Puesta al día tecnológica
Los dos monovolúmenes grandes de Ford, el deportivo S-MAX y el más familiar Galaxy, se renuevan de cara a 2019 con interesantes novedades tecnológicas, tanto en mecánica como en equipamiento.
Exteriormente hay pocos cambios, incluyendo ahora nuevas llantas de 17” a 19”, nuevos colores de carrocería como el azul Chrome y el plata Luna, así como las pinzas de freno en color rojo para el S-MAX en el nivel ST-Line). Sí hay un avance significativo en equipamiento de seguridad y ayudas a la conducción, incluyendo ahora el control de crucero adaptativo (ACC), con función de detención e inicio de marcha (Stop & Go) en situaciones de tráfico denso (siempre que monten cambio automático).
También se incorpora la última evolución del control de ángulo muerto (BLIS), un nuevo sistema de limpiaparabrisas Ford ClearView para mejorar la visibilidad, sistema de iluminación inteligente (frontal adaptable) con cambio automático de luces cortas a largas y viceversa y el asistente de Aparcamiento Activo con Estacionamiento Perpendicular (en batería). Además, también equipa el sistema de comunicaciones “Sync 3” de 3ª generación para controlar las funciones de audio, navegación y clima, (como siempre compatible con Apple Car play y Android Auto) además de los móviles conectados mediante comando de voz.
Motores actualizados
Pero lo más importante está bajo el capó, a cargo de un único motor turbodiesel 2.0 EcoBlue decantado en 4 niveles de potencia (120, 150, 190 y 240 CV, éste último biturbo). El cambio de serie es el manual de 6 velocidades, pero a partir de la versión de 150 CV se ofrece también tanto en el S-MAX como en el Galaxy el nuevo cambio automático de 8 relaciones por convertidor de par, controlable a través de un mando rotativo (E-Shifter). También se puede optar por la tracción total AWD de reparto automático de par (pero sólo en las versiones de 190 CV, el 240 CV biturbo, por ejemplo sólo se ofrece con tracción delantera).
Esta nueva generación del turbodiesel EcoBlue ha sufrido diversas modificaciones en el sistema de admisión e inyección, montando un turbocompresor de baja inercia y un equipo de reducción catalítica selectiva en la línea de escape, a fin de cumplir tanto la nueva normativa de emisiones Euro 6d TEMP como la de consumos WLTP.
En el caso del motor 2.0 biturbo de 240 CV, se combinan un pequeño turbo de alta presión junto un turbo de baja presión mayor, que funcionan en serie. A bajas revoluciones actúa el turbo pequeño, mientras que conforme aumenta el giro entra el grande en acción para una mayor capacidad de respuesta y un par mejorado. Y a regímenes altos, el turbo grande trabaja solo, bastándose para proporcionar la potencia máxima, con aceleraciones suaves y lineales.