La séptima generación se pone al día

En 2017 Ford lanzó al mercado la séptima generación de su polivalente más longevo y popular, el Fiesta, el cual actualiza ahora para consolidar su posición en el mercado con mayores niveles de conectividad y electrificación.

Este rediseño que llegará al año que viene, es muy necesario para mantenerse al día y aguantar la competencia de los Seat Ibiza, VW Polo y Opel Corsa como principales rivales, sin desdeñar a otros como el Citroën C3, el Kia Rio o el Hyundai i20… Y el Fiesta lo hace con un rediseño de estilo, más conectividad y mejor equipamiento, junto a una gama de motores de gasolina (adiós al diésel) con posibilidad de hibridación ligera “mild hybrid” a 48 voltios.

Por fuera los cambios son más bien cosméticos: nuevo parachoques delantero algo más agresivo, mayor rejilla, nuevos faros (ahora de diodos en todas sus versiones, incluida la opción de los Matrix LED de iluminación variable, para poder usar luces largas sin deslumbrar y también ofrecer una iluminación más selectiva). Las diferencias entre los 4 niveles de acabado (Trend, Titanium, ST-Line y Active) se acentúan, adoptando elementos específicos propios de cada uno junto a una nueva carta de colores de carrocería, diseños y medidas de llantas (de hasta 18”) y nuevos equipamientos, y el acabado de la parrilla frontal varía según los niveles de acabado.

Así los Fiesta Trend y Titanium llevan una parrilla de lamas horizontales y marco cromado, con tomas específicas laterales de aire en el parachoques, mientras que el ST Line luce su parrilla frontal negra con dibujo hexagonal (en panal de abeja) y las tomas laterales en color carrocería, con otra inferior más grande que refuerza su aspecto deportivo. El logo oval de Ford pasa del capó al medio de la parrilla y en la zaga los pilotos mantienen su forma y tamaño pero ahora lucen bordes oscuros y cambia su firma luminosa diurna, simultánea con la delantera. La versión campera Active (tipo semiSUV) se distancia más de las otras con sus protecciones exclusivas en los pasos de rueda, aletas, parrilla de lamas negras verticales, y tomas de aire distintas, más altas y destacadas. Y de propina, los paquetes Vignale contribuyen a mejorar su dotación general de equipamiento así como el nivel de calidad percibida.

Interior más tecnológico

En el interior, el mayor cambio lo encontramos en el nuevo cuadro de instrumentación digital, mediante una pantalla de 12,3” (31 cm) totalmente configurable. El equipo multimedia (con pantalla táctil de 8”) se actualiza, partiendo siempre del SYNC 3 de 2015 (ahora renovado como SYNC 36); compatible con entornos Android Auto y Apple Car Play, cuenta con la novedad de poder disponer de una alerta de Ocupantes Traseros, diseñada para evitar que se puedan dejar a los niños o a las mascotas dentro del coche por olvido o despiste. El sistema dispone también de mando por voz, cámara de visión trasera a 180º, soporte de carga inalámbrica de móviles, equipo hi-fi Bang & Olufsen (con 575W y 10 altavoces), etc, etc. Y hay que subrayar que incorpora de serie el sistema FordPass Connect, para consultar datos del vehículo a través de una aplicación de teléfono móvil (situación, kilometraje, nivel de combustible, presión de neumáticos, bloqueo de puertas, etc).

Estrena además dos nuevas ayudas a la conducción (ADAS), como la “Alerta de Dirección Contraria”, que utiliza la cámara del parabrisas del lector de señales de tráfico. Así, si el coche traspasa dos señales de «Prohibido el paso» como las que se ponen en autopista, o de dirección prohibida, se produce una alerta al conductor de forma sonora y visual.

También, este renovado Fiesta equipa un control de crucero activo con “Stop & Go” (detiene y reanuda automáticamente la marcha en los atascos), siempre que monte el cambio automático Powershift). Y además, otras ADAS más generalizadas como la frenada automática de emergencia, la alerta por tráfico posterior cruzado, sensor de presencia en el ángulo muerto, aviso de mantenimiento de carril, asistente de aparcamiento autónomo (Active Park Assist), etc.

En cuanto a modos de conducción tenemos los tres clásicos (Normal, Sport y Eco) actuando sobre el control de tracción y el ESC, así como el acelerador (y los tiempos de los cambios de marcha en las versiones con caja automática), junto a dos modos específicos del Fiesta Active (Trail y Slippery) y uno exclusivo del deportivo Fiesta ST (el modo Track para conducción de máximas prestaciones en pista de circuito).

Adiós diésel, hola «mild hybrid»

La oferta mecánica se centra en 4 motores de gasolina y tres cilindros, cubicando todos un litro de cilindrada (litro y medio en el ST). Pero la gran novedad es su hibridación ligera a 48 voltios (EcoBoost Hybrid MHEV), mediante el mismo sistema de los Focus y Puma, o sea con un motor de arranque / alternador integrado conectado al motor de combustión por una correa, que les permite lucir la etiqueta “ECO” de la DGT.

Estos Fiesta Ecoboost se ofrecen como antes en 100, 125 y 155 CV de potencia, con el nivel de acceso en el 1.0 Ecoboost de 100 CV que, sin sistema «mild hybrid», homologa un consumo medio de 5,2 l/100 km (ciclo WLTP) asociado a un cambio manual de 6 marchas. El 1.0 Ecoboost MHEV de 125 CV mejora este consumo del 5% al 10%, homologando 4,9 l/100 km, y pudiendo montar tanto el cambio manual de 6 relaciones como el Powershift automático por doble embrague y 7 marchas.

Mención aparte merece el Fiesta ST, la versión más deportiva que monta también el motor tricilíndrico turbo de 1.5 litros con 200 CV, con ligeras modificaciones que le hacen entregar la potencia a 6.200 rpm (+200 rpm) e incrementar el par máximo de 29,5 a 32,6 mkg (entre 1.600 y 4.000 rpm). Mantiene las prestaciones con una velocidad punta de 230 km/h y 6,5 segundos de 0 a 100 km/h, y como ahora con equipamientos exclusivos como los muelles vectoriales de su suspensión o el diferencial de deslizamiento limitado (LSD) que hace las veces de autoblocante.

Estrena nuevos asientos delanteros más anatómicos, con hasta 14 ajustes diferentes, y se ofrece también con un color exclusivo (el verde metalizado ST Mean Green, ya visto en los Puma ST). También como ya hemos citado antes, este nuevo Fiesta ST dispone de otro modo de conducción añadido, el Track (que reemplaza al Eco) para una conducción deportiva en circuito, que desactiva el control de tracción y amplia los límites del control de estabilidad, haciéndolo menos intrusivo.

Todavía pendientes de saber sus precios, Ford podría anticipar el lanzamiento del nuevo Fiesta para final de año, aunque lo más probable es que se produzca durante el primer trimestre de 2022.