Prueba: Ford S-MAX 2.0 TDCI 180 CV Titanium

6 abril, 2017
J. ROBREDO

Deportividad con 7 plazas

A Favor
• Capacidad y habitabilidad
• Buenas prestaciones
• Comportamiento dinámico
• Nivel de equipamiento

 

En contra
• Peso elevado
• Consumo algo alto
• Maletero escaso con 7 plazas

 

La alternativa de vehículo multiactividad (Crossover) tiene en el S-MAX de Ford su mayor exponente en el nivel medio/alto. En realidad, la marca del óvalo desdobla en este segmento su oferta con dos variantes; la del S-MAX (5+2 plazas), y la más familiar tipo monovolumen de 7 auténticas plazas, que es la que representa el Galaxy. Y lo cierto es que para la gran mayoría de los usuarios, el primer nivel que encarna el S-MAX cumple con creces sus expectativas.

Hemos escogido para esta prueba el motor 2.0 TDCI de 180 CV, el más adecuado para tirar de un turismo grande (4,80 m de largo) y capacidad para 7 plazas, ensayado en el nivel superior Titanium y con el cambio automático Powershift de 6 marchas, amén de un sinfín de extras que sitúan su precio final bastante por encima de los 41.000 euros oficiales, aunque luego viene el “tío Ford” con las rebajas y con todos los descuentos y ayudas promocionales (incluida financiación propia y hasta la aportación del concesionario, el precio final puede quedarse en unos 33.000. Y aunque no sea tanto, bien podemos calcular que este S-MAX con 7 plazas y algún que otro extra interesante se puede quedar al filo de los 38.000, que no es mal precio para sus virtudes, calidad y presencia (aunque en nivel Trend, con cambio manual y el motor TDCI de 120 CV se quede en sólo 25.000 euros con descuentos).


Capacidad a lo grande.- En todo caso, el nuevo S-MAX es ahora más estilizado y penetrante. Mide 4,80 m de longitud por 1,92 de ancho y 1,66 de alto, un poquito más largo y ancho que el anterior y con su misma altura (9 cm menos que el Galaxy), repitiendo carrocería y diseño en dos variantes: una con 5 plazas y dos filas de asientos, y otra con 7 plazas y tres filas (2+3+2), que es su configuración normal, a la que bajo pedido se la pueden quitar las 2 plazas de la última fila.

Eso sí, con 7 plazas el maletero se reduce a la mínima expresión (285 litros cargando hasta el techo, o sea menos de 200 hasta la bandeja, con un fondo útil de menos de 30 cm), mientras que con las dos plazas extra plegadas nos queda ya un buen maletero de 700 litros, que son más de mil hasta el techo. Y con sólo conductor y acompañante delantero, la capacidad total alcanza los 2.200 litros, cifras ya estratosféricas. Además, tenemos dos plafones de iluminación, anillas para sujetar redes o bolsas, una toma a 12 V en el lado izquierdo… y en la zona del maletero más próxima al portón, un cajón muy útil para guardar pequeños objetos.

En todo caso, el maletero es más que sobrado para 5 plazas y estrictamente suficiente para la impedimenta mínima de 7. Al plegar los 5 asientos de las dos últimas filas nos queda una superficie plana, operación que se realiza rápido tanto a mano como con la opción automática por motor eléctrico (desde unos botones en el maletero), aunque para volver a recuperar la posición de servicio hay que hacerlo siempre a mano.

Como curiosidad, y aunque de serie el S-MAX viene con “kit” antipinchazo, podemos tener en opción una rueda de repuesto de emergencia, ubicada en el exterior (bajo la carrocería) con el gato y las herramientas necesarias para su sustitución en un hueco con tapa en el piso de la 2ª fila. Como único reparo, decir que la bandeja cubreequipajes con 5 plazas no llega a cubrir por completo el maletero, y en positivo que cuenta con apertura “manos libres”, o sea pasando el pie por debajo del paragolpes mientras se lleva la llave en el bolsillo.

Modularidad estudiada.- Con sus tres filas de asientos, el S-MAX ofrece una generosa amplitud interna, con tres plazas individuales en la 2ª fila y otras dos más en la 3ª. Las tres plazas centrales disponen de un holgado espacio a la altura de hombros, con asientos cómodos y un piso casi plano. La 3ª fila resulta ya más justa; pensada para dos personas de buena talla (hasta 1,80 m de estatura), ofrece anchura suficiente pero ya un espacio más justo para piernas (70 cm entre respaldos) aunque jugando con el desplazamiento de los asientos de la fila central modular (con 16 cm de ajuste longitudinal) y adelantándolos unos 10 cm, se logra ya un espacio muy confortable.

También destaca el grado de silencio y calidad de rodadura logrado, con un notable aislamiento acústico (en parte también por el montaje de lunas laminadas más gruesas). Hay una mejora importante de la calidad percibida en techo, salpicadero y paneles de puertas, y airbags laterales también para la segunda fila, cuyos asientos cuentan con reglaje longitudinal independiente. Los respaldos de la 2ª y 3ª filas se pueden abatir eléctricamente desde el maletero, despejando una superficie de carga plana (eso sí, no se desmontan para sacarlos del coche). También es posible reclinar de forma independiente los respaldos, y disponen de anclajes Isofix y Top Tether en las tres plazas.

Las ventanas pueden llevar cortinillas, aunque no llegan a cubrirlas por completo. El sistemaEasy Access” echa hacia delante los asientos más laterales de la segunda fila, mejorando el acceso a los de la tercera, que en todo caso son los peores para entrar y salir, aunque su confort también se ha cuidado mucho, con aireadores en el techo, mayor aislamiento acústico (de 2,5 a 3 dB menos), spot propio de luz, posavasos, apoyacodos, etc.

Calidad en alza.-Al volante, mandos y botones quedan muy a mano, bien ordenados y sin ser excesivos, aunque siguen pecando algunos de algo pequeños. El sistema multimedia lleva la pantalla táctil de 8” en la parte superior de la consola y ha aumentado el número de huecos portaobjetos, disponiendo no sólo de los habituales en el túnel central y bajo el piso, sino también en el techo. Tenemos freno de mano eléctrico y además en este nivel Titanium un cuadro de instrumentación digital (en pantalla de 10”) en vez del analógico del nivel Trend, cuadro que va dividido en tres secciones.

También se ha mejorado la climatización, con mayor poder de refrigeración y menor ruido, sensor de humedad anti-empañado y de calidad de aire (que activa la recirculación interna y cierra el acceso de aire externo si detecta un alto grado de contaminación y suciedad). Hay controles propios para los pasajeros de las filas traseras, y carácter bizona en la delantera, y hasta trizona en opción, para que las plazas de la 3ª fila tengan acceso directo a su ajuste en caudal, temperatura, distribución, etc, aunque para que funcione esta ventilación trasera hay que activarla desde la pantalla multifunción del salpicadero. Abundan los huecos «vaciabolsillos», la mayoría con piso de goma para que no se muevan los objetos depositados. La guantera no es muy grande, pero va tapizada, refrigerada y con luz.

La visibilidad general es bastante buena, aunque mejorable por detrás, si bien la cámara de visión trasera de la unidad probada facilita mucho las cosas al hacer marcha atrás, ofreciendo dos imágenes, una general y otra donde se aprecia la zona más próxima al paragolpes, que permite apurar al máximo el espacio disponible. También llevaba cámara frontal con función de cruce, para ver lo que hay a ambos lados del morro, que permite aproximarse a un cruce con visibilidad reducida (o pasos de peatones de salida ciega) avisando de la presencia de peatones (cámara dotada además de autolimpieza automática, para evitar que la suciedad de la lente afecte a su función).

Y hay más: tenemos un asistente precolisión con detección de peatones que activa los frenos en caso de choque inminente, detector de ángulos muertos, reconocimiento de señales, asistentes de aparcamiento y de desaparcamiento (Park Out Assist) que permiten maniobrar al conductor sin que tenga que tocar el volante, y con alarmas sonoras e indicadores de distancia respecto a posibles objetos cerca del vehículo, alerta de tráfico cruzado, que avisa al conductor si se aproxima algún vehículo por los lados al salir marcha atrás de su aparcamiento… Pero quizá la ayuda más novedosa de todas sea el Limitador Inteligente de Velocidad, que detecta las señales de tráfico y ajusta la velocidad del coche para evitar que éste sobrepase los límites legales y evitar así posibles multas.

Mecánica brillante, consumo mejorable.- Los 180 CV de este S-MAX 2.0 TDCI dan mucho de sí. Con el cambio automatizado Powershift, de 6 marchas y doble embrague, anuncia 208 km/h de velocidad punta y 9,5 segundos de 0 a 100 km/h, unos registros bastante meritorios. Nuestra unidad de prueba logró los 186 km/h de punta en condiciones no demasiado favorables y bajó de 10 segundos en el 0-100 km/h (9,9), cubriendo el km desde parado en 32,3 segundos. Son cifras que se puede calificar de brillantes para un coche de su tamaño y peso, calzado con neumáticos de 235/50 R18. Las virtudes de este motor son bien conocidas; suave y elástico, permite rodar con total desahogo en autovía en 6ª a cruceros entre 120 y 160 km/h, sin apenas ruido ni vibraciones, y sin necesidad de subir mucho de vueltas (da su par máximo de 40,8 mkg entre 2.000 y 2.500 rpm, con la potencia máxima a sólo 3.500 rpm). Sólo por debajo de 1.500 rpm desfallece un poco, lo que es lógico, pero su buen cambio automático tampoco le deja “teclear” demasiado a bajas vueltas, incluso si lo llevamos en modo secuencial.

Ya se sabe que el consumo oficial no resulta tan bajo como predican las marcas, a la espera de la nueva reglamentación para medirlo prevista para 2018. El mínimo logrado en carretera a nuestro crucero de 90/100 km/h ha sido de 6,4, pero es que en autovía a 120/130 km/h ha sido de 7,8 y pasa de 9 en cuanto superamos los límites legales. Y en ciudad hemos pasado de 9 (9,2), que es mucho para un coche con “stop & start” y en invierno, sin uso del aire acondicionado. Tampoco es un consumo exagerado, ni mucho menos, para un coche de casi dos toneladas de peso, con su frente y ruedas de 235/50.

El cambio Powershift (con levas al volante) es una delicia de manejar, jugando también con sus dos modos de funcionamiento: normal (D) y deportivo (S), estirándose más de vueltas las marchas en el segundo. Las levas al volante facilitan los cambios, aunque tampoco mantengan fija la marcha (si el conductor pisa a fondo el acelerador el cambio reduce una o varias marchas, y si sube mucho de vueltas, acaba cambiando solo).

Comportamiento de turismo.- A la hora de valorar su comportamiento dinámico, el mejor elogio para este S-MAX es que viene a equivaler al de un turismo. Pese a tratarse de un coche grande se desenvuelve con gran agilidad en terreno virado y en el tráfico urbano, moviéndose con gran soltura a la hora de callejear, ya que su dirección (de asistencia eléctrica y desmultiplicación variable) no sólo cuenta con control de par y compensación de deriva, sino que su actuación directa adaptativa la convierte en una dirección inteligente (como la de los Focus y Mondeo) con ajuste continuo del ángulo de giro y tres niveles (confort, normal y sport) de actuación.

En carretera se aprecia la ventaja de una suspensión más dura y resistente al balanceo, con una conducción precisa en curvas cerradas, con apoyos firmes y cortos, y reacciones más próximas a las de un buen turismo compacto que a las de un monovolumen. Como con el Mondeo, se acaba teniendo la impresión de conducir un coche más pequeño de lo que realmente es. La amortiguación puede ser también de dureza variable (adaptativa) o bien deportiva (algo más baja y dura), pero incluso con la suspensión de serie las reacciones de este S-MAX son absolutamente nobles y predecibles. Las ventajas de la amortiguación variable se notan más a plena carga, algo a considerar por su clientela potencial.

Los frenos, pese al peso y al largo desarrollo en 6ª, son potentes y de buen tacto (monta discos delanteros ventilados de 316 mm y traseros macizos de igual diámetro), con distancias de detención muy cortas (menos de 60 m a 120 km/h con 3 plazas), gracias también a un tren rodante bien dimensionado para su peso (ruedas de 18” con neumáticos de 235/50). Finalmente en autovía e incluso a alta velocidad mantiene la trayectoria con gran facilidad, notándose la mayor dureza de dirección a alta velocidad. Aquí se nota un buen aplomo gracias al peso, buena aerodinámica, rodando siempre con un excelente nivel de confort (el perfil 50 de los neumáticos se nota, ningún monovolumen debería montarlo inferior) y máximo silencio. En resumen, el Ford S-MAX es un coche familiar que sorprende muy gratamente al conducirlo (el jurado de nuestros premios 2016 le otorgó el de ”Coche familiar y de Ocio del Año”).

Precio/equipamiento: bien con los descuentos.- Para terminar, nos queda valorar su relación precio/producto, relación que normalmente Ford sabe cuidar siempre. En este caso el nuevo S-MAX tiene una dotación de serie increíble para su precio, ya que desde el nivel Trend trae de serie elementos como el freno de mano eléctrico o el climatizador bizona, control de crucero, lector de señales de tráfico y cambio automático de luces largas y cortas.

En el nivel probado Titanium tenemos sobre todo lo anterior el sistema multimedia SYNC2 con navegador y pantalla táctil de 8”, el asiento del conductor con ajuste eléctrico y memoria de posición, los sensores de aparcamiento delanteros y traseros, el cuadro de instrumentación digital de 10”, el limitador de funciones MyKey, sensor de presencia en ángulo muerto, alerta por abandono involuntario de carril perfeccionado con tres niveles de actuación (en zonas no muy viradas se puede evitar su aviso al trazar acortando un poco las curvas) y el ya comentado Limitador Inteligente de Velocidad (auténtica primicia de Ford).

Los asientos eléctrico Multicontour con apoyo lateral y lumbar ajustable eléctricamente, función de masaje, ventilación… son opcionales, lo mismo que los faros integrales de diodos (con cambio inteligente de luces, que aseguran la máxima iluminación sin deslumbramientos, manteniendo de forma inteligente las luces largas el máximo tiempo posible), la cámara de visión trasera, el aparcamiento asistido, las llantas de 18”, la apertura eléctrica de portón, etc.

Algunos equipamientos pueden siempre elegirse en forma de packs y salen más baratos, pero lo cierto es que los 41.075 euros oficiales (aunque se queden luego en poco más de 33.000 con las rebajas y promociones) no es un precio nada bajo para una economía familiar, sobre todo si le añadimos un par de packs opcionales, la rueda de repuesto de emergencia, portón manos libres (con plegado motorizado de asientos)… Al final nos acercamos a los 38.000, que aunque sigue siendo un buen precio para un monovolumen de vanguardia como éste, automático y con 7 plazas, no deja de ser un precio respetable.

Versiones del modelo: 'S-max'

Galeria de fotos

Ford
Ford

Tno. 91 714 51 00
Garantía: 2 años sin límit