Para pruebas en condiciones extremas
Ford utiliza conductores robotizados en las pruebas de sus nuevos modelos, ahorrando horas y km en circulación real, además de poder someterlos a situaciones extremas que podrían acarrear problemas físicos a probadores humanos, como pruebas de altitud.
Estos conductores robotizados pueden trabajar desde los 40°C bajo a cero a los 80°C, así como a grandes altitudes que pueden provocar mareos. Cuenta con varios apéndices, uno para cada uno de los pedales, otro encargado de la palanca de cambios, y otro que pulsa el botón de encendido del motor.
La instalación en la que se encuentran estos robots, la Planta Meteorológica de Ford, está en Colonia, Alemania, y en ella se pueden reproducir las condiciones meteorológicas de lugares extremos tan distintos como el desierto del Sahara, Siberia o las cumbres más altas de los Alpes.