ISUZU D-MAX. Evolución SUT

4 julio, 2008

En su día, Isuzu dio un paso clave con el D-Max sobre la evolución del Rodeo, acercándolo más a los «pick-up» de uso dual (trabajo-ocio) que suelen englobarse bajo la denominación «SUT» (Sport Utility Truck). Especialista en este tipo de vehículos, con un total acumulado a lo largo de su historia de 4,5 millones de «pick-ups» vendidos (de ellos, 250.000 en el año pasado), Isuzu moderniza la sexta generación del D-Max sin alterar ninguna de sus cualidades básicas que han hecho de él toda una referencia en este segmento de vehículos muy aptos para conducir por los caminos, llevar una gran variedad de cargas y remolcar equipo pesado de ocio, concebidos al fin y al cabo para un servicio mixto de transporte de personas y productos, para el que contar con una plataforma abierta supone la mayor garantía de su versatilidad.

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Esto no significa un solo tipo de configuración, sino que su caja abierta se combina con 3 distintas carrocerías, según el tipo de su configuración cabina/plataforma. Así, y tal como ha venido ofreciendo últimamente, Isuzu vende el DMax con cabina normal, cabina extendida y cabina doble («crew cab»), cada una con un tipo y tamaño distinto de caja abierta, para encontrar siempre la opción que más se ajusta a las necesidades y permitir llevarla al límite.

Un aspecto imponente.— Ya desde el anterior modelo, el Isuzu D-Max adoptó un nuevo frontal de aristas más marcadas y fuerte personalidad (y pese a ello mejor aerodinámica, con un Cx de 0,42), faros cuadrangulares inclinados con proyectores elípticos, incluyendo a la vez una serie de modificaciones técnicas y mecánicas que procuraron un toque de refinamiento manteniendo todo su potencial de versatilidad de usos.

Así, por delante su frontal cambió, con una parrilla más moderna y elegante, con dos barras verticales unidas por la central horizontal, junto a otras dos intermedias horizontales. Los parachoques integran en sus esquinas los pequeños faros antiniebla circulares, y el capó se abre con una pequeña toma dinámica de aire para allegar su flujo directamente al «intercooler». Nuevas llantas de 16 pulgadas, manillas pintadas o cromadas, lunas supertintadas, etc, acabaron de actualizar la imagen del D-Max. Un vehículo elegante, pero de gran dureza, potente y altamente funcional.

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Ahora, el Isuzu D-Max de 2008 muestra algunos nuevos matices distintivos, como la antena (ahora en la parte central frontal del techo), los intermitentes por diodos (LED’s) en los retrovisores exteriores que además de ir cromados o pintados son térmicos y pueden abatirse eléctricamente, la tercera luz de freno en la zona superior detrás de la cabina también por diodos, junto con otros pequeños detalles más técnicos que estéticos, ya que la clásica configuración del D-Max goza tal y como es de una extraordinaria aceptación en los mercados europeos.

Su aspecto lateral también ha mejorado gracias a los nuevos retrovisores pintados en color carrocería, con la luz de intermitencia incluida, y a los pasos de rueda ensanchados que dan cabida a las llantas de aleación con su diseño de 6 radios. Mientras, por detrás el D-Max ofrece además de unos grupos ópticos rediseñados, un nuevo parachoques integrado que le da una imagen más actual, al tiempo que por dentro se moderniza, con un interior más confortable y refinado, que nada tiene que envidiar al de un turismo, con revestimientos plásticos de mejor tacto y presencia, asientos más cómodos, y tapicerías más sufridas y resistentes (y de piel bicolor, en el lujoso LS Plus).

Por lo demás, el salpicadero cambia de diseño pero mantiene el empaque de la consola, ahora con más detalles metalizados y aspecto más deportivo, el cuadro de instrumentación es ahora electroluminiscente (va perfectamente retroiluminado, con hasta 6 niveles de luminosidad), monta pantalla multifunción (donde leer los datos del ordenador de a bordo, con doble indicador de consumo, en litros/ 100 km o km/litro), teclas iluminadas, volante forrado en piel… Los aireadores siguen siendo redondos y los asientos y paneles de puertas ofrecen nuevos diseños más ergonómicos y tapizados.

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El pomo del cambio cambia de forma y desde el nivel LS disponen de cierre centralizado con inmovilizador por telemando integrado en la propia llave.
Al volante, se aprecia un puesto de conducción cómodo desde el que se domina la parte delantera del vehículo, con una notable ergonomía de mandos y funciones, un volante de seguridad con 4 brazos y un claro diseño del cuadro de instrumentos y la consola central (iluminada en azul y con acabados metálicos en las versiones LS), que ahora puede traer la pantalla multifunción en su centro, que también sirve para el navegador GPS. Todo esto eleva el confort de la cabina hasta una dimensión completamente nueva y diferente.

Más capaz y seguro.— No sólo lo parece sino que también lo es… muy seguro. Destacan sus potentes frenos con sistema antibloqueo ABS + EBD de serie, y doble servofreno en tándem (de 8 y 9 pulgadas), como corresponde a un 4×4 de su tamaño y peso. Los discos delanteros de freno mantienen las pinzas de doble pistón con discos más gruesos. Monta doble airbag de serie y tercera luz de freno, así como parabrisas laminado y barras de refuerzo en puertas.

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El airbag de conductor es de serie en toda la gama, así como los cinturones de tres puntos con pretensores, disponiendo también de airbag de acompañante desde el nivel LS. La columna de la dirección es colapsable en todas las versiones, para impedir lesiones al conductor en caso de choque frontal, y todos los asientos disponen de reposabezas, incluidos los Doble Cabina, para la previsión de posibles lesiones cervicales.

Y llegados ya a la seguridad estructural del Isuzu D-Max, dispone de un bastidor sumamente rígido, reforzado en sus puntos más críticos, en especial en la zona central del habitáculo, con zonas de deformación programadas que preservan la deformación de la cabina. Hay refuerzos en los pilares delantero y central, junto a otros de triangulación al piso, barras de protección lateral en puertas y topes para las ruedas, que impiden su entrada en el habitáculo en caso de colisión frontal.

En cuanto a capacidad de carga, como buen todo terreno que es, el Isuzu D-Max ha procurado para su suspensión el mejor compromiso entre el mayor confort y la máxima capacidad de carga (no olvidemos que admite hasta 1.200 kg, una de las mayores cargas de su categoría).

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Así, delante monta un eje independiente por dobles trapecios oscilantes y amortiguadores telescópicos, con muelles y barra de torsión como elementos elás-ticos (o sólo muelles en los doble cabina), mientras que detrás tenemos el clásico eje rígido suspendido sobre ballestas, que asegura la máxima robustez y capacidad de carga. Además, el esquema y tarado de las suspensiones ha sido estudiado de manera independiente en los modelos 4×2 de tracción sólo trasera, y en los 4×4 de tracción total, buscando en cada caso la mayor estabilidad y facilidad de maniobra.

Motores: tecnología de vanguardia.— Ya en el anterior modelo, Isuzu (líder mundial en fabricación de motores diesel) aplicó al D-Max una radical mejora en sus propulsores diesel, con una notable ganancia de prestaciones gracias a su nueva inyección directa con la adopción de un sistema “common rail” de segunda generación (1.800 bares), junto con una nueva culata con 4 válvulas por cilindro y la incorporación de un turbocompresor de geometría variable (antes fijo). Isuzu ha logrado implantar estas mejoras a partir de la misma arquitectura ya conocida de sus bloques de 4 cilindros, respetando los mismos cubicajes originales de 2,5 y 3 litros del modelo anterior, y cumpliendo en ambos casos la Euro 4. A base de un «intercooler » más grande, un filtro de aire nuevo y mayor y el sistema EGR (de control electrónico) el Isuzu D-Max cumple la norma Euro 4… siendo más potente que nunca.

Son mejoras muy notables que aumentan su potencia en más de 30 CV a igualdad de cilindrada, entregando el 2.5 D 136 CV y el 3.0 D 163 CV ambos a 3.600 rpm, 200 rpm por debajo de sus predecesores. De igual forma el par máximo se eleva hasta los 30 y 36,7 mkg respectivamente, aunque la variante 3.0 D con cambio automático (opcional) se queda en 34 mkg a 1.600 rpm a fin de salva-guardar el margen de seguridad de esta transmisión en condiciones de trato duro 4×4, previsibles en un modelo de estas características.

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Para la caja «transfer» que actúa de reductora se mantiene la conexión electrónica por botones al salpicadero («touch-on-the-fly») que permiten pasar en marcha de tracción trasera (2H) a total 4×4 (4H) por debajo de 100 km/h, mientras que la reductora (4L) requiere la detención previa del vehículo antes de ser insertada.

Todo ello aparte de otras mejoras mecánicas complementarias, desde un refrigerador del gasoil de retorno (para mantener constante su temperatura en el depósito) a un nuevo filtro del mismo, sin carcasa, y con indicador óptico en el cuadro de necesidad de reemplazo.

Monta también un sistema de refrigeración adicional del aceite de la caja de cambios (para uso intenso 4×4) y un embrague más dimensionado, todo lo cual repercute en una mayor fiabilidad, así como en un consumo más reducido y menor nivel sonoro.

En asfalto y en tierra.— Siempre hablando de las versiones 4×4 (porque también hay 4×2), que además cuentan con la ventaja de un diferencial trasero de deslizamiento limitado, que mejora su capacidad de tracción «off road». Ello unido a las variantes de acabado (L, LS y LS Plus) y a la posibilidad de opción entre los tres tipos de cabina dan como resultado una quincena de versiones distintas en la oferta final del Isuzu DMax en nuestro mercado. Hay que tener en cuenta que la oferta del D-Max doble cabina ha tenido una gran acogida, dada su buena capacidad total y a la vez la posibilidad de transportar cinco plazas.

Con su gran altura libre al suelo (22 cm), estos D-Max, tanto con el motor 2.5 como con el 3.0, y con tracción 4×2 ó 4×4, son excelentes vehículos de trabajo sobre pistas de tierra y carreteras degradadas, contando con unas suspensiones con el suficiente recorrido como para absorber las mayores desigualdades del terreno.

Y al tiempo, el Isuzu D-Max no renuncia a una amortiguación eficaz, como corresponde a un vehículo de su peso (que oscila entre las 1,6 toneladas para los modelos más ligeros 2.5 4×2 de cabina simple, hasta 1,9 toneladas para los más pesados 3.0 4×4 de cabina doble) que limita considerablemente su balanceo en asfalto, y mejora su comportamiento dinámico general. En los modelos 3.0 automáticos se ha optado por unos reglajes de amortiguación algo más suaves, en beneficio del confort, aun a costa de un grado algo mayor de balanceo, de mismo modo que su transmisión automática adopta unos desarrollos finales algo largos (es una caja de 4 marchas) a fin de compensar el mayor consumo derivado del convertidor de par. Pero lo que es evidente es que este «pick-up» mixto presenta una encomiable dualidad de uso sobre tierra y asfalto, con una conducción fue-ra de carretera por las pistas y caminos más abruptos que no plantea dificultad alguna en ambos casos, destacando su alta motricidad en cualquier circunstancia, con una evidente mejora en insonorización tanto a medio como a alto régimen.

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Un coche para todo.— En definitiva, la versión 2008 del Isuzu D-Max mantiene la proverbial imagen de fiabilidad y solidez del modelo, heredada desde los tiempos del Rodeo, al tiempo que mejora las prestaciones y consumos de sus turbodiesel 2.5 y 3.0, que ya lograron hace dos años un incremento del 25% de su potencia. Sigue con su oferta de tres tipos de cabina —sencilla, extendida o doble—, con tracción trasera o total, en niveles de acabado normal (L) o lujo (LS), completados ahora con la nueva variante LS Plus, que se convierte en su nuevo alto de gama, sólo disponible con el motor 3.0 CRDi y con la carrocería de doble cabina, con cambio manual de 5 relaciones o automático de 4.

Estéticamente, el D-Max LS Plus añade a su frontal un perfil cromado en la toma de aire inferior y monta nuevas estriberas de aluminio. Por detrás, destacan los nuevos topes paragolpes cromados, ahora con sensores de aparcamiento, y en su interior, su nueva tapicería en piel, a dos tonos, con el logotipo «D-Max» bordado en los respaldos. En el tablero de a bordo lleva ahora un inclinómetro (que mide la inclinación respecto al suelo), y en opción puede montar navegador GPS y cámara de visión trasera incorporada.
En conjunto, la estética del Isuzu D-Max LS Plus combina su aspecto de «pick-up» duro con un aire más lujoso, con sus grandes faros trapezoidales, grandes ruedas con llantas (cromadas) de aleación de 16 pulgadas, faros antiniebla, parrilla de barras cruzadas, etc. Es también el D-Max más caro (36.000 euros con cambio automático), pero siempre dentro del alto margen de competitividad de esta gama entre los «pick-ups» mixtos del mercado, puesto que su oferta se escalona desde poco más de 21.000 hasta los 36.000 euros, un precio muy competitivo que se ve beneficiado por la posibilidad de acogerse a la homologación como turismo mixto adaptable.

Y sin perder de vista la lista de accesorios de concesionario (ver recuadro) que permite configurar cada D-Max a la medida de los gustos y necesidades de cada diente, y que incluyen desde equipos propios de turismos como el navegador GPS, asistente de aparcamiento, conexión «bluetooth » para el uso «manos libres» del teléfono móvil… a los más específicos para un «pick-up», con distintos cierres para su plataforma abierta, defensas para 4×4, estribos, etc.