV (monoturbo) y 165 CV (biturbo). Todos van asociados a una caja de cambios manual de 6 velocidades, excepto los dos más potentes (el TCe 205 y el dCi 165) que llevan la automática EDC de doble embrague, con 7 marchas en el TCe 205 de gasolina y 6 en el dCi 165 diesel (y también opcional para el dCi 110), y todos son motores Euro 6, turboalimentados y con inyección directa.

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Más tarde, ya entrado 2017, se añadirá una variante híbrida, el dCi 110 Hybrid Assist, con el turbodiesel 1.5 dCi de 110 CV unido a un motor eléctrico auxiliar no muy potente (sobre 10 kW, unos 14 CV) pero poco exigente en cuanto baterías y tensión (trabajará bajo el famoso voltaje de los 48V). Se trata del mismo sistema híbrido auxiliar de los Scénic y Grand Scénic, que aunque no permite el uso en modo exclusivamente eléctrico, reduce significativamente los consumos y emisiones de un motor ya de por sí sumamente frugal como es el 1.5 dCi.

En esta ocasión conducimos principalmente la versión gasolina 1.2 TCe 130, un motor placentero y suficiente para impulsar sus 1.400 kg, bien secundado por la caja automática EDC de 7 relaciones, permitiéndonos llegar a los 195 km/h y hacer en 10 segundos el 0 a 100 km/h. Un motor de agradable suavidad y buen empuje al que no hay nada que objetar en prestaciones, aunque nuestras mayores alabanzas al familiar de Renault van por sus aspectos prácticos, modularidad y funcionalidad, moderna presentación, completo equipamiento y buen precio (desde 24.250 € en nivel Zen con la caja EDC y sin aplicar posibles descuentos).

Niveles de equipamiento.- La carrocería familiar del Mégane ofrece los mismos acabados de la berlina, es decir, los Life, Intens, Zen, GT Line, Bose y GT, éste último exclusivo de las dos versiones más potentes en diesel y gasolina. Todos traen de serie aire acondicionado, asistente de arranque en cuesta, ordenador de a bordo, programador de velocidad o conexión Bluetooth para teléfono móvil, siendo como es lógico el más completo el de los GT, que adopta además distintos parachoques, llantas de aleación exclusivas de 18” con neumáticos de 225/40, parrilla negra en panal de abeja, etc. Y como en la berlina, puede lucir el llamativo color “Azul Rayo” en su carrocería (también los GT Line) y la exclusiva dirección a las cuatro ruedas “4Control”, ya conocida en otros Renault, como el Talisman o el Espace.

En cuanto a precios, el nuevo Mégane Sport Tourer se ofrece desde 19.650 euros (TCe 100 en Nivel Life, que con la promoción de descuento por lanzamiento se queda en 17.334 ) hasta los 32.250 euros (GT dCi 165 EDC, que con el descuento se queda en 28.511 euros), lo que viene a suponer entre 500 y 750 euros más, a igualdad de nivel y motorización, sobre las versiones equivalentes del Mégane berlina. Son unos precios muy atractivos para un coche que gana mucho en habitabilidad y funcionalidad.

Versiones del modelo: 'Megane'

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