Nuevo filtro de aceite MANN-FILTER para vehículos comerciales eléctricos

31 agosto, 2022
GERARDO ROMERO-REQUEJO M.

Pensado para vehículos comerciales eléctricos, MANN-FILTER acaba de lanzar su nuevo filtro de aceite W 7071 para transmisión con calidad de equipo original y que reduce la pérdida de la carga a la mitad.

Los sistemas de transmisión “ e-axle” de los nuevos camiones eléctricos Mercedes-Benz eActros 300 y eActros 400, están configurados a través de una compacta solución que impulsa directamente el eje del vehículo, integrando en una sola unidad el motor eléctrico, la electrónica de potencia y la transmisión. Todos los componentes mecánicos de la transmisión están integrados en el eje, con lo que solo se necesita un circuito de aceite para cumplir ambas funciones de refrigeración y lubricación.

Sin embargo, al estar el aceite en contacto directo con los componentes mecánicos y electrónicos, las partículas de metal y las virutas de la transmisión pueden terminar en el motor eléctrico causándole daños. Es por ello que, como en muchas transmisiones convencionales, estas partículas deben ser separadas de manera rápida y permanente mediante un medio filtrante específico, que en este caso, es capaz de retener el 99,5% en partículas de 50 µm de tamaño, el equivalente al diámetro de un cabello fino.

Para cumplir con estos nuevos requisitos, el experto mundial en filtración MANN+HUMMEL ha desarrollado una nueva gama de filtros de aceite de transmisión para proporcionar tanto una eficaz refrigeración como lubricación del eje eléctrico. El filtro de aceite de transmisión W 7071 de MANN-FILTER incorpora el nuevo medio filtrante sintético MULTIGRADE O-eM 50, diseñado específicamente para cumplir con los requisitos de lubricación y refrigeración de este tipo de transmisiones “e-axle”.

Este medio filtrante reduce la pérdida de carga en aproximadamente un 50%, respecto a un medio filtrante convencional, con la ventaja de que la válvula de derivación se va a abrir en menos ocasiones y por períodos más cortos. Esta baja presión diferencial también se traduce en menores requisitos de energía para todo el sistema con la consiguiente mejoría en la autonomía de las baterías. Además, se consigue una mayor resistencia química, permitiendo prolongar los periodos de mantenimiento de acuerdo con las especificaciones del fabricante del vehículo.