Maserati Quattroporte Diesel

9 junio, 2014
JUAN ROBREDO

Más asequible y ecológico
Tras su presentación el pasado otoño en el Salón de Francfort, llega al mercado español la versión diesel del Maserati Quattroporte, el sedán diesel más deportivo de la oferta mundial y la versión más asequible de la sexta generación de la gama Quattroporte.
El buque insignia de Maserati adquirió en su última generación el máximo nivel de lujo y confort de toda su historia, manteniendo su reputación de sedán superdeportivo con sus motores V6 y V8 biturbo de gasolina de 410 y 530 CV, respectivamente. Y ahora añade a ese prestigio, que logró desde 1963 como pionero de los 4 puertas de altas prestaciones, el nuevo de serlo igualmente bajo una mecánica de gasóleo, en este caso un V6 de tres litros de cubicaje (2.987 cc) soplado por un turbocompresor de geometría variable refrigerado por agua y con una inyección directa “common rail” trabajando a 2.000 bares de presión.

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Sus 275 CV a 4.000 rpm y sus 61,2 mkg de par máximo (constante entre 2.000 y 2.600 rpm) le permiten unas prestaciones que, aunque más modestas que las de sus hermanos de gasolina, siguen estando al nivel de las que se espera de un Maserati: 250 km/h de velocidad punta y 6,4 segundos de 0 a 100 km/h. El cambio es el mismo de los demás Quattroporte, el automático ZF de 8 relaciones (con levas al volante), con 5 modalidades de uso: normal, sport, manual, manual sport y la ICE (Increased Control and Efficiency) para el mejor rendimiento energético.
En todo caso, este Quattroporte diesel se presenta más como una opción asequible dentro del superlujo que como un diesel de altas performances, ya que a este nivel, coches como el Audi A8 V8 4.2 TDI (385 CV) o el BMW 740d (313 CV) le superan claramente por su mismo o incluso algo menor precio.
El motor no es Ferrari.– Este motor –primero que no suministra Ferrari a los nuevos Maserati– ha sido desarrollado por la italiana VM Motori para la marca del tridente, y se trata de un 6 cilindros en V a 60º que cubica 2.987 cc bajo una arquitectura de carrera larga de pistones (83 x 92 mm). Con inyectores multifase IRS y una bomba que inyecta el gasóleo en la rampa común de inyección a 2.000 bares, consigue un elevado rendimiento térmico que le permite anunciar un consumo combinado de 6,2 lts/100 km (163 grs/km de CO2), muy bueno para un coche de su potencia y prestaciones, con casi dos toneladas de peso y cambio automático.

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Utiliza distribución por cadena, aislamiento reforzado y dispone de actuadores acústicos para lograr una determinada sonoridad (como en los demás Quattroporte, el Maserati Active Sound), que en este caso se logra un suave tono ronco muy diferente al clásico claqueteo diesel. Con tracción posterior, monta diferencial autoblocante de deslizamiento limitado (LSD) de tipo mecánico (35% en aceleración y 45% en retención) y trae arranque “Stop & Start” de serie.
Por fuera, el Quattroporte diesel no varía de líneas, con su misma fina aerodinámica (Cx de 0,31) y generoso tren rodante con llantas de 19 pulgadas (con neumáticos de 245/45 delante y 275/40 detrás) que pueden subir en opción a 20” y hasta 21”. Los frenos son los mismos del V6 3.0 S, con discos Brembo ventilados en las 4 ruedas, de 345 mm de diámetro delante y 320 mm detrás, con pinzas fijas de 4 pistones delante (y flotantes de dos detrás). Las suspensiones (de aluminio) son por triángulos superpuestos en ambos ejes, y la amortiguación Skyhook permite un control variable independiente, regulable por el conductor.
Las dimensiones son las mismas de la nueva generación Quattroporte (5,26 m de largo por 1,95 de ancho y 1,48 de alto), con la mayor batalla de su selecta categoría (3,17 m). E igualmente ofrece su misma habitabilidad mejorada, con 10,5 cm más de espacio para piernas (frente al anterior Quattroporte) en las plazas traseras y 80 litros más (530) de capacidad de maletero.

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En cuanto a equipamiento, tenemos el mismo de máximo lujo ya disponible en los Quattroporte V6 3.0 S, con MSP (Maserati Stability Program, el ESP de Maserati), 6 airbags, MSR (impide el bloqueo de las ruedas motrices durante una reducción en condiciones de escasa adherencia), BAS (frenada de emergencia), Hill Holder, cámara de visión trasera, sensor de presión de neumáticos, faros bi-xenon AFS con regulación automática, luz de cruce diurna por diodos, asientos de piel calefactados, control de crucero con limitador de velocidad, conectividad Wi-Fi “hotspot”, equipo hi-fi con 15 altavoces, llave inteligente, parabrisas y luneta trasera de cristal doble laminado, climatizador dual con 13 salidas de ventilación, etc, etc.
Si a todo lo anterior añadimos un precio final en España de 107.060 euros, no cabe duda que este Maserati Quattroporte diesel representa la opción más asequible del superlujo deportivo italiano a nivel sedán, muy próxima a la de rivales como los Audi A8 V6 3.0 TDI, Mercedes S 350 CDI y BMW 730d, de similar potencia aunque menor precio (sobre 20.000 euros menos). Pero claro, es la diferencia entre un diesel “premium” y un diesel “superpremium”…

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