Alfa Romeo 33 Stradale 2024: vuelve el icono de los 60

26 diciembre, 2023
J. Robredo

Un homenaje a su historia

La marca italiana ha recuperado para sorpresa de sus seguidores «alfistas» el Alfa Romeo 33 Stradale, icono de los años 60, ahora reconvertido en un supercar de producción muy limitada y artesanal que entra de lleno en el club de las joyas automovilísticas modernas, con diferentes tecnologías de propulsión disponibles y entregas en 2024.

El Alfa Romeo 33 Stradale fue un modelo construido entre 1967 y 1969, derivado del exitoso Tipo 33 de competición. La marca, entusiasmada por su regreso a la competición, decidió construir ese mismo año una tirada limitada a 18 unidades (hechas a medida) para poder ser conducidas en carreteras abiertas, que combinaban las prestaciones del Tipo 33 de carreras, aunque desinflando la potencia de su V12 de 2.0 litros de 270 a 230 CV, con el confort y la facilidad de conducción adecuados para el uso diario.

Alfa Romeo 33 Stradale 2024: vuelve el icono de los 60

Pero más allá de introducir un modelo exclusivo (para muchos, uno de los modelos más bellos del automovilismo deportivo) representado a través del equilibrio de sus formas, la pureza de sus líneas y la elegancia de cada uno de sus detalles, seis de estos chasis sirvieron para fabricar prototipos que anticiparon dos décadas de diseño automovilístico: el Carabo (1968), el P33 Roadster GS (1968), el 33/2 Coupé Speciale (1969), el Cuneo (1971), la Iguana (1969) y el Navajo (1976). Es decir, el Alfa Romeo 33 Stradale ha marcado no sólo la historia de la marca, sino también la del diseño italiano.

Construyendo un nuevo mito

Para celebrar el regreso a la producción “fuori serie” (o sea modelos exclusivos artesanales no producidos en gran serie), la marca del “biscione” resucita su nombre y estilo a los 56 años de su debut como coche de competición, en un nuevo modelo del que se fabricarán exclusivamente 33 unidades, todas ya vendidas de antemano (al menos una llegará a España), a un precio de más de un millón de euros y todas producto de un montaje artesanal en la recién refundada “Bottega” de la marca (algo así como un taller artesanal) con la que se denomina la división creada por el Centro Stile Alfa Romeo bajo la dirección del diseñador español Alejandro Mesonero-Romanos.

Alfa Romeo 33 Stradale 2024: vuelve el icono de los 60

La exclusividad llega hasta el punto de que su monocasco y carrocería será montada por Carrozzeria Touring Superleggera y cada cliente contará con un equipo de la “bottega” para llevar a cabo la personalización del coche hasta el menor detalle, pudiendo elegir hasta los últimos 8 dígitos del número de chasis, que quedarán grabados en la consola central del vehículo. El hecho es que la nueva “bottega” de la marca fabricará los coches uno a uno, con un máximo de tres unidades a la vez, lo que explica su lenta entrega durante 2024

Diseño inspirado en un mito

Como biplaza de motor central presenta un diseño muy equilibrado y proporcionado, encontrando claras referencias al Alfa Romeo 33 Stradale del 67, con un frontal muy bajo presidido por el escudo de la marca en formato pequeño (se puede pedir en formato clásico o en 3D) sobre la estrecha parrilla y unos faros carenados de diodos elípticos situados al frente de las protuberancias laterales. En este caso, la luz diurna la forma una línea vertical, y se ve el mecanismo que permite mover cada uno de los faros.

Con las puertas de apertura vertical en élitros, monta un techo solar panorámico transparente que aumenta la visibilidad exterior y mejora la iluminación natural interior. Sorprende que al no recurrir a sistemas aerodinámicos activos, su aerodinámica no es nada especial, de hecho es bastante mala consiguiendo un Cx de 0,375 pese a lucir una esbelta y baja cintura flanqueada por dos grandes tomas de aire laterales (una a cada lado) y decorada con el detalle del «Quadrifoglio» pintado y unas llamativas llantas de aleación forjada de 20” de diámetro en color bronce, con neumáticos 245/35 ZR20 delante y 305/30 ZR20 detrás.

Bastante diferente de la del 33 de Franco Scaglione en 1967, ahora también luce una “coda tronca” pero con forma central de V y grupos ópticos redondos (lejos de los primitivos sencillos de los Fiat 850) con una parte integrada en los pilotos traseros y otra que surge de los guardabarros laterales, una tumbada luneta de policarbonato y dobles salidas de escape (en la versión térmica) emplazadas en las esquinas, integradas en el paragolpes de carbono, sobre el difusor trasero. Como guiño retro, tanto el capó como el maletero se abren como el original, basculando hacia los extremos del coche, ofreciendo un acceso rápido al motor.

Alfa Romeo 33 Stradale 2024: vuelve el icono de los 60

Interior clásico o deportivo

En el interior tenemos dos acabados: Tributo y Alfa Corse. El primero rinde homenaje al original, mientras que el Alfa Corse saca el lado más deportivo del 33 Stradale. Hay un aspecto que comparten ambos acabados, y es el minimalismo en el diseño, enfocándose en la experiencia de conducción más que en el lujo, si bien cuenta con una pantalla táctil de tipo retráctil que permanece oculta en las fotos. En el acabado Tributo predominan materiales dominantes como la piel y el aluminio, mientras que en el Alfa Corse cobra protagonismo el tejido Alcantara y la fibra de carbono.

El salpicadero de diseño muy limpio, está fabricado en aluminio, fibra de carbono, cuero o Alcantara, en diversas combinaciones o en mayor o menor proporción de estos componentes, siempre a gusto del cliente. El volante no trae ningún mando en él, y cuenta con un diseño deportivo de tres radios. La instrumentación en forma de «telescopio» ofrece la información necesaria a través de la pantalla digital, y ofrece diferentes gráficos y formatos dependiendo del modo de conducción seleccionado (Road o Track).

Los modos de conducción se activan desde el túnel central, con el Road entrando en acción al arrancar el coche para ofrecer una entrega suave de la potencia, la sensibilidad normal de los pedales, suspensión no muy dura, transmisión fluida y válvulas de escape activas a partir de 5.000 rpm. En cambio, si se elige el modo Track, la conducción es mucho más deportiva, con máxima entrega de potencia, pedales de respuesta rápida y suspensión dura; y en caso de montar el motor V6 biturbo, el cambio es más rápido y el control de tracción se desactiva.

Los asientos son una interpretación actual de los originales, tanto por colores como en sus perfiles laterales, disponiendo de ajuste eléctrico (6 posiciones y 4 configuraciones) y apoyo lumbar, repitiéndose sus materiales y colores en los paneles de puertas, salpicadero y  túnel central. Este último incorpora una serie de mandos en acabado metálico cepillado de diseño aeronáutico, incluyendo más controles en el techo.

Chasis y suspensión

No se parece en nada al multitubular original de su antecesor, sino que parte de una estructura de aluminio en H sobre la que se ajusta un monocasco de fibra de carbono, con ambos materiales también presentes en el techo, así de este modo se logra un peso contenido y una alta rigidez torsional para conseguir un dinamismo de alto nivel con un centro de gravedad muy bajo. No es una solución exclusiva de Alfa Romeo, ya que se parte del monocasco de fibra de carbono fabricado por Dallara ya empleado en el Maserati MC20 Cielo sobre el que se monta la carrocería del 33 Stradale.

La suspensión es la clásica de dobles triángulos superpuestos, con amortiguadores activos, montando también discos de freno carbocerámicos (Brembo, de 390 mm delante y 360 mm detrás) de actuación eléctrica (“brake by wire”) con pinzas delanteras monobloque de 6 pistones de aluminio, y traseras de 4 pistones. Otra curiosidad es el eje delantero elevable, mediante un sistema que permite levantar la parte delantera del coche al pasar sobre un bache, badén o al afrontar una rampa de garaje. El conductor puede activarlo a menos de 40 km/h y el sistema hidráulico lo sube unos 5 cm, para después devolverlo a su altura normal una vez desactivado o si se supera el límite de velocidad establecido.

Doble oferta motriz

Este modelo de gran belleza con un rendimiento apto para circuito pero homologado para carretera y, por tanto, con un gran nivel de confort para el uso día a día, se ofrece con dos tipos de motorizaciones. Una tradicional a gasolina y otra totalmente eléctrica, lo que representa en sí mismo un guiño a la herencia deportiva de la marca y al futuro del automóvil.

La opción de combustión recurre al V6 3.0 biturbo de gasolina montado en el Maserati MC20, con más de 620 CV y asociado a una caja de cambios ZF automatizada de doble embrague DCT y 8 velocidades, con tracción trasera y diferencial electrónico de deslizamiento limitado (autoblocante), que le permite alcanzar una velocidad máxima de 333 km/h, y cubrir el 0-100km/h en menos de 3 segundos.

La variante eléctrica lleva tres motores eléctricos con una potencia total conjunta de más de 750 CV, tracción total y una autonomía estimada de 450 km (WLTP). Sus baterías de tracción tienen una capacidad de 90 kWh (trabajando en corriente continua a 800 voltios), con la misma aceleración del V6 3.0 biturbo y una velocidad punta de 310 km/h. Vienen a ser prestaciones muy similares, compensando la mayor potencia del 33 eléctrico y el menor peso del 33 térmico (1.500 kg en vacío frente a 2.100 kg).

En todo caso, y como modelo artesanal, las 33 unidades de este 33 Stradale serán probadas y homologadas antes de su venta por un equipo de ingenieros especializados de la marca, del mismo modo que su puesta a punto ha sido efectuada por el piloto finlandés de Fómula 1, Valtteri Bottas en el circuito italiano de Balocco.

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