BMW R 1250 GS Adventure (Primera prueba)

J. Botella

Trail trotamundos

El éxito en ventas de la gama GS de BMW reside en la versatilidad de este tipo de modelos, estando esta nueva propuesta R 1250 GS Adventure, orientada a un usuario con manos expertas en off-road.

Con estas motocicletas se puede afrontar, con altos niveles de seguridad, comprometidos recorridos sobre asfalto y también fuera de él. Pero lo cierto es que cuando ves una GS pocas salpicaduras de barro vamos a encontrar en ella. Pero sí; hay usuarios hábiles en el enduro que quieren meterse con motos de más de 200 kilos por pistas y senderos. Para ellos, BMW ofrece su recién actualizada GS 1250 Adventure, una nueva versión en la gama GS que, sin lugar a dudas, tiene un merecido hueco en un mercado al alza, el de las mega-Trail.

Leves pero evidentes modificaciones

Sus rasgos externos en poco o nada difieren a primera vista de la R 1250 GS (un éxito de ventas en su segmento), pero si nos fijamos un poco más en su “exo-esqueleto” que arropa y protege cilindros, radiadores y parte de la carrocería, y en los protectores de manetas en el manillar, quizá sean los elementos que la delatan como una moto pensada más para el todoterreno que para moverse sobre asfalto. Defensas de protección, llantas de radios, soportes para equipajes en los laterales y en la parte trasera, configuran una moto pensada para largos recorridos On y Off road.

También su asiento, más pequeño, más de enduro incluso, pero no por ello más incómodo, puede ser otro factor; pero lo que sí que la distingue es su voluminoso depósito de combustible con capacidad para 30 litros que no molesta a la postura de conducción, lo que le permite una gran autonomía, aunque también le aporta unos 20 kilos más de peso con respecto a la R 1250 GS “estándar” por definirla de alguna manera.

El resto, desde su motor de dos cilindros opuestos tipo “bóxer” refrigerado por líquido y aire a la vez, y sus 136 CV de potencia, así como su chasis y frenos, no cambian, por lo que en un principio parecería que son dos motos idénticas con precios distintos, pero no: no es así. La BMW GS 1250 R Adventure es una moto de enduro gracias a una electrónica muy elaborada en la que no solo disfrutamos de habituales modos de conducción “Road” y “Raid”, sino también, eso sí: como opción, podremos disfrutar de otros como “Dynamic”, “Dynamic pro”, “Enduro” y “Enduro pro”, y ahí es donde radica la gran diferencia, ya que esta moto se puede programar a gusto del usuario hasta en el más mínimo de los detalles: ABS, Suspensiones, freno motor y un largo etcétera.

Su conducción por ciudad o asfalto es como otras Trail, pero si acudimos al modo Enduro o Enduro pro, la cosa cambia radicalmente. Y si además, solicitamos neumáticos de tacos (de serie monta unos mixtos) esta trotamundos se transforma en una máquina efectiva en cualquier tipo de terreno inconsistente por severo que este sea. Ello hace que quién la conduzca deba disponer de una mínima habilidad -manos- en eso de la práctica del Enduro, porque entre nuestras piernas dispondremos de 136 caballos de potencia que aparecen de pronto y en ciertos entornos, fuera del asfalto en concreto, siendo un potencial muy a tener en cuenta; pese a ello es ágil y puedes sortear los obstáculos con seguridad.

En lo anterior, contribuye sin duda la altura del asiento y la forma del depósito que permite un pilotaje de pie, tipo enduro, muy cómodo. En carretera es una auténtica Trail que se mueve con soltura. En caminos, senderos y pistas es una verdadera moto de enduro que, pese a sus 268 kilos, se muestra manejable pero que requiere por parte de su piloto, de una cuidadosa atención; es, en suma, una moto generadora de altas dosis de adrenalina.

Como no podía ser de otra manera, dispone de una pantalla de TFT con amplias posibilidades de conectividad, un detalle imprescindible para ese nicho de mercado que define a los auténticos “trotamundos”.

Ficha técnica