Para campo y ciudad

Con sus 4,39 metros de largo, el nuevo Jeep Compass viene a situarse entre el Renegade y el Cherokee, mientras que sus rivales son modelos como los Peugeot 3008, Renault Kadjar, Nissan Qashqai, Kia Sportage, Hyundai Tucson o VW Tiguan. Dice Jeep que, con el Compass, se completa su oferta en España, al cubrir todos los segmentos SUV.

Suele suceder, en las presentaciones de modelos que se conocen como SUV, que la organización tiene prevista una breve excursión campera fuera del asfalto; ya se sabe, una pista de tierra, quizás con alguna zona resbaladiza, tal vez un leve vadeo… Una cosita ligera para pulsar o girar algún botoncito —conectar la tracción total o el control de descenso— y demostrar que se puede salir del asfalto con el coche protagonista del evento pero, sobre todo, para que los que lo vamos a conducir por primera vez no rompamos nada.

La del Compass no podía ser una excepción pero, en esta ocasión, al acabar el recorrido, me quedé pensando que ese mismo paseo no se podía haber hecho con un turismo convencional. No es que en la ruta hubiera trialeras ni nada parecido, pero sí que era un poco más exigente y me sirvió para reafirmarme en mi convicción de que, a pesar de las modas SUV, Jeep sigue conservando su espíritu de la marca todo terreno por excelencia.

De toda la vida.- Jeep lleva ya 76 años fabricando todo terrenos, es decir, toda su vida. Porque para ello nació en la Segunda Guerra Mundial y, si hay marcas que hacen historia, en el caso de Jeep fue la historia quien hizo a la marca. Los SUV la han obligado a adaptarse a los tiempos, pero en la gama conservan el Wrangler y las versiones Trailhawk en muchos de sus modelos. Efectivamente, el nuevo Compass —segundo modelo con ese nombre— es un SUV compacto que viene a competir nada menos que Nissan con el Qashqai, líder de la clase, y con modelos similares como los que mencionaba al comienzo.

Sin embargo, desde mi punto de vista, el Jeep Compass tiene ese puntillo y tacto más campero que el resto. Por ejemplo, analizando sus cotas, solo el ángulo de ataque queda por debajo de la media del segmento, pero los ángulos de salida y ventral marcan la pauta frente a la competencia y la altura libre al suelo —sobre todo de las versiones 4×4— están entre los mejores de la clase. No sé en qué lugar queda la altura de vadeo porque casi ninguna marca aporta ese dato pero, cuando Jeep se permite facilitar la cifra exacta (406,4 mm), supongo que será porque merece la pena presumir.

El Compass llega con un motor de gasolina (1.4 Multiair) que desdobla en dos niveles de potencia (140 y 170 CV) y dos diésel, un 1.6 Multijet de 120 CV y un 2.0 Multijet también con 140 ó 170 CV. El cambio puede ser manual de 6 marchas —para las versiones menos potentes en diésel y gasolina— o automático de 9 para las que tienen 170 CV. Solo en el 2.0 Multijet de 140 CV existe la opción de elegir entre uno u otro. El cambio manual va siempre ligado a la tracción delantera y el automático, a la tracción total.

Un SUV ambicioso.- Con esos mimbres, Jeep afirma que el objetivo al lanzar el Compass es duplicar las ventas de la marca, que en España fueron de 6.950 unidades el año pasado. Los acabados son cuatro: Sport, Longitude, Limited y Trailhawk. Además, hay dos tipos de tracción total denominados Active Drive y Active Drive Low. En ambos casos hay un selector “Selec-Terrain” que permite bloquear la tracción total (4WD Lock) y elegir entre cuatro modos de uso en el primero de ellos (Auto, Snow, Sand y Mud) y cinco en el Active Drive Low (los mismos de antes y Rock).

El modo Rock es exclusivo del acabado Trailhawk, por lo que sólo puede ir unido al cambio automático y al motor diésel de 170 CV. Para mejorar sus aptitudes fuera del asfalto, incluye control de descenso de pendientes y un sistema que simula el trabajo de la reductora con una primera relación muy corta. Además, tiene mayor distancia libre al suelo (2,5 cm más que el resto de versiones 4×4), mejores ángulos de ataque y salida gracias a unos paragolpes específicos, neumáticos M+S y protecciones en los bajos. El Compass Trailhawk tardará todavía unos meses en estar a la venta en España.

Más que correcto.- En la toma de contacto solo tuve ocasión de coger el 2.0 Multijet de 140 CV con cambio automático. Un motor correcto, algo rumoroso a bajas vueltas y en frío, pero que pasa completamente desapercibido en cuanto coge temperatura y vamos a un crucero normal. El cambio de nueve marchas tiene un modo secuencial pero no hay levas en el volante; con tantas relaciones disponibles, es casi imposible que no estemos siempre en la zona óptima de entrega de par y potencia, pero un servidor tiene la sensación de que el coche está continuamente subiendo y bajando marchas; se nota en el continuo y leve vaivén de la aguja del cuentavueltas, pero no hay tirones incómodos.

Por lo que se refiere a seguridad, además de toda la parafernalia electrónica de ayuda a la conducción —Jeep asegura que hay más de 70 sistemas a bordo—, cabe destacar que el nuevo Compass ha obtenido cinco estrellas en los tests de EuroNCAP. Unos tests que, por cierto, son bastante más severos desde hace poco más de un año y en cuya evaluación se incluyen algunos de esos ángeles de la guarda electrónicos.

El Compass ofrece un comportamiento correcto pero, probablemente por ese enfoque más campero que el resto de competidores, no llega a ofrecer la calidad de rodadura en carretera de un Qashqai o un 3008, por ejemplo. Aunque no se puede afirmar que sea incómodo, se nota que el confort de bacheo no está tan conseguido como en sus rivales. El acabado, por otra parte, es sencillo, con buena imagen y una sensación de calidad más que razonable.

En su interior encontramos un espacio generoso para piernas en las plazas traseras, con un túnel central de transmisión poco intrusivo, mientras que el volumen de maletero se queda con 438 litros por debajo de la media.

Para concluir, el precio “oficial” sin descuento alguno comienza en 25.540 euros, que corresponde a la versión de acceso Sport 1.4 Multiair 140 CV 4×2. Sin embargo, hay una promoción de lanzamiento que deja el precio en 19.950 euros. Asimismo hay una Opening Edition que puede combinarse con el motor diésel de 140 o el gasolina de 170 —en ambos casos con tracción total y cambio automático— y acabado Limited al que se le añade sin coste asientos de cuero (gasolina) o de cuero/tela (diésel), pack Style (Cristales traseros tintados), pack Infotainment, pack Function y llantas de 18”.

PRECIOS