Prueba Exprés: BMW 116d Sport 5p

18 marzo, 2016
MARIO CHAVALERA / J. ROBREDO

Escalón de acceso sobresaliente

 

A Favor
• Calidad de producto
• Comportamiento dinámico
• Caja de cambio excelente
• Puesto de conducción
• Nivel de equipamiento
En contra
• Solo cuatro plazas reales
• Desarrollos de cambio muy largos
• Consumo mejorable
• Neumáticos excesivos

 

 

 

 

 
BMW actualiza su Serie 1 con diversas mejoras de diseño, equipamiento y conectividad, ofreciendo por primera vez motores de 3 cilindros. De ahí nuestro interés en probar este 116d como escalón de acceso, con el tricilíndrico 1.5 turbodiesel con línea de acabado Sport unido al cambio automático Steptronic de 8 velocidades.

01 BMW 116d Sport 5p Steptronic 2015 500

La segunda generación de la Serie 1 se actualiza mejorando el capítulo de la conectividad tan de moda, reclamado por el público más joven, que es quien más la usa. Por eso ahora incorpora un sistema compatible con aplicaciones como Spotify, Facebook o Twitter, con pantalla multifunción de 6,5” y el control del mando iDrive de serie. Aparte de eso, la novedad mayor está en el motor 3 cilindros, pues no hay cambio de medidas (4,33 m de largo, 1,77 de ancho y 1,42 m de alto) sobre la conocida plataforma de 2,69 m de batalla.

El frontal mantiene el clásico doble riñón de la parrilla, ahora algo más ancho, con faros más estilizados (con luz de cruce diurna incorporada), mientras que por detrás los mayores cambios recaen en los grupos ópticos de diodos, que por vez primera vez se ensanchan y se extienden sobre el portón, junto al nuevo escudo difusor inferior en negro con las dobles salidas del escape integradas a un lado.

Mejora en la calidad interior.- El interior y sus materiales han sido totalmente actualizados para ofrecer una mayor calidad percibida, una de las demandas más reclamada por su clientela (que pedía que la presentación visual y táctil de sus guarnecidos estuviera más a la altura de los estándares de la marca). El salpicadero de impecable ajuste y factura alberga una completa instrumentación de fácil lectura, con el navegador y mandos de fácil acceso, rematado todo por un pequeño volante multifunción (37 cm de diámetro) de aro grueso. El habitáculo también mejora su ergonomía, aunque no es de los más amplios de su segmento, pero ofrece dos buenas plazas delanteras con unos asientos que sujetan a la perfección a sus ocupantes, aunque en el del conductor se va más tendido que sentado respecto a los demás compactos.

El único inconveniente surge en las plazas de atrás, debido al intrusivo túnel central para albergar el árbol de la transmisión, que limita prácticamente la banqueta trasera sólo para dos plazas. Por su culpa posiblemente sea el compacto menos familiar del mercado, pero a la vez el más exclusivo. La capacidad del maletero cumple con 360 litros para 4 plazas, aunque se queda algo escasa teniendo en cuenta que no lleva rueda de repuesto, con la batería bajo su falso piso para conseguir un mejor reparto de pesos.

Mecánica suficiente.- La tendencia “downsizing” (literalmente, de “medidas a la baja”) tan de moda en los motores de última generación, busca ofrecer -mediante la reducción de la cilindrada y el número de cilindros, compensada con la sobrealimentación- el mismo rendimiento de motores de mayor cubicaje. Así vemos motores cada vez más pequeños, como en este BMW 116d de 1.497 cc, un 3 cilindros biárbol de 12 válvulas, que alimentado por inyección directa junto a un turbocompresor con su correspondiente “intercooler” entrega 116 CV a 4.000 rpm con un notable par máximo de 27,6 mkg de 1.750 a 2.250 rpm.

Antes este tipo de motores eran vibrantes y ruidosos, pero hoy han alcanzado un funcionamiento mucho más refinado y silencioso, aunque se plantee la duda si para litro y medio de cubicaje compensa bajar de 4 cilindros. Desde luego, y a la vista de los resultados de esta prueba, por consumo no. Y es que el “downsizing” tiene sus límites…

02 BMW 116d Sport 5p Steptronic 2015 500

Las leyes de la termodinámica sostienen que en automoción, la cilindrada unitaria ideal está sobre los 330 cc (por algo antaño hubo tantos motores 1.3 de 4 cilindros), con un margen de hasta 280/290 cc por abajo y 400 cc por arriba (de ahí la abundancia de 1.6 de 4 cilindros). Lo que no quita que con cilindros mayores o menores se consiga también un buen rendimiento, pero ya más lejos de la eficiencia térmica ideal. Y en un tres cilindros de litro y medio tenemos las mismas fricciones del tren alternativo (por diámetro de segmentos, casquillos de biela y bancada, etc) que un 1.5 de cuatro. ¿Dónde está la ventaja? En el menor peso del bloque, la reducción de válvulas, balancines, muelles, etc.

Ventajas que pueden resultar irrelevantes frente al peor equilibrado natural de un tres cilindros (en los motores de 4 cilindros y 4 tiempos tenemos siempre un cilindro motriz por vuelta, en los de tres no), sobre todo si su cilindrada se aleja de la ideal del litro (o como mucho, litro y cuarto) funcionando bajo ciclo diesel. Tenemos ejemplos de 4 cilindros turbodiesel de 1.250 cc de alto rendimiento y mínimo consumo (el 1.3 Multijet de Fiat) tan eficientes o más que este 1.5d de BMW. Claro, que también cuentan las ventajas industriales de compartir pistones en distintos bloques…

En este caso, este 116d monta el mismo motor del Mini 1.5d (con pequeñas variaciones para adaptarlo a su montaje longitudinal, así como un turbocompresor distinto), asociado en nuestro caso a un cambio automático Steptronic de 8 relaciones. Pese a su carácter de diesel utilitario, se muestra bastante deportivo gracias a su propulsión trasera y una geometría de suspensiones que refuerza su dinamismo. Con un cilindro menos, el motor de este 116d no sólo reduce el peso sobre el eje delantero, sino que lo reparte mejor, casi al 50% en cada eje.

Lástima que el acabado Sport de nuestra unidad de prueba con neumáticos 225/45 R17 penalice algo en consumo y sobre agua, aunque puede incluso montar llantas de 18” con neumáticos delanteros de 225/40 R18 y traseros de 245/35 R18, un despropósito para un coche de 116 CV y 1.350 kg de peso.

Prestaciones correctas, consumo mejorable.- Este tricilíndrico diesel presenta pocas vibraciones de giro, con un sonido bajo y grave a cualquier régimen gracias a la buena labor de insonorización realizada por BMW. Su empuje es contundente y progresivo desde menos de 2.000 rpm hasta su máximo rendimiento a 4.000 rpm, con una agradable respuesta gracias sobre todo a sus 27,6 mkg de par constante entre 1.750 y 2.250 rpm.

04 BMW 116d Sport 5p Steptronic 2015 interior salpicadero 500

La caja de cambios automática Steptronic de 8 relaciones le va como anillo al dedo para aprovecharlo bien, aunque para su nivel de potencia le sobra al menos una relación (y puede que dos). Esta caja Steptronic, pese a ser por convertidor de par y carecer de doble embrague, es uno de los mejores cambios automáticos del mercado (o quizá el mejor) por su rapidez y casi imperceptible transferencia de marchas. Lástima que los desarrollos finales sean tan largos (53,1 km/h x 1.000 rpm en 7ª y 68,3 en 8ª), absolutamente desmedidos para el par y potencia del motor y los 1.350 kg de peso del coche.

Con 116 CV este 116d no pretende ser el más rápido de los compactos diesel, pero sí ofrecer unas prestaciones dignas de su categoría. Anuncia 200 km/h de velocidad máxima (192 reales logrados en 6ª a 4.400 rpm) y 10,3 segundos de 0 a 100 km/h (10,2 en nuestra medición), habiéndonos cubierto el km desde parado en 32,2 segundos. Pero las recuperaciones con el cambio Steptronic en posición “D” son más brillantes que el resto de prestaciones. Así circulando a 40 km/h se cubren los 400 m en 17,2 segundos y los 1.000 m en 32,6, también se mejoran estas cifras circulando a 50 km/h (imposible probar en modo secuencial no ya en 7ª y 8ª, sino incluso en 6ª y 5ª, ya que baja de marcha automáticamente).

Pero como su consumo de gasóleo no es precisamente el más bajo, no tanto por su peso (aunque no es precisamente ligero) como por la confluencia del cambio automático y sus ruedas de sobremedida para su peso y potencia. BMW anuncia unos increíbles 3,7 lts/100 km en el promedio combinado, con 3,3 en el mínimo interurbano y 4,3 en el urbano (97 grs/km de CO2). Y ojo que son las especificaciones normales, no las del EfficientDynamics, que las baja hasta 3,4 para el promedio combinado, con 3,1 en el extraurbano y 3,9 en el urbano (89 grs/km de CO2).

Pero la realidad es muy distinta, porque aunque sus registros son buenos, están muy lejos del optimismo oficial. Circulando de paseo a 90/100 km/h nos ha gastado 4,8 lts/100 km, y a 120/130 km/h en autovía sube a 5,6 lts/100 km, proporcionalmente un registro mejor gracias a que a este crucero ya se puede rodar más en 8ª… En ciudad, y gracias al eficaz sistema “Stop & Start” no ha llegado sin embargo a 6 (5,8 lts/100 km) y eso tiene mérito con cambio automático y unos neumáticos motrices de 225 mm de ancho… Sin duda, con el cambio manual de desarrollos más neutros (una 6ª de 53,6 km/h x 1.000 rpm) y neumáticos normales de igual medida en ambos ejes (205/55 R16) debe ser posible bajar de 4,5 lts/100 km de consumo mínimo y mantenerse sobre los 5 en autovía y 5,5 en ciudad.

Comportamiento sobrado.- De entrada su estabilidad no ofrece dudas; el coche se muestra muy neutro debido a su equilibrado reparto de pesos, con una gran calidad de rodaje. La suspensión bastante firme no deja de ser confortable, hay un leve balanceo de la carrocería en curvas, y sin embargo dibuja las enlazadas con gran precisión. El tren delantero es ágil y preciso, a la vez que informativo, mientras que el trasero asimila perfectamente los apoyos fuertes sin reacciones parásitas, lógico con las gomas que monta.

05 BMW 116d Sport 5p Steptronic 2015 interior indicadores deportivos 500

En seco y sobre buen piso, se muestra más subvirador de la cuenta, sin que el tren trasero ayude a cerrar la curva incluso soltando gas. Sobre mal piso es algo más rebotón, corregido de raíz por el ESP, y sobre mojado hay que estar vigilantes ante el “aquaplaning”, ya que para este coche no se justifica tanta rueda. Resultado; la progresividad se resiente aunque la electrónica siempre echa una mano para mantener el coche en su trayectoria, tanto cuando quiere irse de proa como de popa.

La dirección de asistencia eléctrica con 2,75 vueltas de volante es rápida y precisa, con un diámetro de giro de 10,9 m (11,2 con las ruedas de la unidad probada, lo que penaliza el callejeo urbano). En cuanto a los frenos, teniendo en cuenta su ancho de ruedas esperábamos unas frenadas de referencia, pero no ha sido el caso. Frena bien y el pedal tiene buen tacto, pero sus distancias de frenado son muy normales. Quizá con unos discos delanteros de mayor diámetro se incrementaría su potencia (pero con 285 mm no va mal servido) pero en todo caso no dieron signos de fatiga en uso intenso por carreteras de montaña.

Equipamiento no tan pobre.- Para ser un modelo de acceso de gama, el equipamiento de serie de este 116d es bastante completo, con 6 airbags, climatizador bizona con regulación automática (de serie con una sola zona), volante de cuero multifunción, radio BMW professional con pantalla a color (6,5”) y control iDrive, sensores de lluvia y luz con cambio automático de luces cruce/carretera, faros de diodos con faros antiniebla delanteros, servodirección eléctrica, control de crucero, mando ECO con 3 niveles de conducción, arranque por botón, control de estabilidad con bloqueo electrónico del diferencial, asistente de frenada de emergencia, conexión Bluetooth, control de distancia de frenado (PDG), asientos deportivos, etc.

Claro está que algunos de estos elementos son opcionales, costando el nivel básico 27.150 euros con un equipamiento estándar alto, siempre mejorable con multitud de paquetes u opciones interesantes para personalizarlo al gusto del comprador. Si queremos incrementar la deportividad de nuestro Serie 1 se puede añadir la suspensión deportiva M rebajada 10 mm e incluso se puede incorporar el acabado estético M Sport (3.600 euros) y con el cambio Steptronic hay que poner encima de la mesa 2.396 euros más. Y eso ya es mucho dinero para un escalón de acceso en diesel.

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