Mariano Nieto
530.000 afectados
La marca francesa Citroën, perteneciente al grupo Stellantis, acaba de realizar una llamada a revisión masiva a los propietarios de los modelos C3 y DS 3, centrada en la comprobación y en su caso reemplazo de los airbags fabricados por el especialista Takata.
En su compromiso con la seguridad de sus vehículos y apoyo a sus clientes, el pasado 30 de mayo Stellantis hizo público su procedimiento de aviso a los propietarios de los modelos Citroën C3 y DS 3 fabricados entre 2009 y 2019 (unos 530.000 vehículos), de una campaña de retirada de airbags de Takata ante un riesgo potencial de malfuncionamiento en caso de accidente.
Comunicación oficial de los airbags defectuosos
El procedimiento de aviso a los propietarios de la necesidad de la operación preventiva se realiza mediante carta oficial del Ministerio del Interior (firmada por la DGT), indicando el número de bastidor (VIN) del vehículo afectado junto con una carta del fabricante avisando del problema. Concretamente informa que «Las sustancias químicas de estos infladores pueden deteriorarse con el tiempo, exponiendo al conductor y al pasajero a un riesgo de rotura del inflador del airbag con demasiada fuerza en caso de choque, capaz de causar lesiones graves o la muerte. Por esta razón, Citroën / DS Automobiles le pide que deje inmediatamente de conducir su vehículo.»
A continuación, se indica un enlace de la marca donde completar los datos del vehículo afectado y luego esperar la llamada de la marca para gestionar la cita en el taller oficial de Citroën o en su caso también puede contactar directamente con su concesionario oficial para comunicar los datos del vehículo. Por lo general, desde que el cliente inicia el proceso de comunicación como afectado, la marca tarda una semana en facilitarle el taller donde realizar la orden de trabajo, aunque sin embargo, por razones de seguridad hay una instrucción explícita de no mover el vehículo (Stop Drive) hasta que se realice el reemplazo de los airbags potencialmente defectuosos por otros de otro proveedor, tras la quiebra de Takata en 2017 tras reconocer el montaje de airbags defectuosos desde 2006.
La sugerencia de dejar de conducir inmediatamente estos vehículos hasta su reparación (bajo responsabilidad de sus conductores), no ha sentado nada bien a los afectados que ven como se restringe, por seguridad, su libertad de utilización. La marca, sin embargo, ha puesto a disposición de sus clientes afectados 60.000 vehículos de sustitución en toda Europa mientras dure la reparación.
Esta llamada que realiza la multinacional automovilística es la segunda que lleva a cabo de este tipo tras la campaña de retirada en 2020 al identificar un riesgo potencial en áreas geográficas con climas cálidos y húmedos. Los riesgos asociados con los airbags de Takata se monitorean y gestionan continuamente mediante retiros en las revisiones rutinarias de los vehículos.
