Jorge Fernández
Celebra el 75 aniversario de la marca
La celebración del 75 aniversario de la creación de la mítica marca alemana de deportivos ha dado como fruto el Porsche Mission X, un nuevo prototipo totalmente eléctrico del tipo hypercar que ha sido diseñado con el ambicioso objetivo de ser el modelo homologado más rápido en el trazado Nürburgring Nordschleife.
El Porsche Mission X es un prototipo de Hypercar eléctrico de dos plazas, que aunque no revela aún su ficha técnica, sí que avanza una increíble relación peso potencia de solo un CV por kg de peso (debería oscilar entre 1.700 y 2.000 CV, con motores en ambos ejes que le darían la tracción total) y con la batería situada detrás de los asientos, obteniendo así una gran agilidad gracias al centrado de las masas.
Con una distancia entre ejes de 2,73 metros, sus dimensiones aproximadas son prácticamente las mismas del Carrera GT o el 918 Spyder, con 4,5 metros de largo y 2 de ancho, que le hacen ser un hypercar relativamente compacto. Por motivos aerodinámicos, monta ruedas de diferente tamaño en cada eje, con llantas de 20 pulgadas delante y de 21 pulgadas detrás. Las llantas tienen un diseño algo diferente en cada eje, con las del eje trasero dotadas de aeroblades transparente para mejorar la refrigeración de los frenos.
De aspecto espectacular y muy afilado, su altura de menos de 1,2 metros refleja una deportividad extrema pero sin esa agresividad inherente a algunos modelos de esta categoría. La carrocería está pintada en Rocket Metallic, un color especialmente diseñado para este modelo. Uno de los elementos que más llama la atención son los faros delanteros, con una reinterpretada firma lumínica de cuatro puntos colocada en vertical típica de los Porsche históricos de competición, como el Porsche 906 o el 908. En la parte trasera las luces parecen flotar, y cuentan con el nombre de Porsche incluido e iluminado en el centro, parpadeando la letra «E» cuando se está cargando el coche.
Prueba del trabajo puesto en este modelo es que tiene valores de apoyo aerodinámico superiores a los del 911 GT3 RS. Esto, unido a la relación entre potencia y peso y a su gran agilidad, le hacen apto para cumplir con el objetivo que la marca tiene pensado para este Porsche Mission X. Además, la marca espera poder ofrecer una capacidad de carga significativamente mejorada con su sistema de 900 voltios y ser aproximadamente el doble de rápido en el proceso que el actual líder de Porsche, el Taycan Turbo S.
Cabina tipo cockpit
En el interior se respira competición allí donde se mire. Los ocupantes van protegidos por una cúpula de cristal reforzada con fibra de carbono, y tiene a los lados las puertas de estilo Le Mans (como el Porsche 917 ganador en 1970y 1971), fijadas a los pilares A y al techo. y con apertura tipo élitro, hacia delante y hacia arriba. Los dos asientos tienen colores diferentes, y aparte de los elementos de cuero en color marrón Andalucía del asiento del acompañante, el asiento del conductor es de color gris Kalahari y forma una sola unidad cromática con la consola central y el salpicadero.
Como detalle destacado, en el lado del acompañante hay un sistema integrado de fijación en el salpicadero que permite acoplar un módulo de cronómetro. Para el Mission X, Porsche Design ha creado específicamente uno con un cronómetro de pantalla analógica y digital. Los relojes están diseñados para su uso tanto en circuito como en rallye y pueden mostrar los tiempos por vuelta o los datos esenciales de la conducción, entre otra información.
Los modernos asientos están realizados en CFRP, resaltan el apoyo a la altura de los hombros y sus cinturones de seguridad de 6 puntos están integrados en el chasis monocasco. Otros elementos que recuerdan a la competición son el volante abierto por la parte superior, dotado de interruptores y levas de cambio. Hay varias cámaras a bordo y la grabación se inicia en cuanto el conductor pulsa el botón REC del mando multifunción. Otro detalle importante es el escudo de Porsche renovado, y que podemos ver en el capó, el volante y en las ruedas.
Los precursores
Este Porsche Mission X tiene una alta probabilidad de ser producido en serie, continuando con la tradición de ofrecer un modelo exclusivo y del que formaron parte de la historia los modelos tipo supercoches precursores Porsche 959 (1985), el Carrera GT (2003) y el 918 Spyder (2013). El primero de ellos, el mítico 959, fue el coche de producción más rápido de su época (313 km/h). Desarrollado para competir en el Grupo B, gracias a su propulsor 6 cilindros bóxer biturbo de 2.850 cc desarrollaba 450 CV, siendo además el primer deportivo en incorporar la tracción integral, lograda a través de un embrague multidisco con reparto de par entre ejes tarado al 40/60.
El Porsche Carrera GT estaba basado en el prototipo Porsche LMP2000, un modelo de carreras diseñado para competir en las 24 horas de Le Mans que estaba realizado en plástico reforzado con fibra de carbono utilizado en su chasis monocasco. Este superdeportivo empleaba un sofisticado y potente motor V10 de 5.7 litros que erogaba 612 CV, siendo capaz de alcanzar los 330 km/h de velocidad máxima.
En septiembre de 2013, la marca sorprendió a los aficionados con su primer modelo con tecnología híbrida, el Porsche 918 Spyder. Este exclusivo biplaza de 887 CV fue el primer modelo homologado para circular por carretera en bajar la barrera de los 7 minutos en los 20,6 kilómetros del Nürburgring Nordschleife, completando la vuelta en 6:57 minutos.
Porsche pretende mantenerse fiel a este estándar de máximo rendimiento eléctrico: el objetivo, en caso de que el Mission X pase a la producción en serie, es que sea el vehículo homologado para circular por carretera más rápido en ese circuito, actualmente con el récord de vuelta rápida en posesión del Mercedes-AMG One en 2022 con 6:35.183 minutos.