FORD C-MAX

30 mayo, 2007

Desde su aparición en abril de 2003, el Ford CMAX representó una alternativa más dinámica a la oferta de monovolúmenes compactos del momento, habiéndose vendido casi medio millón de unidades desde entonces. Desarrollado sobre la base del actual Ford Focus, era más alto que éste (1,60 m) y casi igual de largo (4,33 m, 1 cm menos), con su misma batalla (2,64 m). La rigidez de su carrocería fue un factor especialmente llamativo (un 10% más resistente a la torsión que la del primer Focus y un 3% más a la flexión) y las suspensiones eran las mismas del Focus, con el excelente eje posterior independiente multibrazo (Control Blade) mejorado, toda una referencia en su categoría, al que Ford aumentó el grosor de las barras estabilizadoras para reducir el balanceo.

Su aerodinámica estaba muy conseguida, como lo prueba un Cx de 0,31. La tercera luna lateral de custodia es bastante grande, y va a acompañada por delante de un pequeño triángulo de vidrio, justo por delante de los espejos retrovisores exteriores.

El maletero, bastante mayor que el del Focus berlina, con un volumen útil declarado de 550 litros (muy superior a los 360 del Focus dos volúmenes), era y es su punto fuerte, siendo capaz de ampliarse hasta los 1.620 litros mediante el plegado de la banqueta trasera. Ahora, manteniendo en lo esencial sus virtudes, el nuevo Ford C-MAX toma como referencia al SMAX, adoptando un frontal parecido, en el estilo «kinetic design » que constituye el nuevo aire de familia de todos los Ford.

Un frontal distinto.— Así, el nuevo Ford C-MAX ofrece una parrilla remodelada con un nuevo parachoques, nueva rejilla, capó y faros rediseñados, con la nueva toma inferior trapezoidal que combina con la parrilla superior, los faros y el capó en triple plano que refuerza la imagen deportiva del C-MAX. Una imagen bien distinta, donde los faros antiniebla pasan a adoptar una forma vertical alargada, y la rejilla central presenta una banda cromada al borde del capó, a la vez que el logotipo con el óvalo de la marca aumenta su tamaño.

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Por detrás estrena también nuevo parachoques, de formas más suaves y redondeadas, y un poco más largo, mientras que los grupos ópticos verticales, ligeramente rediseñados, adoptan lámparas de diodos («leds») bajo ópticas transparentes. Su longitud sube a 4,37 m, sin que el ancho se vea afectado, aunque sí la altura (8 mm más bajo) y las vías (5 mm más anchas).

En el interior, y a diferencia de algunos de sus rivales europeos, Ford sólo ha previsto el C-MAX para 5 plazas, pero eso sí, dotándolas de una gran amplitud y de bastantes huecos portaobjetos, como demanda la mayoría de la clientela potencial de estos modelos.

Pero en conjunto, el coche ha cambiado sustancialmente de aspecto manteniendo toda su habitabilidad y sin incrementar su longitud de forma apreciable (sólo 4 cm más), logrando insertarse plenamente en la nueva familia «MAX» de Ford. Como afirma Claudio Messale, diseñador jefe del C-MAX, «integrar los elementos del «kinetic design» en este renovado C-MAX ha sido un desafío especial. Queríamos que el vehículo estuviera a la altura de los nuevos miembros de la familia Ford, especialmente del S-MAX, pero también teníamos que mantener la integridad del diseño original en su conjunto, incluyendo elementos de los que ya dispone, como por ejemplo sus atrevidos pasos de rueda. Creo que el efecto visual global es muy satisfactorio, aporta un nuevo atractivo al coche y a la vez permite reconocer al C-MAX y al SMAX como miembros de una misma familia».
Renovación interior.— En el interior, Ford ha renovado también el C-MAX.

Hay una nueva consola central, con la palanca de cambio incorporada, junto los mandos del climatizador y los equipos de audio y comunicación. La palanca de cambio lleva ahora un remate cromado, mientras que los mandos del climatizador dual (de serie en los niveles Ghia y Titanium) han sido modificados, sustituyendo las teclas por botones reguladores. El conjunto se completa con un cuadro de fácil lectura con indicadores en rojo y botones iluminados, y hay en opción una amplia gama de juegos de Sony diseñados para la nueva consola central, a utilizar en el lector CD (o en el almacén de 6 CD’s) disponibles en el Ford C-MAX.

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Los nuevos paneles de puertas van revestidos de un tapizado suave en los niveles Ghia y Titanium, mientras que las manillas interiores de puerta, en forma de «boomerang» pueden ir en dos acabados distintos; de madera (Sapely) en los C-MAX Ghia y en cromado satinado en los Titanium. Los huecos de puerta son mayores, y los apoyacodos van forrados en el mismo tejido que la tapicería, distinguiéndose ahora los altavoces encastrados en las puertas por su remate cromado.

Igualmente, el apoyacodos central incluye un soporte telescópico para mayor confort de los ocupantes delanteros. El freno de mano (en forma de Z) libera también el espacio suficiente para que quede sitio en el apoyacodos central para guardar una botella de 1,5 litros.

El volante se ajusta en altura y profundidad (sólo en altura en los C-MAX Business y Trend) y estrena un nuevo aro con zona de apoyo para los pulgares. Y en el centro de la consola hay ahora nuevas tomas de conexión para lectores MP3 y otros sistemas por-tátiles de audio. Además, los asientos delanteros presentan mayor soporte lateral, mientras los traseros mantienen el «Confort Seat System», que permite acomodarse a tres personas con total autonomía y confort, y en caso necesario, plegar el asiento central para que las plazas laterales se puedan desplazar diagonalmente disfrutando así de mayor espacio para piernas y hombros de las dos plazas restantes.

Y para una máxima capacidad de carga, cada uno de los tres asientos traseros puede ser individualmente reclinado, abatido o simplemente retirado fuera. Otro punto a favor del nuevo Ford C-MAX es que, como el anterior, viene con certificado antialérgico (siguiendo la política de la marca en este campo) emitido por la TÜV Rheinland alemana.

Motores; variedad de elección— Respecto a motores, y pese a que el nuevo Ford C-MAX se independiza como gama del Focus, puede montar como es lógico la mayoría de los de éste. Así, de entrada hay nada menos que tres posibilidades entre los Duratec de gasolina (1.6, 1.8 y 2.0), y otras tantas entre los turbodiesel Duratorq (1.6 TDCI, 1.8 TDCI y 2.0 TDCI). El 1.6 constituye un muy digno nivel de acceso en gasolina. Da 15,3 mkg de par máximo a 4.000, y con su bloque de 4 cilindros y 16 válvulas con distribución biárbol por correa es un motor robusto y fiable capaz de permitir al C-MAX unas muy honestas prestaciones (175 km/h de velocidad punta y 12,9 segundos de 0 a 100 km/h) con un reducido consumo (menos de 7 litros/ 100 km en el promedio ECE combinado).

Novedad «flexifuel— El motor 1.8 Duratec es Flexifuel (alimentado por bioetanol y/o gasolina indistintamente), además, sube su potencia a los 125 CV (a 6.000 rpm) y el par a casi 17 mkg (a 4.000 rpm), con lo que mejora su rendimiento (hasta 195 km/h de velocidad punta y menos de 11 segundos en el 0-100 km/h) de forma notable, sin que ello repercuta apenas en el consumo (sólo 7,1 litros/100 km en el promedio combinado). Es un motor ya conocido, de similar estructura (16 válvulas) y distribución biárbol por cadena que ofrece al C-MAX unas posibilidades dinámicas realmente logradas, y equipado como el 1.6 con un cambio manual de 5 velocidades.

Como máximo escalón en gasolina, tenemos al C-MAX 2.0, con el motor Duratec HE que con 145 CV a 6.000 rpm y casi 19 mkg de par (a 4.500 rpm) representa la oferta más dinámica de la gama, disponible tanto con el cambio manual de 5 relaciones como con uno automático de 4. Con más de 200 km/h de velocidad máxima y menos de 10 segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h, es un motor poderoso que permite poner a prueba las posibilidades deportivas del bastidor del Ford C-MAX, algo que pocos monovolúmenes compactos admiten. Y su consumo (7,3 litros/100 km en el promedio combinado) tampoco es nada exagerado.

La oferta TDCi, punto fuerte.— Pero quizá sea la oferta diesel de los Duratorq TDCI, con su inyección directa por rampa común la que mejor se avenga a las características ruteras y familiares de estos renovados C-MAX. Y no es para menos; de entrada el 1.6 TDCI se ofrece con potencia de 90 CV, montando turbocompresor fijo. Esta brillante y moderna mecánica, de 16 válvulas y distribución por correa y cadena, desarrollada conjuntamente por Ford y PSA, tiene un rendimiento al nivel del 1.6 gasolina (174 km/h y 13,1 segundos en el 0-100 km/h) y disfruta de un elevado par motriz (22 mkg) a muy bajo régimen (1.750 rpm), garantía de una extraordinaria elasticidad y una gran capacidad de recuperación. Es un motor muy agradable que tira bien de esta carrocería y se permite unos consumos realmente mínimos incluso para un diesel (baja de los 5 litros de gasóleo cada 100 km en el promedio combinado).

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Luego tenemos un 1.8 TDCI que ya nos es un viejo conocido, el clásico bloque de fundición y 8 válvulas con 1.753 cc, que con una renovada gestión electrónica obtiene de su inyección directa «common rail» 115 CV a tan sólo 3.700 rpm, suficientes para situarle ligeramente por encima del 1.6 TDCI. Con un par de 28,5 mkg a 1.900 rpm, este 1.8 TDCI se permite rozar los 190 km/h y bajar hasta los 11,2 segundos en el 0-100 km/h, aunque eso sí, con un consumo algo superior (5,4 litros/ 100 km en el promedio combinado) al del 1.6 TDCI. Pero no deja de ser una oferta muy atractiva y fiable, con la garantía de longevidad que supone su bajo régimen de giro.

Finalmente, el alto de gama diesel del Ford C-MAX lo encarna el brillante 2.0 TDCI de 136 CV, con sus 32,6 mkg de par, y el único en disfrutar de una caja manual de seis velocidades, con el que el CMAX se pone al nivel (e incluso hasta supera, como por ejemplo en aceleración) del 2.0 de gasolina. 200 km/h de velocidad punta y 9,6 segundos de 0 a 100 km/h son prueba de sus poderes, que le convierten en el C-MAX más apetecible, con un consumo mixto que sigue siendo moderado tratándose de un diesel (5,8 litros/100 km).

Con la lograda suspensión independiente en ambos ejes ya ampliamente probada —y alabada— en los Focus, su mayor ancho de vías y sus mayores ruedas (de 16 y 17 pulgadas en las motorizaciones y niveles superiores, y hasta de 18 en opción), junto con unos frenos redimensionados (con discos ventilados delanteros de 300 mm de diámetro y macizos traseros de 280 mm, para todos los C-MAX TDCI y para el 2.0 gasolina), y de 278 mm delante (igualmente ventilados) y macizos de 265 detrás para todos los demás, el Ford C-MAX ofrece un equipamiento dinámico de su bastidor que raya a gran altura y permite disfrutar a cualquiera de sus brillantes prestaciones.

Cuatro niveles de acabado.— En cuanto a niveles de equipamiento, el nuevo Ford C-MAX está disponible en cuatro acabados; Business, Trend, Ghia y Titanium, con un pack específico opcional (X-Pack) para estos dos últimos así como una especificación «Sport» para los Trend y Titanium.
El nivel de acceso Business no viene sin embargo nada parco en equipamiento, ya que incluye de serie detalles como los asientos traseros abatibles por separado (reclinables y desmontables), elevalunas eléctricos delanteros, llantas de 15 pulgadas (neumáticos de 195/65 R15), volante y asiento del conductor regulables en altura, grupos ópticos traseros por diodos, cierre centralizado con mando a distancia, airbags delanteros y laterales, ABS, cinturones de 3 puntos para cada plaza (con pretensores y limitadores de esfuerzo), etc… Y tiene un «pack» opcional conjunto en el que por 800 euros se le añade el aire acondicionado manual junto con el radio CD y la loneta cubreequipaje.

Pero es el nivel Trend el que incorpora un mayor valor de equipamiento para su atractivo precio, ya que además de más equipamiento también ofrece mayores posibilidades de elección.

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Incorpora ya de serie el aire acondicionado manual, fijaciones Isofix traseras para asientos infantiles, airbags de cortina para las cabezas, retrovisores eléctricos calefactados, ordenador de a bordo, barras de techo, manillas de puerta y portón en color carrocería, apoyacodos delantero central, asiento del conductor con reglaje lumbar, llantas de acero de 16 pulgadas (con neumáticos de 205/55 R16), etc… Y cuenta con dos «packs» específicos opcionales Trend, interior y exterior, donde por 250 euros el primero añade el climatizador bizona y el activamiento automático de faros y limpiaparabrisas (con sensores de luz y lluvia), junto al retrovisor interior electrocrómico (fotosensible), mientras que el segundo por otro tanto incorpora las llantas de aleación de 16 pulgadas y las lunas supertintadas.

Al buen nivel del Trend se le puede mejorar con los dos niveles más lujosos; el Ghia desde el punto de vista del confort, y el Titanium desde el deportivo. El Ghia añade manillas cromadas, inserciones de madera en salpicadero, una lujosa tapicería específica en terciopelo, control de velocidad de crucero, limpiaparabrisas con sensor de lluvia y activado automático de luces, retrovisor interior electrocrómico, volante y pomo del cambio en piel, llantas de aleación de 16”, radio CD con lector MP3, etc… Además, en su X-Pack específico puede añadir la tapicería de piel (con asientos calefactados y reglaje eléctrico de los delanteros) y conexión «bluetooth», amén de llantas de aleación de 17(205/50 R17) o incluso 18 (225/40 R18) pulgadas de diámetro.

Detalles muy «Max».— Por último el nivel lujoso deportivo Titanium troca los insertos de madera del salpicadero por otros en cromo satinado, las llantas de aleación son específicas y de 17” (205/50 R17), la tapicería es mixta en piel y tela y las lunas van supertintadas en una tonalidad azulada. Y en su X-Pack específico opcional puede añadir los faros bi-xenon, el techo panorámico practicable y las llantas de aleación de 18 pulgadas (225/40 R18).

Opción para todos los C-MAX son los faros adaptativos direccionales AFS (con lámparas halógenas o de xenon), el paquete de «protección inteligente» (con el control dinámico de estabilidad ESP, ABS+EBD y EBA) así como diversos kits de personalización.

En suma, está claro que el nuevo Ford C-MAX ha logrado afinar al máximo la calidad de su oferta, con una puesta al día no sólo estética, sino total, logrando enlazar con la oferta de los nuevos Ford, y en especial representando el centro de una familia «MAX» llena de acierto y atractivo. Así, el Ford S-MAX ha servido de inspiración para el nuevo Ford C-MAX. Como bien dice Gunnar Herrmann, director de la línea de vehículos del segmento medio de Ford Europa, «queríamos mejorar los puntos fuertes del Ford Focus C-MAX y para ello tomamos como referencia al S-MAX. Y estamos encantados del resultado final, con un nuevo C-MAX que combina su aspecto fresco y dinámico con una gran cantidad de nuevos elementos, y sobre todo, con un nivel de calidad a la altura de los modelos de gamas superiores ». Duratec con 100 CV a 6.000 rpm.

Versiones del modelo: 'C-max'