Más seguridad y menos multas
Tras la remodelación del S-Max, Ford completa su oferta con la de su mayor monovolumen familiar, el Galaxy, fabricado también como el S-Max y el Mondeo en la planta valenciana de Almusafes. Su venta comenzará este verano.
Estéticamente cambia el frontal y la rejilla frontal trapezoidal delantera se sitúa por encima de otra inferior más ancha, con los faros más estilizados fluyendo hasta la línea central, en un diseño ahora más dinámico y elegante. Detrás, la luneta trasera se une visualmente a los grupos ópticos traseros (horizontales y partidos), dando la impresión de un área acristalada mayor. Los pilares de las de las ventanillas también se han afinado para mejorar la visibilidad desde el interior del vehículo y reforzar el impacto visual de la zona acristalada.
Con 4,85 metros, es cinco centímetros más largo que el S-Max a partir de un voladizo trasero mayor y con idéntica batalla de 2,85 m. En el interior se ha procurado que sus 7 plazas cuenten con el mismo confort y espacio, adaptándolo siempre a las necesidades del usuario, beneficiando más a las plazas de la tercera fila con 15 cm más de espacio para piernas respecto al nuevo S-Max. La mayor parte de sus innovaciones son las mismas aplicadas en el S-Max, como el plegado automático de la tercera fila (pulsando un botón) para ampliar el maletero, y lo mismo con la segunda fila (desde un panel de control ubicado en el propio maletero) liberando un gran suelo plano de carga (con un doble fondo por debajo de 20 litros extra de capacidad). Y además, desde el mismo panel se puede desplegar automáticamente la tercera fila de asientos.
La capacidad del maletero se sitúa en 300 litros hasta el techo (15 litros más que en el S-Max) con las tres filas de asientos desplegadas, pasando a unos más que generosos 700 litros hasta el nivel de la bandeja con 5 plazas ocupadas (los mismos del S-Max), aunque sin embargo alcanzan los 1.301 si cargamos hasta el techo, siendo 336 litros más que en el S-Max). Al tener una forma más cúbica la zaga y con algo más de altura desde la segunda fila (5 cm), se consigue incrementar la capacidad si cargamos hasta el techo. Si abatimos la segunda y tercera fila de asientos obtendremos un total de 2.339 litros.
En el salpicadero tenemos una nueva consola central que baja desde el panel superior, con un salpicadero envolvente que fluye hacia las puertas. Hay insertos metalizados y un ambiente muy luminoso gracias a la gran superficie acristalada, que además se puede acentuar con el techo opcional de vidrio panorámico y practicable. El cuadro de mandos da paso a una pantalla digital de 10” (con cuentavueltas y velocímetro analógicos, como en el S-Max), configurable a gusto del usuario con gráficos en 3D y ajustes de iluminación en función de la luz ambiental.
Se ha ganado 4 cm más en espacio para piernas en las dos plazas extra traseras y un cm más en altura al techo en las tres filas, básicamente a base de “adelgazar” un poco los asientos, más ligeros y confortables, y del tipo “Multi-Contour” los delanteros, que pueden ofrecer hasta masaje y ventilación climatizada (mediante 11 cojines inflables que presionan muslos, caderas y zona inferior de la espalda). También pueden disponer de ajuste eléctrico (lo mismo que el volante, ahora calefactado). Y lo mismo que en el S-Max, los asientos de la segunda fila basculan hacia delante para facilitar el acceso a los traseros, siendo todos ellos longitudinalmente desplazables, y lo mismo que en el S-Max y Mondeo, el portón trasero cuenta con apertura y cierre remotos, bien desde el mando a distancia de la llave o pasando el pie bajo la parte posterior del parachoques.
Como es lógico en un monovolumen familiar, abundan los huecos portaobjetos (cajones bajo los asientos, portabotellas de litro y medio en las puertas, huecos para teléfonos móviles y dispositivos de sonido en la consola central y bajo el apoyacodos de la tercera fila)… Por no faltar, no falta ni el espejo retrovisor panorámico interior para vigilar al pasaje infantil. El climatizador es ahora más potente y silencioso, y los ocupantes de las dos plazas traseras disponen ahora también de mandos para controlarlo.
Seguridad muy ampliada.- En cuanto a seguridad pasiva, el nuevo Galaxy añade ahora airbags laterales en la 2ª fila que se suman a los frontales y laterales delanteros y a los de cortina para las cabezas en las tres filas, además del de rodillas para el conductor. Los pretensores de cinturones llevan limitadores de carga también en la 2ª fila, y todas cuentan con alertas de cinturón desabrochado. Tenemos freno de mano eléctrico, y varía también el reglaje del ajuste lateral de cinturones.
Entre las ayudas a la conducción, encontramos las mismas que anuncian los Mondeo y S-Max, como los faros de diodos con cambio automático de luces largas (y capaces de iluminar al máximo sin deslumbrar a los demás vehículos), la dirección de desmultiplicación variable, el asistente precolisión (que reduce la gravedad de un accidente en caso de alcance a otro vehículo o atropello a un peatón), el asistente de aparcamiento automático (en línea y en batería, con la función de alerta de tráfico cruzado, que ayuda a salir de un aparcamiento en paralelo), la cámara de visión frontal (en ángulo de 180º para servir de ayuda en los cruces con poca visibilidad), el detector de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, alerta de mantenimiento de carril, y el sistema SYNC 2 con control por voz del teléfono, climatizador, navegador y sistemas de entretenimiento (que incluye la llamada de emergencia en caso de accidente), sistema MyKey con restricción de funciones para conductores ocasionales, etc. Pero como en el S-Max, lo más novedoso es el limitador de velocidad inteligente, que ajusta la velocidad a la máxima legal permitida en cada vía, una ayuda que Ford no duda en denominar como el asistente “anti-multas”.
Dominio del diesel.- Las motorizaciones ofrecidas repiten las del S-Max, aunque con alguna novedad, sobre todo en diesel, donde al 2.0 TDCI declinado en tres potencias (120, 150 y 180 CV) como en el S-Max, se añade ahora el nuevo 2.0 TDCI biturbo, que se convierte en el alto de gama diesel con sus 210 CV y casi 46 mkg de par desde 2.000 rpm. La oferta en gasolina es la misma del S-Max: el 1.5 Ecoboost de 160 CV como opción de acceso, y el poderoso 2.0 Ecoboost de 240 CV, ambos turbocomprimidos y de inyección directa. Todos han sido retocados para cumplir la normativa Euro 6 y traen “stop & start” de serie y recarga inteligente de alternador (regenerativa en la frenada), además del sistema de regulación variable del paso de aire a través de la nueva rejilla delantera, para aumentar la refrigeración del motor o mejorar la aerodinámica, según requiera el caso.
Los retoques del bastidor se limitan a la suspensión trasera integral, con nuevos brazos de aluminio (2 kg menos de peso) y eje opcional autonivelante, además de la dirección adaptativa inteligente (modifica en ángulo de giro en función de la velocidad) y los nuevos trenes rodantes con llantas de 16” a 18” de diámetro. Y entre las ayudas a la seguridad dinámica, destaca además del ABS y el ESP, el control de balanceo RSC (para prevenir el riesgo de vuelco). En opción también tenemos (como ahora) el Control Continuo de Amortiguación, que permite graduar la misma en tres niveles (“confort”, “normal” y “sport”).
En conjunto, el nuevo Galaxy surge ahora como el monovolumen familiar más amplio y completo para 7 plazas, contando con un maletero aceptable con todas ellas.