Clínica rodante
Este “concept” novedad en el Salón de Francfort, no se fabricará hasta 2015 en Almusafes (Valencia) y sustituirá al actual S-MAX (2005), con su nuevo motor 1.5 Ecoboost. Cargado de tecnología embarcada, cuenta con innovaciones tan curiosas como un asiento con un sensor capaz de detectar el ritmo cardíaco del conductor o los niveles de glucosa en sangre.
Mantiene su filosofía de monovolumen medio/alto para 7 plazas aunque en distintas configuraciones de 4 a 7 asientos (dejando el segmento de los compactos al C-MAX), pero aportando esta vez un toque más deportivo y un carácter “multiactivo”, bajo un diseño sobrio y elegante, mejores acabados y nuevos y avanzados equipamientos tecnológicos que incluyen desde sistemas de protección de salud a la comunicación “car-to-car”, la pantalla de visión dual, los sistemas de frenado automático pre-colisión o el asistente activo de aparcamiento.
Estéticamente incorpora los rasgos de diseño más recientes en Ford, con una parrilla elevada, faros estilizados y un tratamiento único del paragolpes delantero que incluye elementos de diseño que parecen flotar en la apertura frontal delantera y por encima del faldón. El característico perfil del S-MAX se afila, con el capó extendiéndose hasta el parabrisas, que a su vez fluye hacia el arco del techo hasta crear un diseño propio del cristal en el mismo.
Aún no hay medidas oficiales (el actual S-MAX mide casi 4,8 m de largo) siendo muy probable que su configuración definitiva dentro de algo más de un año cambie muy poco respecto a la actual. Quizá lo que más sorprende es que se haya mantenido el esquema de las 4 puertas batientes, en lugar de dos batientes y dos correderas, como en el C-MAX, una solución más práctica y versátil. Por lo demás, el sistema de plegado inteligente de los dos asientos de la tercera fila permite subirlos y bajarlos con un solo movimiento y mínimo esfuerzo, mientras que el acceso a la segunda fila permite entrar y salir fácilmente, con el asiento central plegable en el suelo.
Otros detalles del diseño exterior del futuro S-MAX incluyen los perfiles que recorren el lateral del vehículo para crear una sensación de longitud y movimiento, sus costados de aspecto musculoso y los faros característicos con lámparas orgánicas de diodos, lo último en iluminación, que ofrece más flexibilidad de posicionamiento y diseño junto a una rápida respuesta tanto en blanco como en distintos colores.
El salpicadero toma al conductor como referencia, con un cuadro que combina sencillez y legibilidad, y una consola central partida (mitad hacia el salpicadero y mitad hacia abajo) para aumentar la sensación de espacio, junto con el diseño de los paneles de puertas y el innovador diseño del interior del techo. La pantalla de Visión Dual de la consola presenta distintas imágenes a conductor y acompañante, para que el conductor reciba sólo la información importante, sin distracciones, mientras que el copiloto puede ver, por ejemplo, una película al mismo tiempo. Los materiales de alta calidad, incluido el tapizado de cuero ultra suave para el salpicadero y detalles en cuero y fibra de carbono para los asientos, dan al interior un toque de alta calidad y sofisticación.
Pero lo que realmente llama la atención en este “concept” son sus dispositivos de conectividad avanzada. Así, el sistema Ford SYNC con “MyFord Touch” ofrece acceso inalámbrico a Internet, además de contar con un conector para tabletas que permite integrar a los ocupantes de la segunda fila sus dispositivos móviles personales en el vehículo. Además, ofrece una aplicación “App Link”, que permite al conductor manejar su “smartphone” mediante mandos de voz. El listado de aplicaciones disponibles está en constante crecimiento (Spotify, Kaliki, Glympse, Aha, etc), con opciones de música, noticias e información personalizada, así como de localización y navegación.
Pero todo esto forma parte de la parafernalia cibernética que comienzan a equipar los nuevos modelos: lo que ya no es tan corriente son los dispositivos adicionales que permite el SYNC pensados para la mejora de la salud y bienestar del conductor, como el asiento de Monitorización de Ritmo Cardíaco de Ford, que registra las pulsaciones del conductor, almacenando los datos de su actividad cardíaca a largo plazo, con la posibilidad de avisar a servicios médicos en caso de actividad inusual e incluso activar sistemas de seguridad en caso de emergencia. El otro nuevo dispositivo de protección sanitaria va también en el asiento, un controlador de nivel de glucosa conectado con el SYNC, que podría alertar, por ejemplo, a los padres si un niño que esté durmiendo en el asiento trasero sufre un ataque de diabetes.
Lo demás forma parte del desarrollo natural de las posibilidades de conectividad para mejorar la seguridad dinámica de la conducción, como los sistemas de sensores que facilitan información detallada sobre el entorno de conducción para potenciar la seguridad (la comunicación “coche a coche”, que permite al vehículo “hablar” con otros vehículos dotados de similar equipamiento, enviando avisos en caso de circulación en sentido incorrecto, o si un vehículo se ha parado en una situación potencial de peligro (una curva ciega, un túnel, etc). También trae el Sistema de Protección Inteligente (con asistente precolisión que identifica a los peatones y activa el freno automáticamente en caso de inminente atropello) y hasta una versión avanzada del Active Park Assist capaz de estacionar en batería, salir de la plaza y avisar de cruce de tráfico.
Finalmente, el tema de las motorizaciones queda todavía abierto, con la única certeza de que este próximo S-MAX contará con el nuevo 1.5 Ecoboost de gasolina, un cuatro cilindros turboalimentado con inyección directa (que también montará el Mondeo) y unos 180 CV de potencia en su versión más apretada (habrá otra con 150 CV). Como aún falta tiempo, no hay todavía datos de las demás motorizaciones, que podrán incluir otros miembros de la familia Ecoboost así como nuevos diesel. Pero para eso tendremos que esperar al menos a 2014.