Skoda Octavia 2020

13 noviembre, 2019
J. ROBREDO
Con eficiencia híbrida y tecnología puntera

El nuevo Skoda Octavia 2020 llega al mercado con mecánicas híbridas, digitalizado y bajo un diseño más refinado que nos recuerda a un Skoda Superb a escala ligeramente menor. Lo tendremos a la venta a partir de la próxima primavera.

La cuarta generación del Skoda Octavia (si no contamos el primer Octavia de 1959) acaba de hacer su aparición coincidiendo con el 60 aniversario del modelo. Bajo una línea discreta pero atractiva, evolucionada por la marca, este nuevo Octavia comparte la misma plataforma MQB de su antecesor, reestilizado en 2017, con su misma batalla de 2,69 m, aunque estrena nueva carrocería 2 cm más larga (4,69 m), con su misma altura (1,46 m) y ligeramente más ancho (1,83 m, 1,5 cm más).

Su diseño es ahora algo más sobrio y elegante, con sus nuevos faros continuos (que en opción pueden ser los Matrix LED de diodos), en vez de los cuadrados divididos del último “restyling”, mientras la parrilla se ensancha, con un aire general que recuerda mucho al de su hermano mayor el Superb y también al menor Scala.

Los laterales cambian poco, aunque se estilizan a nivel de cintura y marcos de ventanas, y en el interior gana un poco más de espacio (4 cm más de anchura en las plazas delanteras y 2 cm más de espacio para piernas en las traseras), mejorando un poco su altura al techo así como el maletero, que con 600 litros en la berlina y 640 en el familiar Combi (10 y 30 más, respectivamente) siguen siendo los mayores de su segmento. La zaga cambia más, tanto en la berlina como el Combi, con nuevos grupos ópticos horizontales y partidos entre las aletas y la tapa del portón (el primer Octavia en llevarlos así), añadiendo además un deflector de techo en el caso del familiar, que ahora parece tener un mayor voladizo trasero.

En conjunto, este Octavia gana en empaque, capacidad y también aerodinámica (su Cx es de sólo 0,24 en la berlina y 0,26 en el familiar Combi, que por cierto será el primero en comercializarse, ya que la berlina no llegará hasta uno o dos meses después).

Skoda Octavia 2020: interior minimalista y digitalizado

En el interior encontramos un nuevo diseño del salpicadero, con un cuadro de instrumentos digital configurable y a una nueva pantalla más grande en la consola central (hasta 10”), con cuatro modelos a elegir. El cuadro puede ser digital (de hasta 10,25” y hasta cuatro modos de visualización: Básico, Clásico, Navegación y Asistentes a la conducción, además de un quinto –Sport- en las futuras versiones RS), pero el básico de serie es analógico de 4,2”, y tenemos algunos equipamientos como los del Volkswagen Golf (como el selector de marchas en las versiones automáticas, el nuevo volante multifunción de dos radios o los paneles táctiles que sustituyen a los mandos tradicionales).

La iluminación ambiental por diodos es sensible al tacto (basta pasar el dedo para encenderlas y apagar las o mantenerlo para variar su intensidad) y tenemos control gestual y por voz tanto para el navegador como para el equipo de sonido. Hay cuatro grados de sistemas multimedia, según niveles de acabado (Active, Ambition y Style) o en opción, todos compatibles con Android Auto, CarPlay y Mirrorlink: el básico Swing (pantalla de 8” sin navegador), Bolero (pantalla de 10” sin navegador), Amundsen (misma pantalla de 10” pero con navegador) y el opcional Columbus (pantalla de 10” con navegador y funciones exclusivas de control gestual y reconocimiento de voz a través del asistente digital “Laura”, sintonizador de TV y radio digital, y soporte táctil horizontal bajo la pantalla (para el control del volumen o del “zoom” del navegador). Y de propina, cinco tomas USB (tipo C, tres delante y dos detrás) y una toma de corriente alterna a 230V.

Skoda Octavia 2020: llega la hibridación

En el capítulo de motores, Skoda ofrece hasta diez variantes, con cinco de gasolina (de ellas dos microhíbridas a 48 voltios), una híbrida enchufable de gasolina, una de gas natural (GNC) y tres diesel. Las tres normales de gasolina parten del tricilíndrico 1.0 como motor de acceso (1.0 TSI Evo con 110 CV), seguidas de los 4 cilindros 1.5 TSI Evo (150 CV) y 2.0 TSI Evo (190 CV), todos turboalimentados y de inyección directa, los dos primeros con cambio manual de 6 relaciones y el tercero con el automatizado DSG de doble embrague y 7 marchas, y con tracción total por embrague Haldex.

Luego, el 1.0 y el 1.5 se ofrecen también en versión microhíbrida (Mild-Hybrid) e-Tec a 48 voltios, con la misma potencia (110 y 150 CV cada uno), pero auxiliados por un alternador/motor eléctrico a 48 voltios accionado por correa, alimentado por una pequeña batería de ion-litio de igual voltaje. En teoría deberían de dar algo más de potencia, pero aquí Skoda ha puesto el acento en reducir las emisiones (y el consumo) de modo que estos 1.0 y 1.5 TSI Evo e-Tec puedan lucir la etiqueta “Eco” de la DGT, facilitando su circulación por áreas urbanas restringidas (como Madrid 360).

Un paso más avanzado lo representa el Octavia híbrido enchufable (PHEV), éste ya con un motor eléctrico más potente de 75 kW (102 CV) alimentado por un pack de baterías de ion-litio con 13 kW/h de capacidad, unido a un motor de gasolina 1.4 TSI (el 4 cilindros turbo de 156 CV), cuya potencia total conjunta se queda en 204 CV y por ahora es la versión más potente del nuevo Octavia. Es la misma combinación motriz del Superb híbrido enchufable, aunque con 12 CV menos en el motor eléctrico debido a su menos peso.

Su mayor ventaja es la de su capacidad para circular en modo sólo eléctrico, con una autonomía declarada (WLTP) en este modo de 55 km, suficiente para poder lucir la etiqueta “Cero” de la DGT y poder circular por todas partes. Este Skoda Octavia PHEV se ofrece sólo con tracción delantera y un cambio DSG especial de 6 velocidades.

Luego tenemos la oferta diésel, siempre importante en el Octavia, a cargo de un único motor (el 2.0 TDI del grupo VW) declinado en tres potencias: un primer nivel con 116 CV, un segundo con 150 CV y un tercero con 190 CV, los dos primeros con tracción delantera y cambio manual de 6 marchas o DSG de 7, y el tercero con tracción total y el cambio DSG 7 de serie (es curioso que ninguno monta, ni siquiera el 2.0 TDI de 190 CV, el DSG de 8 velocidades, pese a anunciar ya un par máximo de 40,8 mkg –y tampoco el Octavia híbrido PHEV, con 35,7 mkg-). Por cierto, los motores diésel 2.0 TDI montan de serie además del catalizador normal de oxidación, el SRC con inyección de urea (“ad blue”), reduciendo drásticamente sus NOx (un 80% menos).

Por último, queda la versión a gas natural (GNC) con el motor 1.5 TSI G-Tec rebajado a 130 CV, con tracción delantera y cambio manual de 6 marchas o DSG de 7. Este Octavia TSI G-Tec puede circular con gasolina o gas natural, aunque su autonomía se ve un tanto limitada por el tamaño de sus depósitos (sólo 9 litros el de gasolina, y algo menos de 18 los tres de gas natural), que sin embargo reducen bastante su capacidad de maletero (nada menos que 145 litros menos, quedando en 455 el de la berlina y 495 el del Combi), a cambio de emitir (pero sólo cuando circula a gas) un 25% menos de CO2 y muy poco NOx, y sin partículas de hollín.

Skoda Octavia 2020: confort y ayudas a la conducción sobresalientes

A nivel de chasis hay pocas novedades, aunque ahora además de la suspensión normal (con 14 cm de altura libre al suelo) hay otras dos: la deportiva de amortiguación más firme y fija (1,5 cm más baja) y otra más alta (Rough Road) pensada para carreteras en peor estado (como las de la mayoría de los países del Este) con mayor flexibilidad y altura libre al suelo (1,5 cm más). Los trenes rodantes se encargan a llantas de aleación de 17” y 18” de diámetro (y hasta 19” en opción). Y ya también en opción la de amortiguación variable por control electrónico con varios ajustes de dureza.

Y en cuanto a ayudas a la conducción, este Octavia no tiene nada que envidiar a sus primos del grupo Volkswagen, con nuevos equipamientos como el asistente de prevención de colisión que mueve el volante para evitarla, la alerta de salida segura del coche (al abrir las puertas), el sistema de aparcamiento asistido semiautónomo, el “head up display”, los faros matriciales de diodos (22 por faro), intermitentes de encendido secuencial, asientos delanteros calefactados y ventilados, y con función de masaje, climatizador trizona, equipo de sonido “premium”, volante calefactado, doble acristalamiento lateral, iluminación ambiental con hasta 10 colores…

Son equipamientos opcionales en su mayoría (o reservados al máximo nivel de acabado, el Style), pero también de serie, como el nuevo selector electrónico del cambio DSG (antes por cable) o los numerosos detalles “Simply Clever” de la marca checa, como el embudo integrado en el depósito del limpiaparabrisas, los portaparaguas de las puertas delanteras, el rascador de hielo, el cierre de seguridad de las puertas traseras o la bola de remolque con plegado y desplegado automático. Detalles que hacen de la conducción de estos coches un placer cotidiano.

Ahora sólo queda esperar a marzo y ver si su tarifa final de precios se corresponde más o menos con la actual, aunque se espera que oscile como ahora entre los 19.000 y los 32.000 euros.

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