SUZUKI SPLASH con precios muy competitivos

4 julio, 2008

Fabricado en Hungría (en la planta de Esztergom, donde también se montan los Suzuki Swift), el Splash ha nacido con 5 puertas desarrollado sobre la misma plataforma de su hermano Swift, con el que comparte prácticamente suspensiones y batalla (ligeramente acortada en 2 cm, de 2,38 a 2,36 m), con su misma anchura pero 4 cm más corto (3,72 m) y bastante más alto (1,59 m), 9 cm más.

Concebido como monovolumen utilitario urbano y ya a la venta desde 9.995 a 13.995 euros, unos precios singularmente competitivos, el Suzuki Splash representa una oferta especialmente atractiva para los amantes de los polivalentes urbanos. Es 8 cm más ancho que el Wagon R+, lo que le permite acoger sin complejos 3 plazas en su banqueta trasera, con la ventaja de disponer entre 4 y 5 cm más de espacio para piernas (delante y detrás) y 3 cm más de altura para las cabezas. El maletero tiene la misma capacidad del Swift, o sea 202 litros brutos que suben a casi 600 con las plazas traseras abatidas y más de 1.000 hasta el techo. Está dividido entre el maletero en sí y el cajón que hay bajo su plano de carga y sobre la rueda de repuesto.

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Los faros trapezoidales ascendentes le confieren un aspecto simpático, y junto a la nueva parrilla de doble abertura (superior e inferior, en el parachoques) forman la nueva identidad familiar de Suzuki, con el emblema de la marca en el centro de la parrilla superior. Pese a su altura, el frontal del Splash es bastante aerodinámico (Cx de 0,32, muy bueno para su altura), con su techo elíptico que remata un portón trasero casi vertical, envuelto por unos grupos ópticos verticales que lo abrazan en forma de «bumerán». Los prominentes paragolpes suponen un seguro contra roces mayores.

Con una buena visibilidad y posición de conducción alta, el Splash nace con 5 plazas desde el principio, y ofrece un interior sencillo pero coqueto, con un volante multifunción de 3 brazos (con los mandos de audio en el izquierdo), un salpicadero con una consola de borde metalizado y con el cambio sobreelevado en su base, y un sencillo cuadro circular monoreloj de fondo blanco, con el velocímetro y el indicador de combustible, y un pequeño «display» inferior que hace las veces de pantalla informativa del ordenador de a bordo, dando datos como consumo (medio y puntual), temperatura exterior, autonomía, etc… El cuentavueltas va montado aparte e independiente (desde el nivel GLS) a la derecha del reloj principal, sobre el salpicadero (al estilo de cómo lo lleva el Mini de BMW).

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Buena habitabilidad.— Al volante, no hay problemas para encontrar la adecuada posición gracias al ajuste en altura del volante y del asiento (en los dos delanteros). Como ambos van más altos, la visibilidad es excelente y la sensación de dominio, también. Los respaldos recogen muy bien la zona lumbar, el tapizado textil resulta cálido y acogedor y las zonas de color del tapizado y paneles dan un toque alegre y juvenil realmente agradable. Teclas e interruptores están ergonómicamente repartidos, de modo que se facilita su uso intuitivo. Hay tres mandos claramente delimitados para la climatización y calefacción, y la palanca de cambio sobreelevada reduce el tiempo de maniobra al acortar la distancia entre su posición y el volante.

Hay soportes portabotes (y botellas) en puertas y en el túnel central, delante y detrás del freno de mano, y otro minihueco en la base de la consola, bajo los mandos de la climatización, ideal para una cartera o un teléfono móvil. Detrás, los cristales descendentes bajan hasta enrasar con el marco (algo cada vez menos frecuente), y el plegado asimétrico (60/40) de los asientos se realiza de forma conjunta y en una sola maniobra («one touch») para banqueta y respaldo.

Los cinturones están bien estudiados para que no estorbe su ajuste y posición, y tenemos dos anclajes Isofix para sillitas infantiles en los extremos de la banqueta. Y a la hora de elegir, tres tipos de tapizado (en negro, bitono en asientos y puertas, y bitono en asientos puertas y salpicadero) y diez colores de carrocería (dos planos, 6 metalizados y 2 perlados).

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La mecánica del nuevo Suzuki Splash ha sido otra sorpresa, por lo bien afinado de la misma y su brillante rendimiento. El Splash se ofrece con dos motores de gasolina (1.0 y 1.2) de 65 y 86 CV, ambos con 4 válvulas por cilindro e inyección secuencial, con 3 cilindros el primero y 4 el segundo. A ellos se añade la opción diesel, a cargo del difundido 1.3 16V Multijet de origen Fiat, ahora fabricado en la India y bautizado como 1.3 DDiS por Suzuki, cuya homologación de CO2 la marca nipona ha logrado mantener finalmente en los 120 gr/km en el 1.0 y en este 1.3 DDiS, lo que le libra del impuesto de matriculación (y el 1.2 se mantiene en 131 gr/km, lo que le deja sólo en el primer escalón, el del 4,75%).

Un motor con genio.— La opción de acceso de gama, el 1.0 tricilíndrico de 996 cc, con 12 válvulas y diseño propio Suzuki, da 65 CV a 6.000 rpm y 9,2 mkg de par a 4.800, y su comportamiento sorprende por su agilidad y dinamismo, con una gran facilidad para coger vueltas, y sobre todo, una extraordinaria flexibilidad que hace de él un motor muy aprovechable entre las 2.500 y las 5.500 rpm, con una contenida sonoridad en la que a duras penas se reconoce el rumor de un 3 cilindros. Suzuki anuncia para este Splash 1.0 una velocidad punta de 160 km/h y una aceleración de 14,7 segundos de 0 a 100 km/h, cronos que cumple (y aún supera) con pasmosa facilidad.

Con un cambio manual de 5 velocidades, el consumo oficial combinado es de sólo 5 litros de Eurosuper de 95 NO cada 100 km, subiendo a 5,9 en tráfico urbano, y bajando a 4,4 en el extraurbano. El 4 cilindros 1.2 cubica 1.242 cc. Da 86 CV a 5.500 rpm y 11,6 mkg a 4.400 rpm, gracias tanto a su distribución monoárbol en cabeza como a su inyección indirecta secuencial multipunto.

Es un motor muy brillante, con un gran respuesta a bajo y medio régimen, y un excelente tirón a alto, que se conforma con un promedio combinado de consumo sólo medio litro supe-rior al de 1.0 (5,5 lts/100 km) sin que el máximo urbano llegue a los 7 ni el mínimo llegue a los 5. Y eso con una velocidad máxima de 175 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 12,3 segundos… El cambio es el manual de 5 marchas del Swift, con la posibilidad de una opción automática con 4, a cambio de afectar ligeramente prestaciones (170 km/h de velocidad máxima y 14,9 segundos en el 0-100 km/h) y consumos (5,9 lts/100 km en el promedio combinado).

Finalmente el Splash 1.3 DDiS monta como ya hemos dicho el turbodiesel de 4 cilindros y 1.248 cc con inyección directa «common rail», con 16 válvulas y 75 CV a 4.000 rpm y 19,4 mkg a 1.750. Suzuki ha logrado insonorizar mucho este motor, hasta el punto de enmascarar notablemente su condición diesel, sin perjuicio de unas prestaciones que en la compacta y ligera carrocería del Splash se revelan muy notables, con 165 km/h de velocidad punta y 13,9 segundos en el 0-100 km/h. A cambio, el consumo combinado homologa sólo 4,5 litros de gasóleo cada 100 km, con un máximo urbano de 5,5 y un mínimo extra urbano de 4.

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Óptima relación valor/precio.— En el resto del bastidor encontramos soluciones eficaces y probadas. Suspensión, frenos y dirección son los del Swift, con una servodirección eléctrica de asistencia variable de sólo 9,4 m de diámetro de giro, ideal en maniobras, y discos de freno delanteros ventilados de 252 mm delante y tambores detrás (200 mm). La suspensión delantera es independiente, por eje Mac Pherson y brazos auxiliares, de modo que transmite a la carrocería las menores reacciones posibles de la tracción, mientras que detrás una traviesa semitorsional, con muelles helicoidales y amortiguadores logra la máxima eficacia sin apenas ocupar espacio útil. Y además, el Splash monta un ABS de última generación con distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBD), y opcional para todos, el control dinámico de estabilidad ESP.

Pero quizá lo más destacable sea el gran esfuerzo realizado en el aumento de la calidad percibida y en su dotación de equipamiento, sobre todo en función de su contenido precio. En suma, con el Splash, Suzuki reinventa la fórmula del utilitario urbano polivalente, completando su oferta de especialista en el segmento B con un coche que cumple mucho más su opción polivalente de lo que lo hacía el Wagon R+. Un coche pequeño pero con 5 plazas, ideal en ciudad pero que se desenvuelve con soltura en carretera, y con un nivel de calidad que combina la fiabilidad nipona con el refinamiento europeo, ofreciendo 3 años de garantía ó 100.000 km.

Suzuki
Suzuki

Tno. 91 151 95 95
Garantía: 3 años ó 100.000