Aston Martin DB12

6 junio, 2023
J. Robredo

Llega el “superturismo”

Este nuevo Aston Martin DB12 tiene el difícil papel de relevar al DB11, uno de los deportivos más exclusivos de la marca que estrenó su etapa dentro del grupo Daimler y tras una notable aceptación dentro de su carácter minoritario, como un GT superdeportivo de 4 plazas, de ahí el apelativo de “superturismo”, que llega justo en el año en que se celebra el 110 cumpleaños de Aston Martin junto con el aniversario de la saga DB creada por David Brown hace 75 años.

La marca británica de superdeportivos, que atraviesa un momento dulce de su historia deportiva gracias al brillante papel que está desempeñando en la Fórmula 1 gracias a nuestro supercampeón, Fernando Alonso, ha aprovechado este tirón para lanzar el nuevo Aston Martin DB12 presentado como el primer “superturismo” de la marca de Gaydon.

Aston Martin DB12

La estampa del nuevo Aston Martin DB12 supone una suave evolución del DB11 de 2016, con algunos guiños tanto al Vantage como al Walhalla. Bajo una estética continuista respecto a la de su predecesor, destaca la enorme parrilla de su frontal, con el emblema de la marca sobre la misma, mientras que la zaga se remata tras una progresiva caída del techo rematada en un final muy parecido al del DB11, con los grupos ópticos en forma de C y un alerón activo sobre la tapa del maletero.

Por abajo, destaca un sobresaliente parachoques negro que integra las salidas de escape integradas en sus extremos. Los pilotos se prolongan hacia el centro sin unirse, con el logo central de la marca junto a la leyenda Aston Martin. En conjunto, el nuevo Aston Martin DB12 mantiene el perfil coupé del DB11 pero bajo unas líneas algo más suaves y menos agresivas, concentrando esta última en su poderosa parrilla frontal, que recupera la tradición Aston de las grandes rejillas achaflanadas con finas lamas cromadas horizontales.

Aston Martin DB12

En general no vemos un cambio radical sino una evolución de su predecesor, con un ligero mayor ancho de vías (poco más de medio cm delante y dos detrás) y un lateral robusto, con dos macizos montantes traseros al techo que según se le mire llegan a ocultar parte de las ventanillas traseras, y un impresionante tren rodante con unas enormes llantas de aleación forjada de 21” de diámetro (con hasta tres diseños, y 8 kg menos de peso sobre las del DB11). La limpieza de líneas queda subrayada por los nuevos retrovisores externos más pequeños y sin marco, en beneficio de la aerodinámica.

También destaca el nuevo diseño de los faros de diodos, más perfilados, todo ello dentro de unas medidas nada exageradas para un coupé de 4 plazas; 4,72 m de largo, 2,06 m de ancho y 1,29 m de alto, sobre una plataforma de 2,80 m de batalla, con un peso total en orden de marcha de 1.685 kg.

Aston Martin DB12

Repasando el chasis, comprobamos que la marca de Gaydon sigue fiel a su estructura en aluminio, ahora un 7% más rígida a la torsión sobre su antecesor. Ello ha hecho según Aston Martin que este nuevo DB12 sea el más ágil de la saga hasta la fecha, unido a la ayuda de su amortiguación progresiva y el diferencial electrónico trasero (E-Diff), que reparte ahora la fuerza motriz a las ruedas traseras de forma más precisa y uniforme que un clásico diferencial autoblocante mecánico, mientras que los nuevos amortiguadores inteligentes ajustan su tarado de forma automática en función del modo de conducción seleccionado.

Los frenos están igualmente a la altura de sus poderosas prestaciones, con discos de fundición ventilados y ranurados de 40 cm de diámetro delante y 36 cm detrás, y que en opción pueden ser cerámicos reforzados con fibra de carbono, que además de rebajar su peso en 27 kg mantienen su potencia frenante por encima de los 800º… Asimismo Aston Martin ha modificado la asistencia de la dirección, a fin de mejorar su tacto.

Aston Martin DB12: adiós al V12

Y ya finalmente llegamos al motor: esta vez ya no tenemos el V12 del DB11, sino el V8 biturbo de 4 litros firmado por Mercedes-AMG que montan otros modelos de la marca de Gaydon, soplado por dos turbocompresores (uno por bancada, con sus correspondientes “intercoolers”), alimentado por inyección directa y que rinde ahora nada menos que 680 CV a 6.000 rpm (unos 70 más que el V12 del DB11 y 170 más que su predecesor con este mismo V8 4.0).

Con 81,6 mkg de par máximo constante entre 2.750 y 6.000 rpm acelera de 0 a 100 km/h en sólo 3,6 segundos y anuncia una velocidad punta de 325 km/h. Su tracción es exclusivamente al eje trasero, dotado del ya citado diferencial autoblocante electrónico, con árbol de la transmisión en fibra de carbono y una caja automática secuencial por convertidor de par de 8 velocidades (una menos que en los DBX).

El aumento del rendimiento del V8 (un 34% más) se ha obtenido a base de aumentar la relación de compresión, y montar dos turbocompresores más grandes, junto a un mayor dimensionamiento del sistema de refrigeración, con dos enfriadores auxiliares al radiador principal. El cambio cuenta con cinco modos específicos de conducción, a los que hay que añadir cuatro más que modifican la respuesta del control de estabilidad (normal, sobre piso mojado, el nivel Track para circuito y finalmente el desactivado).

Con mayor digitalización

En cuanto al interior, Aston Martin se ha rendido a la apuesta digital de la mayor parte de sus rivales, cambiando radicalmente respecto al del DB11. En el salpicadero encontramos dos pantallas digitales de 10,25”, una para el cuadro digital de instrumentación y la otra para el sistema multimedia. Esta última se sitúa casi al comienzo de la consola central, unida al salpicadero. Según la marca, la pantalla multimedia ofrece un control táctil de respuesta ultrarrápida (sólo 0,3 segundos para reaccionar a las órdenes) y es compatible de forma inalámbrica con los entornos Apple CarPlay y Android Auto, además de contar con actualizaciones permanentes “over the air”, y con funciones añadidas como la navegación conectada, servicios por suscripción o una app de control a distancia a través del teléfono móvil.

Sin embargo, Aston Martin ha tenido el buen gusto, pese a su rápida capacidad de respuesta, de mantener los mandos físicos para algunas funciones esenciales como la climatización o la selección de modos de conducción, agrupados junto a los del volumen multimedia de sonido, calefactado de lunas, control de tracción, dureza de suspensión, sonido del escape, etc.

El volante multifunción es totalmente nuevo, ligeramente achatado por abajo y cuenta justo por detrás con las levas del cambio secuencial (en fibra de carbono) que van ancladas a la columna de la dirección y permanecen fijas cuando se gira el volante. En general, la cabina está perfectamente rematada de modo artesanal, de forma lujosa pero con detalles de buen gusto como la tapicería aromatizada en piel (Bridge of Weir) y cosida a mano.

Predomina el diseño interior aeronáutico estilo “super jet”, con un abultado túnel central flotante que separa de forma radical las dos plazas delanteras dejando al conductor en la mejor posición de pilotaje. Entre el equipo opcional, no podía faltar un sofisticado equipo hi-fi de sonido envolvente capaz de utilizar diversos soportes, firmado por Bowers & Wilkins con 15 altavoces y 1.170 W de potencia.

Detrás, las dos plazas son más generosas de lo habitual en los coupés 2+2, aunque sin llegar a la comodidad de un Gran Turismo. En todo caso como “superturismo” de 4 plazas este Aston DB12 no tiene muchos rivales entre los superdeportivos de su talla (en realidad el Ferrari GTC4 Lusso por el lado más deportivo, y el Bentley Continental GT por el más lujoso, ambos entre los 635 y 690 CV y al filo de los 300.000 euros), que es lo que se le calcula cueste este espectacular Aston Martin DB12.

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