Ferrari F80: el no va más híbrido

10 enero, 2025
J. Robredo

La nueva referencia “rossa”

El prestigioso constructor italiano ha presentado su último superdeportivo de producción limitada, bajo el nombre de Ferrari F80, dotado con un conjunto híbrido con motor V6 que se erige como el modelo de producción más potente y caro de su historia.

Este superespecial hiperdeportivo entra en la saga de los modelos míticos de la marca del “cavallino”, como son los legendarios GTO, F40, F50, Enzo y LaFerrari. Su alta tecnología fusiona los avances de la marca en competición aportados por el 499P, ganador de la última edición de Le Mans, con el monoplaza actual de Fórmula 1, siendo una auténtica referencia en cuanto a innovación. Sin embargo, por sus medidas este Ferrari F80 no es precisamente un compacto, ya que mide 4,84 m de largo y 2,06 m de ancho, por sólo 1,14 m de alto, sobre una plataforma de 2,67 m de batalla.

Ferrari F80: el no va más híbrido

Su diseño se inspira en los íconos de Ferrari del pasado, con los pronunciados pasos de rueda delanteros que hacen referencia al F40 y al Enzo, mientras que el estilo trasero hace eco del clásico 330 P3. La prolongada forma de la zaga se explica por la necesidad de acoger el sistema híbrido de propulsión, con una cubierta con seis tomas de aire para ventilar su poderoso motor de gasolina. Su línea recuerda a la de otros Ferrari como el Daytona SP3 o la de clásicos como el 288 GTO (frontal negro) o el F40 (paragolpes), con la aerodinámica presidiendo su funcionalidad.

Habitáculo inspirado en un monoplaza

La cabina fue diseñada principalmente para el conductor con lo que Ferrari llama una configuración 1+, claramente inspirado en el de los monoplazas de Fórmula 1 de la marca italiana y dotada de un habitáculo asimétrico con dos asientos que no están del todo alineados entre sí (el del acompañante queda algo más retrasado).

Ferrari F80: el no va más híbrido

El conductor dispone de un volante cuadrangular más bien pequeño, y su asiento puede ajustarse en múltiples posiciones tanto para mejorar el confort de conducción como la seguridad en caso de impacto lateral. En el salpicadero dispone de controles físicos, más fáciles de accionar que los digitales dominantes en otros modelos recientes de la marca del “cavallino”, con los mandos y el cuadro de instrumentos orientados hacia él.

El bastidor es igualmente tan revolucionario como su mecánica y cuenta con un monocasco hecho íntegramente en fibra de carbono, como la mayor parte de los paneles de la carrocería, anunciando una resistencia a la torsión un 50% mayor que el LaFerrari. Pese a ello, y teniendo que es un híbrido no enchufable, su peso en vacío y en seco (sin fluidos) se ha contenido en los 1.525 kg, lo que supone poco más de 1.600 kg en orden de marcha con una plaza.

Ferrari F80: el no va más híbrido

Aerodinámica de alta competición

Ante su nivel de prestaciones se ha hecho necesario asegurar la generación de una suficiente fuerza vertical para sujetarlo al suelo, con más de una tonelada de “down force” (1.050 kg) a 250 km/h, el doble de la que genera un SF90 a la misma velocidad y superior a los 870 kg que produce un Ferrari 296 Challenge en circuito.

Pocos coches existen capaces de superar los 1.000 kg de fuerza vertical aerodinámica (salvo los F1), un límite también funcional porque por encima se castiga mucho a los neumáticos al aumentar su presión contra el suelo. Además, el Ferrari F80 reparte de forma proporcionada esta presión (460 kg sobre el eje delantero y 590 sobre el trasero) a través de sus deflectores, difusor y su alerón posterior móvil, mediante un conjunto móvil que además afloja su presión cuando no es necesaria.

Esta ayuda aerodinámica también se aplica en la frenada, logrando detener el coche a 100 km/h en sólo 28 metros, contando con la resistencia de su chasis de fibra de carbono y la brutal eficacia de unos frenos con discos carbocerámicos de 408 mm de diámetro en el eje delantero y 390 mm en el trasero, con pinzas de 6 y 4 pistones en cada uno, actuando sobre unas llantas de 20” delante y 21” detrás, calzadas con neumáticos de 285/30 ZR20 y 345/30 ZR21 respectivamente (Michelin Sport Cup 2 o Cup 2R).

Ferrari F80: sistema híbrido

Este nuevo Ferrari F80 recurre a un sistema de propulsión híbrida basado en un motor de gasolina de 6 cilindros en V abierta (a 120º) de 3 litros, lubricado por cárter seco y sobrealimentado por primera vez en la marca por dos turbos eléctricos (uno por bancada) que reducen el retardo y mejoran la respuesta del acelerador.

Situado en posición longitudinal central, este V6 de 2.992 cc logra dar 900 CV a nada menos que 8.750 rpm, con el corte de inyección a 9.200 rpm) y se ve complementado por un motor eléctrico integrado en punta a su cigüeñal (adopta la forma de una unidad de recuperación de energía «MGU-K», como los de la Fórmula 1) capaz de dar 60 kW (82 CV) y recuperar energía hasta los 70 kW, lo que permite contar con 1.000 CV en condiciones normales, y a éste se suman otros dos motores eléctricos (uno en cada rueda delantera) de un rendimiento muy elevado, capaces de entregar cada uno 105 kW (143 CV) y 121 Nm (12,3 mkg).

De este modo, el conjunto híbrido suma un total de 1.200 CV, lo que le convierte en el Ferrari más potente de la historia, con un par máximo de 850 Nm a 5.550 rpm, incluyendo el par variable eléctrico del motor auxiliar trasero, aunque con todos ellos el par puede llegar a tener picos de más 95 mkg, en función de sus tres modos de conducción (Hybrid, Performance y Qualify), aunque al carecer de una hibridación PHEV no disponga de un modo 100% eléctrico e-Drive (aunque por potencia eléctrica podría de sobra), si bien puede recorrer cierta distancia con el motor térmico apagado.

Con sólo 1.525 kg de peso en vacío puede acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 2,15 segundos (y de 0 a 200 km/h en apenas 5,75 segundos, batiendo tanto al Mercedes-AMG One como al McLaren W1), unas prestaciones estratosféricas, junto con su velocidad punta de 350 km/h (y encima autolimitada). La relación peso potencia es igualmente espectacular, con 1,27 kg por CV para ofrecer un potente sistema de propulsión inspirado en los monoplazas de Fórmula 1 de Ferrari.

Los tres motores eléctricos se alimentan a través de una batería de 2,28 kWh que funciona con corriente continua a una tensión nominal de 800 voltios, muy compacta y ligera (sólo 39 kg), situada en posición transversal  detrás del habitáculo. Su potencia máxima de descarga es de 242 kW (329 CV), insuficiente para alimentar a pleno rendimiento a los tres motores eléctricos a la vez, aunque no se queda lejos, aparte de que incluso a toda potencia ninguno llegaría simultáneamente a entregarla toda.

Por otra parte el nivel de recuperación de energía es muy sofisticado, ya que aparte de los sistemas de recuperación cinética a la retención y frenada el F80 dispone también del sistema MGU-H (Motor Generator Unit-Heat), por el que mediante un transformador eléctrico térmico recupera la energía del elevado calor contenido en los gases de escape.

Este complejo sistema motriz híbrido permite contar con tracción total 4×4 (e-AWD) a través de una caja manual robotizada de doble embrague y 8 relaciones, la misma de los monoplazas de Fórmula 1. La suspensión repite también el esquema multibrazo de triángulos superpuestos de los Fórmula 1, recurriendo a una suspensión activa Multimatic, con control individual de cada rueda mediante unos motores eléctricos a 48V que regulan la fuerza sobre el amortiguador según el tipo del piso y las condiciones de conducción, y diseñada para extraer el máximo rendimiento durante su conducción en circuito, con piezas de fundición ultraligeras creadas bajo impresión en 3D.

Este sofisticado superdeportivo híbrido anuncia un precio más allá de todo lo razonable incluso en su elitista segmento, nada menos que 3,6 millones de euros, lo que le convierte en el Ferrari de producción comercial más caro hasta la fecha, pero con el valor de ser en estos momentos el no va más de la excelencia motriz. Pese a tratarse de una serie no tan limitada, y tener un precio desorbitado, las 799 unidades previstas parecen tener ya dueño potencial, conscientes de que este Ferrari formará parte la historia del “cavallino”.

Las primeras entregas del F80 no llegarán hasta el cuarto trimestre de 2025 y se espera que la producción se prolongue hasta finales de 2027, coincidiendo con los primeros 80 años de la historia de Ferrari.