ISUZU D-MAX. Evolución del Rodeo

31 mayo, 2007

Especialmente comprometido para todo, el Isuzu D-Max da un paso muy significativo en la evolución del Rodeo, acercándolo más a los «pick-ups» de recreo que últimamente se vienen denominando «SUT» (Sport Utility Truck), pero aumentando sus posibilidades tanto para el trabajo como para el ocio y la vida cotidiana.

Especialista en este tipo de vehículos, con un total acumulado a lo largo de su historia de 4,5 millones de «pick-ups» vendidos (de ellos 250.000 en el año 2006), Isuzu presenta al D-Max como la sexta generación de su pick-up estrella, para sustituir al Isuzu Rodeo que ya de por sí ha marcado un hito internacional en este segmento de vehículos, destinados a una función mixta como elementos de transporte de personas y mercancías.

Como el Rodeo, el nuevo DMax brinda tres tipos de carrocería en sus combinación cabina/plataforma; la de Cabina Sencilla y la Cabina Doble («crew cab») con la opción intermedia de Cabina Extendida («space cab»), apostando por el espacio interno y el confort de un turismo, abandonando el estilo excesivamente austero y espartano de otros modelos puramente utilitarios para ofrecer una espaciosa cabina con la comodidad y ergonomía de un turismo.

Duro pero refinado.— Estéticamente, el D-Max estrena un nuevo frontal de aspecto robusto pero no carente de elegancia, aristas más marcadas (y pese a ello mejor aerodinámica; Cx 0,42) y faros cuadrangulares con proyectores elípticos. Y además de los cambios estéticos, hay modificaciones técnicas y mecánicas que suavizan su conducción añadiendo nuevas posibilidades de uso.

Isuzu_D-Max400

En el frontal, encontramos una parrilla más moderna y elegante, con barras horizontales junto a las dos verticales que con la central forman la retícula principal de la misma. En los nuevos parachoques destacan los faros antiniebla redondos, y en el capó la nueva toma de aire que mejora la refrigeración del intercooler, además de darle una mayor personalidad.

En conjunto, la estética del Isuzu D-Max está muy lograda para que sin dejar de ser un «pick-up» de trato duro capaz de superar las expectativas más exigentes, se haya visto actualizada con sus nuevos faros, llantas con un nuevo diseño de 6 radios, faros antiniebla, nuevos retrovisores pintados en color carrocería, con la luz de intermitencia incluida (por diodos), pasos de rueda ensanchados, manillas pintadas o cromadas, lunas supertintadas (versiones LS), etc.

Mientras, la zaga se beneficia de grupos ópticos multirreflectantes y un parachoques integrado que le da una imagen actual. Y si el exterior se moderniza, en el interior encontramos un ambiente más confortable y refinado, al nivel del de un turismo, gracias a la adopción de nuevos plásticos con mejor tacto y asientos más cómodos que cambian las tapicerías por otras más resistentes, que hasta pueden ser de cuero (opcional en las versiones LS).

Además en el salpicadero tenemos un nueva consola, nuevo cuadro de instrumentos (retroiluminado y con hasta 6 niveles de luminosidad), pantalla multifunción (con ordenador de a bordo con indicador de consumo en litros por 100 km o en km por litro), teclas iluminadas, nuevo volante forrado en piel… Los aireadores son ahora redondeados y los asientos y pa-neles de puertas ofrecen también nuevos diseños y tapizados. El pomo del cambio cambia de forma y las versiones LS disponen de cierre centralizado con inmovilizador por telemando.

Todo ha cambiado.
Confortable y seguro.— El puesto de conducción resulta cómodo y permite dominar perfectamente la parte anterior del coche, con unos asientos confortables que recogen anatómicamente el cuerpo y tapizados resistentes y agradables al tacto.

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Basado en el del Rodeo, ha cambiado lo suficiente para mejorar la ergonomía de mandos y teclas que pueden manejarse con sencillez, empleando unas prácticas tomas de aire redondeadas, un volante de seguridad más ergonómico y modificando el diseño de cuadro de relojes y la consola central (iluminada en azul y con acabados metálicos en las versiones LS), permitiendo ahora la inclusión de la pan-talla multifunción que sirve igualmente para el navegador (opcional). Un atractivo diseño y un estilo muy cuidado caracterizan su habitáculo que cuenta con todos los refinamientos que pueden encontrarse en los todo terreno modernos, con materiales de buena calidad y un perfecto ensamblaje de los mismos, unido al gusto por los detalles (huecos en puertas, portabotellas y posavasos, guantera espaciosa, portagafas, etc).

Y en cuanto a seguridad, como buen 4×4, el Isuzu D-Max dispone de un bastidor sumamente rígido con zonas de deformación progresiva, reforzado en sus puntos más críticos, en especial en la zona central del habitáculo. Todas las puertas disponen de barras de protección lateral y los pasos de rueda llevan topes en su interior que impiden que penetren en el habitáculo. La columna de dirección es colapsable y los ocupantes delanteros llevan airbag de hinchado programado y cinturones con pretensor, mientras que los traseros son de 3 puntos.También dispone de anclajes para sillas infantiles Isofix.

En las suspensiones se ha buscado un compromiso entre el mayor confort y la elevada capacidad de carga (no olvidemos que en alguna versión admite hasta 1.200 kg, una carga de las mayores —si no la mayor— de su categoría). Así, delante tenemos en las versiones de propulsión trasera un eje independiente por dobles trapecios, muelles helicoidales y amortiguadores telescópicos, mientras que las versiones de tracción total, también de suspensión independiente con doble trapecio, llevan paralelogramo deformable, barras de torsión y amortiguadores telescópicos. Detrás tiene el eje rígido clásico suspendido sobre ballestas, que asegura la máxima capacidad de carga.

Los frenos, con ABS+ EBD de serie, montan doble servofreno en tandem (de 8 y 9 pulgadas). Los discos ventilados de freno delanteros mantienen las pinzas de doble pistón (ya las tenía el Rodeo) pero los discos son más gruesos. Finalmente, el volante es colapsable, monta doble airbag de serie y tercera luz de freno, asi como parabrisas laminado.

Líderes en tecnología diesel.— Esta nueva generación D-Max introduce nuevos propulsores diesel, que aumentan de forma radical sus prestaciones mediante la mejora de su inyección directa con la adopción de un sistema «common rail» de segunda generación (1.800 bares de presión), junto con una nueva culata con 4 válvulas por cilindro y la incorporación de un turbocompresor de geometría variable (antes fijo). Así, el motor 3.0 ve subir su rendimiento de 130 a 163 CV, subiendo el par a 36,7 mkg entre 1.800 y 2.800 rpm (con caja manual de 5 marchas, porque con la automática de 4 se reduce un poco, a 34 mkg).

Además, el «intercooler» es ahora más grande, el filtro de aire nuevo y mayor y el sistema EGR (de control electrónico) permite al motor cumplir la norma Euro 4. Todo ello aparte de otras mejoras complementarias en su mecánica, desde un refrigerador del gasoil de retorno (a fin de mantener constante su temperatura en el depósito) a un nuevo filtro, sin carcasa, y con indicador óptico en el cuadro de necesidad de reemplazo. Hay también un sistema de refrigeración adicional del aceite de la caja de cambios (para uso intenso 4×4) y un embrague más dimensionado (275 mm), todo lo cual repercute en una mayor fiabilidad, así como en un consumo más reducido y menor nivel sonoro.

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No olvidemos que Isuzu es la marca líder mundial en motores diesel y ha logrado implantar estas mejoras a partir de la misma arquitectura ya conocida de sus bloques de 4 cilindros, manteniendo los mismos cubicajes originales de 2.5 y 3 litros del modelo anterior, y cumpliendo en ambos casos la Euro 4. Unas mejoras muy notables que aumentan su potencia en más 30 CV a igualdad de cilindrada, entregando el 2.5 136 CV y el 3.0 163 CV ambos a 3.600 rpm, 200 rpm por debajo de sus predecesores.

De igual forma el par máximo se eleva hasta los 30 y 36,7 mkg respectivamente, aunque la variante 3.0 con cambio automático (opcional) se queda en 34 mkg a 1.600 rpm a fin de salvaguardar el margen de seguridad de esta transmisión en condiciones de trato duro 4×4, previsibles en un modelo de estas características.

Para la caja «Transfer» que actúa de reductora se mantiene la conexión electrónica mediante botones al salpicadero (Shift-on-thefly) que permiten pasar en marcha de propulsión trasera (2H) a total 4×4 (4H) por debajo de 100 km/h, mientras que la reductora (4L) requiere la detención previa del vehículo antes de ser insertada. Además las versiones 4×4 cuentan con la ventaja de llevar un diferencial trasero de deslizamiento limitado, que mejora su capacidad de tracción off-road.

Versatilidad con dinamismo.— Si tenemos en cuenta las variantes de acabado (L y LS) y la posibilidad de opción entre los 3 tipos de cabina dan como resultado una docena de versiones distintas en la oferta final del Isuzu D-Max en nuestro mercado. Hay que considerar que la oferta del D-Max Cabina Doble tendrá una especial acogida, dada su buena capacidad total (cuenta con la misma caja abierta del Rodeo, con casi 2,3 m de fondo útil por casi metro y medio de ancho), y a la vez la posibilidad de transportar 5 plazas.

Con su gran altura libre a la suelo (máxima de 22,5 cm), estos D-Max, tanto con el motor 2.5 como con el 3.0, y con tracción 4×2 ó 4×4, son excelentes vehículos tanto de trabajo como de ocio sobre pistas de tierra y carreteras degradadas, contando con unas suspensiones con el suficiente recorrido como para absorber las mayores desigualdades del terreno.

Y al tiempo, el Isuzu D-Max no renuncia a una amortiguación eficaz, como corresponde a un vehículo de su peso (que oscila entre las 1,6 toneladas para los modelos más ligeros 4×2 de Cabina Sencilla, hasta 1,9 toneladas para los más pesados 3.0 4×4 de Cabina Doble) que limita su balanceo en asfalto, y mejora su comportamiento dinámico general.

En los modelos 3.0 automáticos se ha optado por unos anclajes de amortiguación algo más suaves, en beneficio del confort, aun a costa de un grado algo mayor de balanceo, del mismo modo que su transmisión automática adopta unos desarrollos finales algo largos (es una caja de 4 marchas) a fin de compensar el mayor consumo derivado del convertidor de par. Pero lo que es vidente es que este pickup «mixto» presenta una encomiable dualidad de uso sobre tierra y asfalto, con una conducción fuera de carretera por las pistas y caminos más abruptos que no plantea dificultad alguna en ambos casos, destacando su alta motricidad en cualquier circunstancia , con una evidente mejora en insonorización tanto a medio como a alto régimen.

En resumen, Isuzu ha logrado con el D-Max reforzar aún más la proverbial fiabilidad y solidez del Rodeo, al tiempo que ha mejorado muy notablemente sus prestaciones con incrementos de potencia del orden del 25%. Ofrecido en sus 3 tipos de cabina —sencilla, extendida o doble—, con tracción trasera o total, con motores turbodiesel de última generación 2.5 ó 3.0 y en niveles de acabado normal (L) o lujo (LS), el Isuzu D-Max es una de las más atractivas alternativas de nuestro mercado entre los «pick-ups» mixtos para todo uso, a un precio muy competitivo que oscila entre 19.000 y casi los 29.000 (como turismos mixtos adaptables, sin tener que pagar el impuesto de matriculación). Y por supuesto, contando con una amplia lista de accesorios, desde los clásicos para cubrir la plataforma abierta de carga de los «pick-ups», (persianas, tapas o cajas, etc) hasta la inclusión de una gama de opciones más propias de turismos, como el navegador, el sensor de aparcamiento o la conexión bluetooth para el uso «manos libres» del teléfono móvil. Toda una gama donde elegir un 4×2 ó un 4×4 comprometido para todo que sin renunciar a su fuerza y servicio duro sobre tierra, tiene ya el confort de un turismo sobre asfalto.