Con más tecnología y versiones definidas
Coincidiendo con el 20 aniversario del modelo, Ford acaba de presentar la cuarta generación de su Focus, ofrecido en carrocerías berlina de 5 puertas, familiar Station Wagon y todocamino Active.
Se esperaba incluso para el Salón de Ginebra, pero Ford ha querido reunir la máxima expectación para mostrar su nuevo Focus en una sola convocatoria, por eso ha esperado al mes de abril, en una presentación simultánea conjunta en Londres y Shanghai donde ha repetido el mismo esquema del lanzamiento del actual Ford Fiesta.
Fabricado en la planta alemana de Saarlouis tras el fin del próximo verano, el nuevo Ford Focus se producirá en versiones berlina 5 puertas y familiar Wagon, mientras que en China se fabricará en exclusiva el modelo sedán, con carrocería de tres volúmenes y 4 puertas (de ahí la presentación conjunta con Shanghai), no llegando a nuestro mercado hasta finales de año o primeros de 2019.
Diseñado desde cero y sobre la nueva plataforma C2 de Ford para vehículos compactos, su bastidor gana un 20% de rigidez frente a su predecesor pese a un descenso medio de 88 kg de peso, mejora su aerodinámica (Cx de 0,27) y aumenta su batalla en 53 mm, o sea que se va ya a los 2,70 m, Con una longitud total de 4,38 m para la berlina 5 puertas (+2 cm) y de 4.67 m el Wagon, es este último el que más crece con 11,2 cm más que la generación precedente, mientras que la anchura y altura exterior se mantienen en 1,82 y 1,45 m respectivamente. con ganancia de apenas unos pocos milímetros.
Este Focus IV estará disponible según en qué mercados en carrocería familiar, sedán o 5 puertas y se podrá elegir entre varios tipos de acabado, bajo la misma pauta del Fiesta: niveles Trend y Titanium (funcionales y de confort), el deportivo ST-Line y el lujoso Vignale, ya en un nivel casi “Premium” y, finalmente la versión Active, bajo un “look” campero de estilo todo camino. Su imagen general repite los rasgos del actual Focus, pero más atléticos y perfilados.
La mayor batalla permite unas puertas traseras algo más grandes (sobre 5 cm más) y la zaga luce más ancha con los nuevos grupos ópticos por LED horizontales, el frontal varia algo según la configuración interna de los faros multi-LED y el tipo de parrilla (cuya rejilla cambia según el nivel), y los pasos de rueda aumentan su volumen (alojan llantas de entre 16 y 18 pulgadas) con la ligera mayor batalla (según Ford para acoger llantas de mayor diámetro y en posición más alta, lo cual dadas las actuales ruedas de hasta 18” tiene al mayor sentido, pensando en el carácter “semi SUV” del nivel Active o la futuras versiones ST y RS).
Su interior incluye un salpicadero inspirado en el Fiesta, de diseño sobrio y limpio, revestido con plásticos de tacto suave. Mejora la funcionalidad bajo cierto aire minimalista, con menos botones, la novedad del freno de mano eléctrico en las versiones altas de gama y con cambio automático, una pantalla táctil flotante en forma de tableta (y con hasta 8”), y un selector de cambio que sustituye a la palanca de velocidades con la caja automática, todo dentro de un mayor nivel de calidad industrial y percibida (Ford habla de una inversión de 600 millones de euros para el desarrollo de esta nueva generación mejorando la calidad de fabricación de su compacto estrella).
Hay pocos datos oficiales de sus cotas internas, confirmando una ganancia de algo más de 5 cm de espacio para piernas y 6 cm más de espacio para los hombros, ambos en la fila trasera, con un ancho útil de 1,40 m (y de 1,42 m en las plazas delanteras). De su volumen total de maletero solo se facilita con dos plazas (1.354 litros), pero es de esperar que se acerque a los 400 litros con 5 plazas, para estar al nivel de su competencia (ahora sólo tiene 316, y 363 con el kit “antipinchazo”). En el caso del Wagon, incorpora la apertura del portón trasero «manos libres» (movimiento de patada debajo del paragolpes trasero), los asientos traseros se pueden abatir mediante un interruptor y la longitud hasta los asientos delanteros se ha incrementado en 17,5 cm para una capacidad de más de 1.650 litros con dos plazas.
Ayudas a la conducción y conectividad sobresalientes.- Según niveles, el nuevo Ford Focus podrá equipar control de crucero adaptativo con función “Stop & Go”, que combinado con tecnologías de mantenimiento de carril y reconocimiento de señales de tráfico le permitirán acceder a un nivel 2 de conducción autónoma. La alerta de colisión frontal —con frenado automático de emergencia— se ha mejorado para detectar vehículos, peatones y ciclistas, y también el sistema de Iluminación Frontal Adaptativa con un nuevo sistema antideslumbramiento de iluminación predictiva de curvas, así como de iluminación basada en señales que preajustan los patrones del haz de luz de los faros en función de los baches del piso, y orientan la luz según las curvas: si detecta alguna rotonda o curva importante, ensancha el haz de luz para alumbrar elementos fuera de la vía podrían suponer un riesgo.
A estas ayudas se añaden el Evasive Steering Assist, un sistema que utiliza un radar y una cámara para detectar objetos de movimiento lento o detenidos y, en caso de colisión inminente, proporciona asistencia al volante para realizar una maniobra de evasión. Luego en el plano del confort, contará con el sistema multimedia de conectividad SYNC 3 con pantalla de 8”, cargador inalámbrico de teléfonos móviles, equipo de sonido B&O PLAY (675W, 10 altavoces y subwoofer en el maletero) y la tecnología de módem integrado FordPass Connect con llamada de emergencia y aplicación móvil para arrancar en remoto, desbloquear las puertas o localizar el vehículo. También podrá contar por vez primera con un sistema “head up display”, para leer el cuadro sobre el parabrisas, aunque proyectado sobre una lámina retráctil transparente de metacrilato (que podrá también ser vista por los usuarios que lleven gafas con cristales polarizados). Igualmente podrá montar el asistente de aparcamiento activo 2, para el aparcamiento automático en huecos en paralelo y batería (con el cambio automático), dotado también de salida automática “park out assist”, así como la cámara de visión trasera amplia (180º), la programación del “Ford My Key”, etc.
También con amortiguación variable.- En el bastidor, el uso de la plataforma C2 no supone cambios en las suspensiones, que siguen manteniendo el eje independiente pseudo MacPherson delantero y el trasero también independiente multibrazo, bajo el esquema simple pero muy eficiente “control blade”, a nuestro juicio la mejor suspensión trasera para un turismo compacto. Ahora Ford retoca este esquema ligeramente, y lo llama SLA (Short Long Arm, por tirante corto y largo), más pensado para mejorar el confort que otra cosa. La dirección se ha modificado adoptando un esquema “steer by wire”, sin unión directa mecánica entre volante y ruedas delanteras, según un sistema ya ensayado por Infiniti.
Se ha mejorado el aislamiento del subchasis delantero, para suprimir ruidos y vibraciones, y como novedad ahora puede llevar amortiguación variable, que varía su rigidez según tres niveles a elegir: Sport, Normal y Eco. La altura respecto al piso se reduce 1 cm en las versiones ST-Line y se incrementa en 3 cm para las camperas Active, y en las versiones más ligeras con motorizaciones menores se habla también de “configuración trasera directriz”, sin más precisiones, posiblemente un simple esquema levemente autodireccional basado en la elasticidad de los muelles.
Propulsores conocidos pero revisados.- En el capítulo de motores, se mantiene la actual oferta conocida en gasolina y diesel, con un abanico que va de los 85 a los 182 CV, con la novedad de que la familia EcoBoost 1.0 (tricilíndrico) y 1.5 podrá contar ahora también con el sistema de desactivación de cilindros a baja carga (en este caso, de un cilindro).
La escala de potencias del 1.0 EcoBoost se centra en 85, 100 y 125 CV (para España 100 y 125 CV, y más adelante se espera también el 140 CV que ya monta el Fiesta) y el 1.5 se ofrece en 150 y 182 CV, mientras que en diesel los nuevos TDCI 1.5 EcoBlue se decantan en dos versiones de 95 y 120 CV, con un segundo motor 2.0 EcoBlue (todos de 4 cilindros) con 150 CV. El cambio es manual de 6 velocidades, aunque las versiones a partir de 120 y 125 CV podrán montar el nuevo cambio automático de 8 relaciones que mejora en un 10% su consumo. Más adelante habrá un 4 cilindros 2.0 turbo en gasolina con más de 200 CV así como una versión híbrida y seguramente otra eléctrica ZE.
Con su comercialización prevista para final de verano en su carrocería 5 puertas, luego llegará el familiar Wagon en la primavera del año que viene, mientras que el Focus sedán de 4 puertas tardará más, ya que fabricado en China tiene como primera prioridad aquel mercado, sin contar con que sus especificaciones mecánicas y técnicas podrían diferir notablemente de las del Focus europeo.