Peugeot 508 SW 2018

8 junio, 2018
J. ROBREDO
Ahora con estilo “shooting brake”

La marca del león da un giro de diseño con el Peugeot 508 SW, la versión familiar del nuevo Peugeot 508, que se apunta a la moda de los “break de chasse” o “shooting brake”, bajo un diseño netamente más deportivo que su predecesor. Lo veremos este otoño como novedad en el Salón de París, con lanzamiento al mercado para primeros de 2019.

El Peugeot 508 SW ha sido desarrollado al mismo tiempo que el 508 berlina, siguiendo la corriente de los coupés de 4 plazas familiares, con ventanillas de puertas sin marco y un techo que pese a sus barras portaequipajes (muy bien integradas) es casi 6 cm más bajo (1,42 m) que su antecesor. Con 4,79 m de largo (4 cm más que la berlina) crece ligeramente compartiendo su misma plataforma modular EMP2 del grupo PSA que permite rebajar en 70 kg su peso sobre el actual 508 SW y aumentar su rigidez gracias a los nuevos sistemas de soldadura, con la misma batalla del nuevo 508 -2,79 m- y su eje trasero multibrazo capaz de montar en opción la amortiguación adaptativa variable (de serie en el nivel GT).

Destaca por sus prominentes pasos de rueda, pero sobre todo por una zaga muy distinta a la del anterior Peugeot 508 SW, con una moldura horizontal en negro brillo que enlaza los grupos ópticos de diodos y efecto 3D, con la particularidad de que su luz se adapta a la luminosidad ambiente, como en la berlina. Y para rematar su “look” deportivo, un miniescudo difusor bajo el paragolpes con la doble salida cromada del escape integrada a la izquierda. Pero el volumen trasero es completamente diferente apostando por una caída de la línea de techo más pronunciada hacia un portón trasero de grandes dimensiones que refuerza su “look” de familiar deportivo, bastante más atractivo que el del anterior 508 SW, con su perfilado techo con unas barras que apenas sobresalen y sin antena de radio (sustituida por un grabado serigrafiado en el techo).

Peugeot 508 SW 2018: amplitud interior por definición

Como es lógico, su principal ventaja como familiar radica en su maletero de 530 litros de capacidad bajo la bandeja, que pese a tener 30 menos que su antecesor es bastante más amplio de lo que se podría esperar por su pronunciada caída de techo, rematada por un ancho portón (24 cm más de boca de carga que la berlina) que baja bastante (el umbral de carga queda a sólo 63,5 cm, 6 cm menos que el del 508 berlina). El portón (en opción motorizado y con apertura “manos libres”) permite un fácil acceso a un maletero de formas cúbicas, con de raíles de aluminio en el piso (nivel GT) para fijar mejor los bultos, así como red sujetabultos, mamparas de separación, ganchos… Y si hay que ampliar el volumen útil, los asientos traseros se pliegan en formato 1/3 ó 2/3 mediante el sistema Magic Flat creando un suelo de carga plano y continuo con una capacidad total de 1.780 litros.

Peugeot ha buscado la máxima funcionalidad, como corresponde a un “break”, pese a poner el acento en su deportividad. Así, el acceso a las plazas traseras es bastante cómodo pese a la menor altura del techo, y en el interior tenemos como en la berlina una guantera refrigerada donde caben hasta dos botellas de litro y medio, así como otras dos de litro en los huecos de las puertas delanteras y otras dos de medio litro bajo el apoyacodos central.

En el interior encontramos los mismos detalles del nuevo 508, con la última generación del cuadro digital configurable i-Cockpit (12,3”), los asientos delanteros con opción a 5 programas de masaje, el equipo Hi-Fi “Premium” (Focal), el sistema de visión nocturna por infrarrojos con detección de personas y animales hasta 200 m, la recarga inalámbrica de teléfono móvil, etc. El salpicadero repite la misma forma y posición de la berlina, con la pantalla multimedia de 10”. Los asientos delanteros cuentan con certificación de ergonomía AGR, y pueden ir tapizados en tela, Alcántara o cuero -a elegir entre negro o púrpura- mientras que los traseros disponen de un respaldo un 27º más inclinado de lo normal

Entre las ayudas a la conducción destacan el control de crucero inteligente con función Stop & Go y radar de distancia de seguridad (con el cambio automático EAT8), asistente de aparcamiento con sensores, frenada automática de emergencia (con función de reconocimiento de peatones y ciclistas), alerta de riesgo de colisión, alerta activa de cambio involuntario de carril con corrección de trayectoria, sensor de fatiga del conductor, cambio automático de luces de carretera, lector de señales de tráfico, y el asistente de control de puntos ciegos con corrección de trayectoria.

Peugeot 508 SW 2018: Motores térmicos y estreno de un híbrido gasolina

La oferta mecánica de momento se centra en dos motores con 5 versiones, el 1.6 PureTech de gasolina con 180 o 225 CV, ambos con cambio automático EAT8 (por convertidor de par). Y en diésel los BlueHDI 1.5 y 2.0 de 130 CV y 160/180 CV respectivamente y con cambio manual de 6 velocidades o EAT8 el primero, y los 2.0 BlueHDI de 160 y 180 CV sólo con cambio EAT8. Los motores PureTech de gasolina montan de serie filtro de partículas y los diesel BlueHDI además catalizador SCR con inyección de urea (AdBlue). Todos llevan “stop & start” de serie, y cumplen ya la exigente normativa Euro 6d, vigente para coches nuevos desde el próximo septiembre.

Más adelante, en la segunda mitad de 2019, se ofrecerá una versión híbrida a partir de un motor PureTech de gasolina capaz de rodar en modo sólo eléctrico durante al menos 50 km. Como curiosidad, con el cambio EAT8 el modo «ECO» cambia a la posición «Neutral» cuando se circula entre 25 y 130 km/h, actuando como función de rodaje «a vela» por inercia si no se pisa el acelerador, reduciendo hasta un 3% el consumo. En contrapartida, desaparece la versión campera 508 RXH, no estando previsto –al menos por ahora- su reemplazo. En suma, un familiar dinámico y capaz destinado a mantener el mismo protagonismo de que ha gozado esta versión SW en la actual gama 508.

Versiones del modelo: '508'

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