El especialista germano en baterías, Varta (propiedad del grupo norteamericano Johnson Controls) ha dado a conocer en la Automechanika de Francfort los resultados de su programa anual de comprobación de baterías, una iniciativa lanzada en 2015 en una serie de países europeos para asistir a los talleres en la detección de fallos de batería antes de que ocurran.
De más de 33.000 vehículos revisados, casi una cuarta parte tenían la batería en mal estado con necesidad de sustitución inminente. La intención de Varta es hacer de la comprobación del estado de la batería parte del servicio rutinario del taller, para evitar averías imprevistas y fallos de servicio en algunas funciones. Se aprecia una evolución de la comprobación a cargo del usuario hacia la delegación en el taller (o al menos esa parece ser la intención de fabricantes y talleres, otra cosa es que sea ese el deseo del usuario), con un 85% de conductores que recurren a un taller para el mantenimiento de la batería, confiando el 80% en el consejo del mecánico.
Por otra parte esta evolución es resultado de la introducción de los sistemas “stop & start” en los vehículos, con baterías especiales para ellos y a menudo, con dispositivos de rechazo en caso de montar baterías convencionales. Por eso en Varta calculan que para 2020 el 75% de todos los coches nuevos europeos serán “Stop & Start”.
