M. M.
Grande, tecnológico y para todo tipo de terreno
El SUV familiar Mercedes-Benz GLC, con su espacioso interior y mayor sensación de seguridad que la berlina se ha llevado en esta ocasión nuestro premio al Gran SUV del Año 2023, tanto por sus medidas (6 cm más de largo que antes ya entraba sobrado en nuestra categoría del premio), por encima de los 4,60 m, como por sus soluciones de tracción e ingeniería (mecánicas mixtas térmicas y eléctricas, hibridación general “light” a 48 V, híbridos enchufables, dirección a las 4 ruedas, suspensión neumática, etc…). Y todo ello desde un precio de acceso de menos de 59.000 euros.
Mercedes ha apostado por una renovación completa de su gama GLC, iniciada en el pasado otoño de 2022 con la versión SUV adaptada a todo tipo de terreno y completada en esta primavera con la llegada de su hermano GLC Coupé, igualmente en 5 puertas pero con una zaga más baja y dinámica, aunque siempre sobre su misma plataforma de 2,89 m de batalla (de las mayores del mercado) y casi iguales medidas (sólo gana 4 cm de longitud, hasta los 4,76 m).
Pero volviendo al nuevo Mercedes-Benz GLC con sus atributos como SUV, estos más que suficientes para obtener nuestro galardón, en un segmento que ha crecido mucho. La ventaja de Mercedes con estos GLC berlina y Coupé es confirmar una funcionalidad más allá de las apariencias. No en vano desde que salió en 2015 su primera generación, el GLC ha visto crecer sus ventas mundiales hasta los dos millones de unidades, convirtiéndose en una de las gamas más comerciales de la marca.
Y ahora, el nuevo Mercedes GLC añade además algunas ayudas a la conducción específicas propias de su condición SUV, tales como: el asistente de mantenimiento de carril activo hasta los 210 km/h, un lector de señales que ahora es capaz de leer las señales luminosas de los pórticos de autopista y la mayoría de las provisionales de obras, y una ayuda especial a la hora de arrastrar un remolque, con un programador de rutas que las calcula en función del remolque a llevar (teniendo en cuenta la anchura del carril de las vías, altura de puentes y túneles, etc) siendo además capaz de efectuar maniobras semiautónomas hasta 5 km/h.
En definitiva, ayudas que le mantienen en la vanguardia de su segmento, y que también han sido consideradas en nuestra elección, contribuyendo a su victoria. En suma, un gran SUV familiar capaz de cubrir todo el espectro de necesidades de los usuarios que buscan amplitud, confort, seguridad y prestaciones, con etiquetas ambientales ECO y CERO, y con todos los atractivos de una marca “premium” como Mercedes.
Ahora más grande
Cuando vemos aparecer en el mercado los grandes SUV familiares híbridos y eléctricos de los últimos tiempos, nos sorprende a veces tanto los diseños rompedores que buscan anticipar diseños futuristas sacrificando la funcionalidad, como el gigantismo de los que ofrecen ante todo unas grandes dimensiones, sin tener en cuenta las dificultades de movilidad urbana que a menudo implica un excesivo tamaño.
De ahí que Mercedes haya logrado en esta su segunda generación GLC tipo SUV un formato grande sin estridencias (4,72 x 2,89 x 1,64 m), de estilo continuista pero sumando mejoras en habitabilidad y equipamiento con una ingeniería de vanguardia que satisfaga a una clientela que además de dejarse seducir por las marcas “premium” alemanas busca también la funcionalidad y el sentido práctico de un coche de diario. Y eso es lo que representa este nuevo GLC, algo más grande que el anterior pero sin pasarse, más lujoso y tecnológico con una nueva oferta de motores todos hibridados, bien de forma ligera a 48 voltios, bien como híbridos enchufables con más de 100 km de autonomía cero emisiones. Y todo con una gran amplitud interior y un enorme maletero de nada menos que 620 litros de capacidad. Fabricado en las plantas alemanas del grupo Daimler en Bremen y Sindelfingen.
Su estampa es parecida a la de su antecesor, pero más perfilada y aerodinámica (Cx de 0,29), con un nuevo frontal con parrilla de marco cromado donde los faros de diodos se estrechan y unen con la misma. Por supuesto, son de diodos de serie, y en opción de iluminación digital variable (capaces de proyectar información sobre la calzada para indicar la presencia de un peatón o avisar de un giro equivocado). Estrena luz de cruce diurna en forma de elipse, y desde el nivel AMG Line, una gran estrella central cromada en la parrilla. Como SUV de vocación campera lleva un protector metalizado delantero de bajos para reforzar su aspecto todo terreno, y protecciones laterales en los pasos de rueda (negras o en color carrocería, según nivel de acabado).
Por detrás, los GLC presentan unos grupos ópticos en 3D más estirados en dos secciones y unidos mediante una fina banda luminosa, con el escudo difusor inferior que incorpora las salidas simuladas de los tubos de escape, rematando el conjunto un generoso tren rodante con llantas de aleación de 18” a 20” de diámetro.
Interior con mayor digitalización
En el interior encontramos en este GLC un salpicadero de diseño vanguardista, con el cuadro digital de 31 cm (12,3”) orientado hacia el conductor y su gran pantalla multimedia táctil vertical de 30,2 cm (11,9”) en la consola central. Dispone de “head-up display” opcional a color y el sistema multimedia MBUX (Mercedes Benza User Experience) de segunda generación, con un mejorado asistente de voz.
Entre las ayudas a la conducción hay algunas inéditas, como el control de crucero capaz de reaccionar a vehículos detenidos en la vía circulando hasta 100 km/h. El cuadro digital puede configurarse en tres modos (navegación, asistencia y servicio) y su presentación en otros tres (clásico, deportivo y discreto). Cuenta también con un modo especial “off road” con datos específicas todo terreno (brújula, pendiente, inclinación, ángulo de giro…) y hasta la función de “capó transparente” en combinación con la cámara opcional de visión perimétrica a 360º.
Llega la hibridación masiva
En cuanto a motores, Mercedes unifica la oferta de combustión en estos GLC con un bloque de 4 cilindros y dos litros de cubicaje (turbo en los gasolina y biturbo en los diésel), todos con el cambio automático 9G-Tronic de 9 relaciones y la tracción total 4Matic. Hay seis variantes, tres MHEV hibridadas a 48V (de ellas una diésel) y otras tres híbridas enchufables PHEV (dos de gasolina y una diésel). Los GLC microhíbridos a 48V son los 200 4Matic, 300 4Matic y 220D 4Matic, los tres con un motor de arranque/alternador eléctrico a 48V integrado en el cambio, que proporciona una potencia auxiliar de 17 kW (23 CV) y 20,4 mkg de par.
Así, el GLC 200 4Matic MHEV anuncia 204 CV y 32,6 mkg de par, que le permiten 221 km/h de velocidad punta y cubrir el 0-100 km/h en 7,8 segundos, con un consumo medio de 7,3 a 8,2 l/100 km. Por su parte el 300 4Matic MHEV sube su potencia total conjunta a los 258 CV con 40,8 mkg de par, lo que eleva su velocidad máxima a 240 km/h y baja a 6,2 segundos la aceleración de 0 a 100 km/h, con el mismo consumo medio de 7,3 a 8,2 l/100 km. Y finalmente el 220D 4Matic MHEV con su 2.0 diésel biturbo da 197 CV y casi 45 mkg de par (44,9), con una velocidad máxima oficial de 219 km/h y 8 segundos justos para cubrir el 0-100 km/h, descendiendo su consumo medio hasta 5,2 a 5,9 litros de gasóleo a los 100 km. Unas prestaciones y consumos muy brillantes para un SUV de su tamaño y peso…
En cuanto a las versiones híbridas enchufables PHEV, cuentan con un motor eléctrico de 100 kW (136 CV) y 44,9 mkg alimentado por una batería de 31,2 kW/h, que les permite una autonomía en modo eléctrico superior a 100 km (WLTP) y hasta 140 km/h de velocidad punta “cero emisiones”. Esta ayuda eléctrica se superpone a los mismos motores ya citados de combustión, formando los 300E 4Matic, 400E 4Matic y 300DE 4Matic.
El primero añade a los 204 CV del motor de gasolina del 200 los 136 CV extra del motor eléctrico, sumando una potencia total conjunta de 313 CV y 56 mkg de par, suficientes para anunciar 218 km/h de velocidad máxima en modo híbrido y 140 km/h en eléctrico, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y una autonomía eléctrica máxima de 120 km.
Luego, el 400E 4Matic al sumar a los 252 CV de su 2.0 turbo de gasolina los 136 CV eléctricos alcanza los 381 CV (y 66,3 mkg), una potencia más que respetable que le permite bajar el crono de 0-100 km/h en 5,6 segundos y subir su velocidad punta a 237 km/h, y repitiendo la autonomía eléctrica conocida de 120 km/h. Y el GLC 300DE 4Matic es quizá el GLC PHEV más atractivo, ya que con los 197 CV del 2.0 diésel biturbo y sus casi 45 mkg y los 136 CV eléctricos, sube su potencia total conjunta a 335 CV con el mayor par de todos (76,5 mkg), lo que se traduce en 6,4 segundos de 0 a 100 km/h y 217 km/h de velocidad punta.
La autonomía eléctrica se mantiene por encima de los 100 km, aunque no mucho (de 102 a 117 km), lo suficiente como para poder lucir la etiqueta medioambiental CERO, otro de los atractivos de estas motorizaciones. Y en cuanto a consumos, los oficiales WLTP lo cifran de medio litro a 0,8 en los tres, pero claro partiendo de un uso eléctrico máximo con batería al 100% (con un consumo eléctrico de 24 a 27 kW/100 km).
Los tiempos de recarga de la batería de los PHEV, incluso totalmente agotada admite una recarga completa en media hora con el cargador opcional de 60 kW de corriente continua. Para la carga trifásica en una «wallbox» conectada a la red doméstica de corriente alterna se ofrece de serie un cargador de 11 kW. Por último, los GLC PHEV permiten graduar la recuperación dinámica de energía en tres niveles mediante levas al volante, con un modo D donde el conductor puede llegar a conducir con un solo pedal (al levantar el pie del acelerador, el vehículo se frena tanto que se puede prescindir del freno hidráulico convencional).
Además los GLC PHEV disponen de un modo de conducción todoterreno en modo solo eléctrico y cuentan con la suspensión neumática Airmatic de serie. Y también, todos los PHEV disponen de un programa “off road” y la función DSR (Downhill Speed Regulation), además de poder equipar el paquete de protección Pre Safe en caso de choque, con la función Impulse Side para crear una zona de deformación virtual alrededor del vehículo: esta función empuja los asientos de los ocupantes delanteros hacia el centro del vehículo para alejarlos de la zona de impacto cuando detecta un choque lateral inminente. Capítulo aparte se encuentran las versiones más prestacionales Mercedes-AMG GLC, recientemente añadidas a la gama.
En definitiva todo un compendio de tecnologías de vanguardia a disposición de su clientela potencial a un precio casi igual al de su predecesor, para poder competir con sus rivales “premium” más directos (sobre los 60.000 euros las versiones más asequibles). Son razones de peso para haberse hecho acreedor a nuestro premio de Gran SUV del Año 2023.
