GP. SINGAPUR 2013: “AL BORDE DEL ABISMO”

20 septiembre, 2013

PEPE VALENCIANO

www.pepevalenciano.com

–          A Alonso sólo le vale vencer a Vettel, pero se aleja más.

–          El nuevo paquete de Ferrari no funciona y los demás mejoran.

–          Red Bull impone su ley en los primeros entrenamientos libres, con Vettel y Webber al mando.

–          Se diluyen las esperanzas de recortar puntos de Alonso.

 

Duele escribir esto, pero seamos realistas: con lo visto en los dos primeros entrenamientos libres, sólo un milagro –otro más- salvaría los muebles de Alonso. El coche ya se comportó mal en Hungría, un circuito con alta carga aerodinámica. Tras el paréntesis de Monza donde prima la velocidad, de nuevo en un circuito con mucha carga aerodinámica, las cosas no vuelven a ir mal, sino fatal. No sólo no funcionan las ¿mejoras? traídas con nuevo paquete aerodinámico, muy completo, sino que los demás (Red Bull, Mercedes y Lotus), presentan mejoras que sí funcionan. Desesperante. ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, pensará Alonso. Y es que la distancia es sideral con todos, de ahí que con amargura Alonso haya dicho tras la jornada del viernes que tendrá que luchar por el puesto séptimo u octavo. Así que adiós a sus esperanzas de recortar puntos con el líder que de ganar aquí (y todo parece indicar que así va a ser), dará el golpe definitivo y final para llevarse su cuarto entorchado consecutivo. Y encima se ha visto a Vettel más cerca de los muros que nunca, vamos que desde el inicio quiere marcar su territorio, atemorizar no ya con su excepcional bólido sino con su conducción. Si alguien esperaba algo de miedo como en otros años, que se olvide. Este (Vettel) ha venido a Singapur a golpear duro a todos sus rivales, especialmente a Alonso. El piloto español de Ferrari nada puede hacer ante tal avalancha de mecánica perfecta y de arrojo de piloto. Menudas dos combinaciones. Aún así, se ha visto a Alonso pegarse más que nadie a los muros para arañar esas décimas o centésimas que le acerquen. Pero ni por esas. Mientras que los Red Bull van rectilíneos, ni una corrección a la salida de curva, basta ver al Ferrari de Alonso derrapando en cada salida como si estuviese en un Rally para darse cuenta de la diferencia de monturas. Por eso se ha quedado a una distancia sideral de 1,5 segundos. Eso con los superblandos, pero con los medios más de lo mismo. Ya sea en tandas cortas o largas, Vettel ha sido no superior, sino muy superior a todos que se les ha quedado la cara de tonto. ¿Quién decía que estos monoplazas ya no tenían recorrido de mejoras, que estaban explotados al máximo?. Pues ya ven, Red Bull sigue y sigue haciendo mejoras en cada carrera. ¿Qué tiene Adrian Newey que no tienen los demás?. Esta es la clave para entender su supremacía. Y el que no quiera verlo allá él.

Conociendo el Circuito de Singapur.

La leyenda del circuito nocturno se venía forjando en la cabeza de Berni Ecclestone, que preocupado porque las audiencias televisivas bajaban en Asia, por las diferencias horarias, propuso a los organizadores hacer una carrera –la primera de la historia- nocturna. Dicho y hecho, en Singapur –Ciudad Estado- aceptaron el reto y sorprendieron al mundo en 2008 con un espectáculo sin igual, sin parangón. Se diseñó un trazado largo, más de 5 kilómetros, con una pista  alumbrada por 1500 focos, serpenteantes entre modernidad y tradición, alimentados por 12 generadores idénticos de energía, que proporcionan iluminación cuatro veces más potente que la de cualquier estadio de fútbol. Se trataba de conseguir simular la luz de día, para lo cual, se instalan proyectores en travesaños de aluminio soportados por tres torres, de 10 metros de altura, y separadas por 32 metros de distancia. Se instalan 108.423 metros de cables eléctricos y 240 pilones de acero. A pesar de la incertidumbre inicial, la visibilidad no fue problema. En general, todo fueron elogios para el circuito por parte de los pilotos, salvo que es demasiado revirado, y la excesiva altura de los pianos. Con todos esos ingredientes, arrancó en 2008 la primera carrera de la historia, con tan buena suerte, que un doble campeón del mundo, Fernando Alonso, aprovechando un accidente de su compañero de equipo, inscribía su nombre con letras de oro como primer ganador, para mayor regocijo de los organizadores y de Ecclestone. Al año siguiente fue Lewis Hamilton el que se hizo con la victoria, de principio a fin de carrera. Y otra vez Alonso, en el podio, esta vez tercero. En 2010, de nuevo el español, ya con Ferrari, volvía a inscribir su nombre en el joven palmarés de este circuito. En 2011 era Vettel quien se llevaba la gloria de ganar de noche, hazaña que repetiría el año pasado en 2012. Resulta curioso que este circuito sólo haya visto ganar a Campeones del Mundo.

Nos encontramos con la única carrera verdaderamente nocturna de la temporada, pues en Abu Dhabi se empieza al atardecer y se acaba de noche.  Una carrera ‘made in Fernando Alonso’ pues de las cinco carreras disputadas, ganó dos (2008-Renault y 2010-Ferrari), fue tercero en 2009 (ganó Hamilton), 2012 (ganó Vettel). Sólo en 2011 no vio el podio, acabando cuarto. Es Alonso por tanto, el piloto que más veces ha pisado este singular circuito donde el piloto está por encima de la máquina.

Se podrían decir muchas cosas del Circuito de Marina Bay, situado en la Ciudad Estado de Singapur. Pero por encima de todas, está en que al ser el único circuito de todo el Mundial donde se corre de noche, la atmósfera que se respira es única, singular. Su trazado, que gira en el sentido contrario a las agujas del reloj, destaca por lo revirado que es, con multitud de curvas de segunda o tercera velocidad. Los frenos, que no descansan entre tanta curva, necesitan una refrigeración especial. Aquí, los rebufos, o ir muy pegado al de delante, se pagan por la falta de entrada de aire. El circuito es el segundo más lento del calendario, sólo superado por Mónaco, por lo que el reglaje del monoplaza va encaminado a obtener la mayor carga aerodinámica posible, con suspensiones algo blandas. Además los coches requieren una relación de marchas poco espaciadas al objeto de conseguir mayor aceleración a bajas revoluciones.

El circuito, con una longitud de  5.073 metros, tiene capacidad para 120.000 espectadores. Alberga 23 curvas (13 a izquierdas y 10 a derechas), y los monoplazas alcanzan velocidades de 290 km/h. La carrera se disputa a 61 vueltas (309,316 km). Se requiere una carga aerodinámica muy alta; los frenos sufren bastante con alto desgaste, y los neumáticos tienen un desgaste medio-alto, aunque la adherencia no es buena hasta que la carrera ha consumido varias vueltas. Hablando de consumos, el consumo de gasolina es de 2,45 kg/vuelta, con una penalización por cada 10 kg de más de gasolina, de 3,3 décimas por vuelta.  Se realizan 68 cambios por vuelta, pisándose el acelerador a fondo durante el 50% del tiempo por vuelta. El máximo tiempo que se pisa el acelerador a fondo es durante 9 segundos, en los que se recorren 650 metros. Este circuito se caracteriza por la ausencia de puntos de adelantamiento, por lo que la pole es sinónimo de victoria. Pocas rectas largas y mucha curva en ángulo recto. Y los muros muy cerca. Aquí los errores se pagan muy caros. Los puntos más críticos son: las tres primeras curvas, la chicane situada en la curva 10 y la frenada de la 15. La zona DRS estará a la salida de la curva nº 5. Y si hay algo que sobresale en este circuito es la noria “Singapore Flyer” que alcanza 165 metros y se ha convertido en símbolo del circuito, desde donde se obtiene la espectacular visión de las últimas curvas del trazado así como las rectas de salida y meta.

Pero este año, además, el circuito Marina Bay presenta una importante novedad, y es que desaparece la triple chicane de la curva 10 conocida con el nombre Singapore Sling. Por tanto los pilotos no volverán a protestar por esta triple chicane que muchos la tildaban como la peor curva del Mundial, en la que año tras año se veía volar a los monoplazas al pasar por los pianos, llegando a veces a dañar alguna parte de las suspensiones del coche. La seguridad en este caso ha primado sobre el espectáculo. Por ello el tiempo total de la vuelta se estima en que bajará más de un segundo por vuelta  al pasar más rápido por la nueva curva que sustituye a la chicane. Según las simulaciones de la FIA en este punto los monoplazas podrán aumentar su velocidad en al menos 40km/h.  Hablando de seguridad, la salida del coche de seguridad (SC) está garantizada pues ha salido el 100% de las veces, o sea, en todas las carreras disputadas. Lo que nunca ha ocurrido todavía es la aparición de la lluvia, un  auténtico desafío si  se da pues no es lo mismo las gotas  de agua de día que verlas a través  de los focos. Veremos este año si aparece.

Poco a poco, esta carrera va tomando cuerpo en el calendario y se convertirá en el futuro como imprescindible. Marina Bay tiene algo especial, distinto, que despierta entusiasmo, es una carrera que pasa de lo normal a lo extraordinario. Singapur ya es parte de la historia del automovilismo por la carrera de 2008, cuando Renault provocó el accidente de Nelson Piquet para favorece a su compañero, Fernando Alonso, quien finalmente ganó la carrera. Ello provocó el deshonor de Renault, y la salida fulminante de la Fórmula Uno de Pat Symonds y Flavio Briatore, el mentor de Alonso. Dejando claro que Alonso fue ajeno a la trama montada, su victoria en 2008, en la inauguración de esta carrera, fue muy trabajada y difícil, llena de mérito que para nada puede quitársele al campeón español. Para ratificarlo, en 2010 consiguió la ‘Grand Chelem’: ganar saliendo desde la pole, marcar la vuelta rápida, y liderar la carrera de principio a fin. Desde entonces, nadie lo ha conseguido. Para hacerse una idea de lo que ello significa, sólo 21 pilotos en la historia han logrado un Grand Chelem. El primero en lograrlo fue Alberto Ascari, italiano, en 1952.  El último, Fernando Alonso. Fue el 50 de todos los logrados hasta la fecha. Y ambos con un Ferrari en las manos. Pero esta hazaña del español tiene más mérito que ninguna otra, pues es la única conseguida en carrera urbana, de noche, con iluminación artificial, con todas las dificultades que todo ello supone para el piloto. En 2010, Alonso salió perfecto desde la pole, cubrió la primera curva y se mantuvo líder durante las 61 vueltas restantes. Impresionante demostración de poderío y pilotaje. Alonso dio todo un recital de cómo aguantar la presión durante 61 vueltas. Además de los cuatro podios, el asturiano ha logrado las dos vueltas rápidas de las carreras de 2009 y 2010, con dos escuderías distintas. Y por si esto fuera poco, también logró la pole en 2010 por tan sólo 67 milésimas de separación con Vettel, quien no pudo superar al asturiano en toda la carrera. Para Alonso fue una lucha titánica de dos horas, que el piloto relataba así: «El duelo que disputé con Sebastian (Vettel) duró casi dos horas, que transcurrieron casi todo el tiempo con la imagen de su monoplaza en mi retrovisor. Ganar carreras así es emocionante». Fue tan al límite que el propio Alonso lo reconoció al afirmar que «He dado dos vueltas para darme una hostia”, según le contó a un invitado del paddock, frase que recogió Miguel Sanz para Marca. Esa carrera de 2010 fue magistral, demostrando Alonso que se desenvuelve mejor que nadie cuando el circuito es virado, urbano, donde las manos del hombre están por encima de la máquina. En 2008 exprimió el Renault cuando era claramente un coche muy inferior al resto. El 2010, su Ferrari había mejorado mucho respecto al inicio, pero Red Bull estaba por encima. Y el piloto español se destapó con una carrera magistral, de auténtico campeón. Nadie como él conduce mejor bajo las estrellas. En 2011 hizo remontada para acabar finalmente 4º,y el año pasado nuevo podio. Pero de poco le sirvió pues a pesar de llegar y salir líder del Mundial, Red Bull dio un paso al frente con unas mejoras que provocaron cuatro victorias seguidas de Vettel, dándole la vuelta al Mundial y llevándoselo al final en la última carrera para mayor gloria suya (su tercer mundial) y mayor desesperación de Alonso que una vez más se quedaba a las puertas de la gloria por tercera vez. El podio del año pasado lo formaron Vettel, Button y Alonso. La vuelta rápida fue para Nico Hulkenberg mientras que la pole se la llevó Hamilton que tuvo que abandonar cuando lideraba la carrera.

Sobre esta carrera, señala la Web oficial de Ferrari recoge las opiniones de Fernando Alonso quien dice que: «Siempre he tenido un coche competitivo en este circuito, excepto en 2009, a pesar de que hemos sido capaces de llegar al podio de nuevo este año», dijo el español. «Es una pista exigente, donde no hay lugar para errores. Esto se parece a Mónaco. Es necesario tomar riesgos, encontrar sus límites, pero sin cometer ningún error. En otros circuitos, en el caso de una salida en la hierba en una curva, en la práctica se pierde sólo el rendimiento en el giro, pero aquí se pierde toda la sesión. Es un circuito exigente físicamente, porque es una carrera larga que se lleva a cabo con el calor y la humedad, pero también convincente desde el punto de vista mental, debido al estrés de no cometer errores todo el fin de semana.”

Añade Alonso que «El calendario entra en una fase bastante estresante, con una secuencia de siete carreras fuera de Europa. Me he preparado muy bien y a fondo durante las vacaciones de agosto. He trabajado muy duro para estar preparado físicamente y así tener un buen final de campeonato sin contratiempos, ya que con todos los cambios de zona horaria, va a ser muy exigente». Alonso confirma la exigencia del circuito: «Es una carrera muy especial, muy exigente, que no te deja margen de error; pero es un circuito que me gusta y en el que normalmente me han ido bien las cosas, consiguiendo cuatro podios en cinco carreras, así que me enfrento a este fin de semana, una año más, con actitud positiva y con mucha confianza de poder hacerlo bien». Y termina diciendo que «Como todo circuito urbano, es un trazado de mucho riesgo, por lo que siempre existe la posibilidad de cometer un pequeño fallo que puede derivar en un problema mayor. Diría que el último sector, con las curvas 18 y 19 que pasan por debajo de la grada principal y donde puedes cometer un fallo muy fácilmente, es el punto más crítico del circuito: un pequeño fallo de concentración puede acabar con tu carrera». 


 Y para que nadie se pierda, estos son los horarios:

 

(FOTOS: Sitio Web Oficial Ferrari, Allianz, FIA, Google Images)