J. ROBREDO
Tercer superdeportivo de la marca
Para celebrar el 30 aniversario de su presencia industrial y comercial, el italoargentino Horacio Pagani lanza su tercer gran supercar, el Utopia, sucesor de los espectaculares Zonda y Huayra, dotado de un impresionante biplaza con motor V12 situado en posición central trasera, sin ningún tipo de hibridación.
Bajo el nombre en código C10, Pagani realizó la presentación en Milán de este Utopía que recibe su nombre en honor a la obra del mismo nombre de Santo Tomás Moro, quien en 1516 describió el mundo ideal del que debería disfrutar el ser humano, y que el constructor propone trasladado al mundo del automóvil sobre un superdeportivo dotado de todo lo que pueda soñar un auténtico amante de la conducción, pasando por un soberbio motor V12 de máxima potencia, con cambio manual y un diseño futurista pero atemporal.
La sinfonía perfecta de Horacio
Su desarrollo y puesta a punto le ha llevado a este constructor artesanal 6 años, para realizar al final tan sólo una edición limitada de 99 ejemplares (todas ya vendidas al impresionante precio de 2,1 millones de euros antes de impuestos), aunque no se descarta su ampliación con posteriores variantes, ya que también están previstas versiones Targa y Cabrio). Curiosamente Pagani no ha dado a conocer sus medidas, pero todo apunta a que se encuentra en torno a los 4,7 m de largo por 2 de ancho y 1,2 de alto, sobre una plataforma de unos 2,7 m de batalla…
El chasis de fibra de carbono y titanio es bitubular ayudado por dos subchasis tubulares de acero delante y detrás, realizado en la fibra más cara y resistente (Carbo-Titanio HP62 G2 y Carbo-Triax HP62, y en aleación al cromo molibdeno (Cr-MO) para el acero de los subchasis), con lo que logra casi un 11% más de rigidez torsional que su predecesor, el Huayra. Y todo con un peso total final en vacío de poco más de tonelada y cuarto (1.280 kg, 70 kg menos que el Zonda y casi el mismo del Huayra).
La suspensión recurre al sistema de paralelogramos deformables por doble horquilla de aluminio forjado, con amortiguación electrónica variable, y su tren rodante monta llantas de aluminio forjado de 21” de diámetro delante y 22” detrás, con núcleos con diseño de turbina y calzadas con neumáticos Pirelli PZero Corsa de 265/35 R21 los delanteros y 325/30 R22 los traseros. Unas enormes llantas alojan en su interior discos de freno carbocerámicos Brembo de 410 mm de diámetro (y 38 mm de grueso) en el eje anterior y de 390 mm (por 34 de grueso) en el posterior, actuados por pinzas de 6 pistones delante y 4 pistones detrás.
Diseño «neorretro»
Su estampa es desde luego impactante, totalmente reconocible como un Pagani. La carrocería de líneas muy afiladas está también construida con paneles de fibra de carbono, con el capó delantero y el trasero en una sola pieza, abriendo el primero hacia adelante y el segundo hacia atrás, con las puertas de apertura en élitros (de tijera). Su frontal de doble faro carenado recuerda al de los Zonda y Huayra, formando una unidad, a los lados de un capó muy bajo con un nervio central como el del Zonda, flanqueado por unas tomas curvadas de aire.
Su diseño es un tanto “neorretro”, con los diversos apéndices aerodinámicos totalmente integrados en la carrocería y detalles también futuristas, como los retrovisores exteriores de dos piezas que parecen flotar sobre los laterales. Se trata de un diseño muy limpio y poco anguloso, dominado por delante por las tomas de aire en forma de una “H” muy ancha y por detrás por una zaga con las 4 cuatro clásicas salidas de escape en el centro, dentro de un hueco circular, flanqueadas por otros 4 pilotos redondos en posición vertical, dos a dos, al estilo del Zonda, rematados por abajo por un gran escudo difusor.
En el techo, que lleva incorporado el arco antivuelco, destaca el acristalamiento por doble hoja, la cubierta trasera transparente que permite ver el motor central o la unión por correas de cuero de los paneles de arriba y abajo. Por supuesto la aerodinámica se ha estudiado a fondo, a base de muchas horas en el túnel de viento para lograr una “down force” adecuada a sus prestaciones y mantener al tiempo un bajo momento polar de inercia, y todo ello sin recurrir a aparatosas soluciones de alerones y deflectores externos. Elementos como el fino labio delantero frontal o las aletas totalmente integradas en la carrocería ayudan a ello, lo mismo que el discreto alerón trasero dividido en dos. Todo para lograr un balance de presión aerodinámica del 46/54 sobre los dos ejes (delante y detrás) mediante un diseño aerodinámico activo que permite unir a la perfección función y forma.
Cabina con detalles únicos
Dentro de la cabina encontramos un interior minimalista donde se combina el lujo y la deportividad dentro de un ambiente “retro”, con un volante clásico de base achatada en aluminio forrado de piel y una palanca de cambio sobre una rejilla con el diagrama de cada marcha (en las unidades con cambio manual). El cuadro es analógico, con dos esferas principales y otras cuatro en la zona central del salpicadero, con mandos físicos para la mayoría de las funciones principales.
La única concesión digital es una pequeña pantalla (“display”) en el cuadro, entre las dos grandes esferas del cuentavueltas y el velocímetro, donde se visualizan los modos de conducción y algún dato más. En suma, un interior bastante más sobrio que el del Huayra, a la vez que más sencillo y elegante.
Sinfonía de caballos
Todo en este Pagani Utopía responde a la concepción tradicional de un superdeportivo extremo, orquestado desde su motor de combustión, un impresionante 12 cilindros en V a 60º con 6 litros de cubicaje y soplado por dos turbocompresores, uno por bancada, de factura Mercedes-AMG, ya conocido en el Huayra BC y ahora convenientemente retocado hasta lograr extraer de sus 5.980 cc nada menos que 864 CV a 6.000 rpm, con un par máximo de 112,2 mkg entre 2.800 y 5.900 rpm, y un tope máximo de giro bastante conservador de 6.700 rpm.
Con un peso total de 262 kg, este sensacional V12 cumple ya todas las regulaciones de emisiones mundiales, transmitiendo toda su potencia al eje motriz trasero, que cuenta con un diferencial electromecánico para lograrlo sin problemas, a través de una caja manual de 7 marchas (firmada por X-Trac), con pedal de embrague de tres discos especialmente creada para el Utopía. Esta última no es ningún capricho, sino la respuesta de Pagani a los clientes que le reclamaron el regreso de la palanca de cambio “para conducir este superdeportivo de la forma más pura posible” en sus propias palabras, un deseo que al parecer compartía el 70% de los propietarios del Huayra…
También puede montar otro cambio secuencial robotizado con el mismo número de velocidades, de diseño transversal en vez de longitudinal, definido como el más rápido de engranajes helicoidales que existe en el mercado. Con todo, alcanza una relación peso potencia de tan sólo un kilo y medio por CV, lo que de entrada le asegura unas prestaciones altísimas, aún no desveladas por Pagani.
En todo caso, Pagani no descarta que en el futuro (2026) pueda construir un superdeportivo 100% eléctrico, pero hasta entonces su poderoso V12 tiene asegurada su continuidad, sin que ello suponga la renuncia a una posible hibridación futura. Pero antes de lanzarse a ello debe lograr resolver el dilema del peso, con una frontera puesta en la tonelada y media como tope, para mantenerse al nivel de sus modelos de combustión. Eso implica un gran esfuerzo en la búsqueda de materiales ligeros, aunque Horacio Pagani cree que puede llegar a conseguirlos dado que ellos mismos fabrican todos sus componentes de fibra de carbono, y realizan el control directo de los de aluminio y titanio.
De momento habrá que esperar a que Pagani homologue los rendimientos de este Utopía para conocer sus prestaciones oficiales, así como consumos, coeficiente aerodinámico Cx, dimensiones exactas… todo ello pendiente aún de especificar. Lo que está claro es que este Utopía, tercer modelo de la marca, concentra toda la esencia de Pagani, resumida en las tres exigencias máxima de su selecta clientela: sencillez, ligereza y placer de conducción. Toda una Utopía sobre ruedas, ya real desde finales del presente 2022, con las primeras entregas previstas para primeros de 2023.