El discreto encanto de la racionalidad

A la nueva Opel, integrada dentro del grupo galo PSA, no se la puede negar el gran éxito que está cosechando con el nuevo Corsa, primo hermano del nuevo Peugeot 208, y que ofrece la misma funcionalidad y tecnología de éste último bajo un diseño con personalidad y buen gusto, a un precio más competitivo al contar con el encanto añadido de ser “made in Spain”.

Fabricado en la planta maña de Figueruelas, este Corsa “sexta generación” se ofrece en el actual formato típico del polivalente 5 puertas (que es el auténticamente compacto), con sus 4,06 m de largo por 1,77 de ancho y 1,44 m de alto, sobre la misma plataforma modular CMP que comparte con el 208, de 2,54 m de batalla.

Con la misma oferta motriz de su primo del león, los tricilíndricos 1.2T de 75, 100 y 130 CV en gasolina y el 1.5 turbodiesel de 102 CV, junto a una versión eléctrica pura de 136 CV, es un turismo de carrocería dos volúmenes con 5 puertas, tracción delantera y cambio manual (de 5 relaciones en el 75 CV y con 6 en todos los demás, que pueden además montar en opción el automático EAT8).

Hemos elegido la versión intermedia 1.2T de 100 CV, disponible en el nivel Elegance por 16.100 euros (nuestra unidad llevaba extras por valor de unos 2.000 euros más) y por 1.800 más en el exclusivo GS Line, pero que de hecho se pueden obtener aun más barato en el concesionario, con las últimas ofertas y promociones, para poder hacer frente a la nutrida competencia de su segmento (en especial a los Ford Fiesta, Renault Clio y Seat Ibiza, sin olvidar a sus primos los Citroën C3 y Peugeot 208 y a los coreanos Hyundai i20/ Kia Rio).

Prueba Opel Corsa 1.2T (100 CV) Elegance: algo más que un clon

El coche es francamente bonito y elegante, dentro de un diseño muy normal y nada extravagante, que no pasará pronto de moda como otros más llamativos. Parece más ancho que su primo el 208, gracias a una parrilla apaisada y a sus faros (de diodos) más estirados, junto con la forma del paragolpes.

Las luces diurnas se alojan en los huecos de las esquinas, y detrás, la pintura negra a contraste de techo y portón también le hace parecer más ancho, aunque luego la menor superficie acristalada (y transparente) empeore su visibilidad respecto al anterior Corsa, aunque sea mejor en este punto que la mayoría de sus rivales.

El acceso a las plazas traseras también es algo peor respecto al anterior Corsa, tanto por su menor ángulo de apertura como por su menor altura (hay 4 cm menos por arriba), y la zaga destaca por su creatividad estética, con grupos ópticos horizontales no muy exagerados, partidos entre portón y aletas, el logo Opel en medio del portón (con la discreta leyenda Corsa a un lado). Como reparo, el umbral de carga queda un poco alto y el limpialuneta es demasiado pequeño. Pero su estampa es más deportiva que antes.

La habitabilidad está a la altura de lo que se espera de un polivalente de 4 m de largo, manteniéndose en la media de su categoría, como el 208. La anchura posterior es muy decente (1,38 m) permitiendo acoger bastante bien a dos adultos corpulentos de hasta 1,80 m de estatura sin que toquen con su cabeza el techo, y a un niño en el medio (pero que no exija sillita, claro).

Delante la posición al volante es muy correcta, sin el Digital Cockpit tridimensional del 208 que obliga a ver el cuadro de instrumentación por encima del aro. La lectura del mismo es muy clara (puede ser digital, pero dado que no es configurable no lo vemos necesario) con los 4 relojes clásicos (los dos grandes para velocímetro y cuentavueltas, y los dos pequeños de temperatura del motor y nivel de combustible, con un pequeño “minidisplay” central con diversos datos del ordenador de a bordo (consumo, distancia para repostar, ayudas en servicio, etc).

El acceso al cambio de marchas es ideal y los asientos recogen bien la espalda, aunque pequen de banqueta algo corta, con un apoyacodos central práctico y bien situado, y pudiendo tener freno de mano por palanca (el eléctrico de tecla es opcional, montado en la unidad de prueba.

Detrás el plegado de asientos es asimétrico partido, sin apoyacodos central (lo normal en esta categoría) ni aireadores en su miniconsola, pero sí dos tomas USB (opcionales) y amplios huecos de puertas. En general, es un interior grato y acogedor, aunque no dispone de ajuste vertical de cinturones delanteros, ni portagafas, ni guantera iluminada…

Al menos trae bolsillos tras los respaldos y portaobjetos en las 4 puertas, pero abundan los plásticos duros y algunas racanerías (perfil simple de goma en los marcos de puertas en vez del doble del 208, ausencia de bandeja portaherramientas bajo el piso del maletero, yendo sueltos en el hueco los triángulos de emergencia, etc)…

Prueba Opel Corsa 1.2T (100 CV) Elegance: más amplio y más equipado

El maletero, con 309 litros oficiales (24 más que antes y casi diez más reales) está en la media del segmento, algo menor que los del Renault Clio, Seat Ibiza y Volkswagen Polo, mayor que los de los Toyota Yaris, Citroën C3, Hyundai i20 o Mazda2, e idéntico al del Ford Fiesta. Opel no dice la capacidad máxima con dos plazas (y abatidos los respaldos traseros) pero a ojo le calculamos los mismos mil litros que tiene en este caso el Ford Fiesta.

Bajo el plano de carga hay un inmenso hueco que permite alojar no sólo el kit antipinchazo de serie, sino una rueda de repuesto normal (Opel la ofrece en opción, junto con la de emergencia, al mismo precio -100€- cada una). En teoría perdería 40 litros con ella, pero no vemos tal pérdida si la bandeja del piso no se sube. Sólo se abaten los respaldos, y no quedan totalmente planos y enrasados con su piso.

De los tres niveles de acabado disponibles (Edition, Elegance y GS Line) sin duda nos quedamos con el Elegance. El GS Line simplemente refuerza la apariencia deportiva (parachoques distintos, carrocería en dos colores a contraste, salida de escape cromada, asientos deportivos y pedalier metalizado). Pero la suspensión es la misma del Elegance (las llantas de 17” con neumáticos 205/45 R17 son siempre opcionales).

En cuanto al nivel Elegance cuenta con bastantes más packs opcionales que permiten una mayor personalización del coche, desde los faros matriciales de diodos (LED Intellilux) con iluminación variable –muy eficaces- a los packs Premium, Safety, Navi y Navi Pro, Easy Entry & Start, etc… Los asistentes de mantenimiento de carril, frenada autónoma de emergencia (con sensor de peatones y ciclistas) y el control de crucero con limitador de velocidad son de serie, lo mismo que el lector de señales de tráfico, el sensor de cansancio de conducción o el retrovisor interior fotosensible.

Pero el control de crucero inteligente (adaptativo), el sensor de presencia en el ángulo muerto (y el lateral por proximidad de objetos al aparcar), o la cámara de visión trasera pasan a ser opcionales, y aunque los packs presentan precios asequibles, en cuanto escojamos tres ó cuatro nos vamos a los 2.000 euros extra…

Los asientos delanteros del nivel Elegance son tan cómodos como los del GS Line (que apenas se diferencian por los resaltes laterales, pero en los dos sin ajuste lumbar), y la postura al volante (que puede ir calefactado, algo poco usual en este segmento) permite encontrar la posición adecuada a cualquier talla, yendo sentados un poco más bajo que antes (3 cm menos).

En cuanto a los sistemas multimedia, este Corsa ofrece los mismos del Peugeot 208, que se diferencian por su tamaño de pantalla: el básico RF 400 (con pantalla táctil monocroma de 5”), el Multimedia RCE (pantalla de 7″ a color sin navegador), y los opcionales Multimedia Navi y Navi Pro (la misma de 7” pero con navegador, y de 10” en el Navi Pro). Todos compatibles con Bluetooth y salvo el básico RF400, también con Apple CarPlay y Android Auto.

Hay que decir que la diferencia real entre las dos pantallas superiores (la de 7” y la de 10”) es menor de lo que parece, ya que la mayor no aprovecha bien sus márgenes. Y en cuanto al navegador, es el mismo del 208 (Tom Tom) y no es ni muy rápido ni muy preciso, sobre todo comparado con el de los teléfonos móviles modernos. Por eso y frente a los 700 euros de su precio (Navi) o 1.200 (Navi Pro), quizá compense más utilizar el del móvil en el sistema multimedia RCE dado que es compatible tanto con Android como Apple.

Prueba Opel Corsa 1.2T (100 CV) Elegance: una mecánica conocida

Este Corsa 1.2T monta el tricilíndrico de gasolina 1.2 PureTech de PSA, aquí en su versión turbo de 101 CV a 5.500 rpm y 20,9 mkg de par a 1.750 rpm, una opción más que razonable para un coche que ha visto aligerado su peso en unos 40 kg (1.160 kg en orden de marcha) y mejorada su aerodinámica (Cx de 0,29).

Es un motor moderno de aleación ligera y con 4 válvulas por cilindro, pero alimentado por inyección indirecta multipunto y no directa como ya es habitual. Con cambio de 6 marchas resulta una opción de gama muy razonable, anunciando una velocidad punta de 188 km/h y 9,9 segundos de 0 a 100 km/h, cifras que mejoran ligeramente los registros oficiales del 208 con este mismo motor, para un consumo oficial combinado de 5,5 lts/100 km (WLTP).

Este 3 cilindros de 1.199 cc resulta más que suficiente en la carrocería del nuevo Corsa: resulta silencioso, vibra poco (pese a sus más de 9 cm de carrera de pistón) y ofrece una muy buena elasticidad general, con un margen de uso muy agradable entre 2.000 y 3.000 rpm. Sólo a coche cargado requiere un uso algo más decidido del cambio, pero en general se muestra muy ágil y cómodo tanto en carretera como en ciudad.

Dados sus largos desarrollos, a 120 km/h en 6ª se le nota algo lento de respuesta al recuperarse, pero para eso está el cambio, porque en 5ª (y no digamos 4ª) tiene fuerza de sobra. Es un motor que gira fino y suave desde 1.600 rpm (a menos delata su carácter tricilíndrico) y se muestra pleno entre 2.000 y 4.500 rpm, que es su arco ideal de uso.

Desde luego sube con rapidez por encima de las 5.000 rpm, pero si abusamos de los regímenes altos lo notaremos a la hora de repostar (no en vano es de inyección indirecta). Por su parte el cambio manual de 6 velocidades es cómodo y preciso, aunque con recorridos de palanca algo largos, con una 5ª brillante y una 6ª de descanso para poder rodar a 120 km/h a poco más de 2.200 rpm.

Nuestra unidad de prueba gastó un mínimo de 5,2 l/100 km en nuestro promedio de paseo en carretera (90/100 km/h) donde a menudo hay que rodar tanto en 5ª como en 6ª, hasta un máximo de 7,1 en ciudad (con tráfico relativamente fluido y sin atascos). El consumo en autopista a 120/130 km/h (el más significativo) superó un poco los 6 litros (6,2 l/100 km) pero lo más notable es que podemos rodar de forma continua a 140 km/h sin esfuerzo, sobre 3.000 rpm en 6ª sin que el consumo se dispare (6,5 l/100 km).

Prueba Opel Corsa 1.2T (100 CV) Elegance: comportamiento cómodo y eficaz

Respecto a su comportamiento dinámico, hay que decir que esta 6ª generación Corsa ha dado un salto cualitativo de primer orden, con un muy buen agarre como lo probamos en carreteras nacionales y autopistas. Lo mejor de todo es el gran equilibrio de reacciones, con una progresividad de las mismas que resta protagonismo a las ayudas electrónicas (pero que siempre están al quite, como debe ser).

En cuanto a los neumáticos opcionales de 205/45 de la unidad probada con llanta de 17″, siempre hemos dicho que ese perfil 45 para sólo 205 de ancho, perjudica mucho al confort al reducir drásticamente el colchón de aire del neumático, y si aún así el confort no es malo, hay que suponer más confort con los 195/55 R16 originales…

La unidad probada montaba los Michelin Primacy 4, de irreprochable agarre en seco y mojado, y lo cierto es que con ellos el coche se desenvuelve bien. Y sin ser un coche deportivo, presenta una gran agilidad en los cambios de apoyo y aunque por suspensión (sin duda algo blanda) no sea el más indicado para conducción deportiva en montaña, ofrece una notable agilidad de respuesta, con una amortiguación muy bien controlada (en eso es como el 208). Los frenos responden bien, aunque exigen cogerles un poco el tacto, ya que al principio parecen frenar más de lo que se quiere, pero una vez calientes resultan progresivos y resistentes.

Y un punto muy favorable de este coche es su iluminación nocturna: de serie ya trae faros de diodos, pero los opcionales Intelillux (600 €) con haz inteligente de la unidad probada son excelentes, con sus 8 módulos por faro con apagado selectivo de 4 según perciban la proximidad de otros coches.