Las razones del premio
A la hora de otorgar en esta última edición de nuestros premios el correspondiente al Coche familiar y de Ocio 2013, el Ford B-Max se ha impuesto sobre sus más directos rivales no sólo por la excelencia de sus soluciones técnicas (incluyendo los revolucionarios motores tricilíndricos de gasolina EcoBoost), sino también por la originalidad de un diseño que ha sabido conjugar la exclusividad de su concepción, dentro de un formato de amplia demanda, como es el de un monovolumen polivalente urbano de 5 puertas, con su voluntad de ofrecer el mejor acceso posible mediante sus puertas enfrentadas, batientes y correderas. El que Ford haya sabido honrar su tradición práctica sin renunciar a las ventajas de uso en un automóvil “distinto” como éste, es un mérito que hay que saber reconocerle. Este nuevo B-Max es un nuevo escalón de la familia “Max” de Ford, repleto de soluciones modulares, funcionales e inteligentes, muy práctico en ciudad y plenamente solvente en carretera. Un coche que expresa todo el “savoir faire” de la marca del óvalo bajo un diseño que encarna el sentido práctico y funcional que ha caracterizado buena parte de sus creaciones más exitosas de la marca que fundó Henry Ford en Detroit hace ya más de un siglo. Enhorabuena pues, por este merecido premio al tercer miembro de la línea de monovolúmenes “Max”, frente a rivales tan atractivos y “glamurosos” como el Fiat 500L o tan amplios y competitivos como el Dacia Lodgy.
Premio al mejor Coche Familiar y de Ocio del Año 2013, el Ford B-Max es un sorprendente e innovador monovolumen de turismo que reúne muy importantes soluciones técnicas. Así, junto a un diseño original ofrece en un formato muy compacto, típico del segmento polivalente urbano, la capacidad y funcionalidad del segmento medio superior, con la singularidad de sus puertas laterales enfrentadas sin pilar central, a lo que añade el motor más eficiente del mercado y un avanzado sistema de seguridad.
Con este monovolumen urbano de poco más de 4 metros de largo (4,08) cuya longitud le sitúa en el mismo segmento del Fiesta (sólo 13 cm más corto), Ford ha querido ofrecer una alternativa especialmente innovadora y funcional a quienes buscan un turismo urbano de gran capacidad con un excelente acceso mediante su original carrocería de puertas enfrentadas sin pilar central. Y además, con una variada oferta motriz que incluye cinco motores (entre ellos los 1.0 EcoBoost con 100 y 125 CV), además de cajas de cambio (manual y automática de doble embrague), lo que unido a sus tres niveles de acabado suma un total de 13 versiones distintas desde 16.900 a 21.000 euros de precio oficial de venta al público. Analicemos sus principales argumentos; los que han llevado a nuestro jurado a concederle el galardón de mejor Coche Familiar y de Ocio del Año 2013.
1. Máxima funcionalidad: Ford Easy Access. Desarrollado sobre la plataforma del Fiesta, con una batalla de 2,49 m, su oferta viene a situarse entre la de éste y la de los Focus y C-Max (28 cm más corto que el primero y 32 cm más que el segundo) con una carrocería muy bien aprovechada de cortos voladizos y dotada de un original sistema de acceso a base de puertas laterales enfrentadas. En efecto, en el B-Max Ford ha optado por un sistema de puertas enfrentadas con las delanteras batientes y las traseras correderas, pero con la novedad de eliminar el pilar central, lo que permite un gran espacio diáfano con ambas puertas abiertas de más de metro y medio, algo absolutamente insólito en su segmento.
En realidad, y para no debilitar la estructura de la célula central del habitáculo, lo que han hecho los ingenieros de Ford en el B-Max no es suprimir el pilar central de refuerzo de la carrocería, sino hacerlo movible, integrado en el marco vertical de las puertas delanteras de modo que a coche cerrado se logre una máxima rigidez de habitáculo, pero sin perjuicio de ofrecer así una entrada y salida a su interior totalmente libre de obstáculos. Es lo que Ford llama “Easy Acces” (acceso fácil).
De entrada, no es frecuente encontrar puertas laterales deslizantes en los monovolúmenes del segmento B, pero en el caso del B-Max la novedad no se limita a ellas, sino que se combina con las puertas delanteras convencionales con bisagras bajo una nueva arquitectura que integra la estructura del pilar central de la carrocería en el marco externo central, eliminándolo como columna central fija en los laterales del habitáculo. Además, se aplica otro refuerzo en el extremo central correspondiente de las puertas correderas, para que a coche cerrado ambos se complementen formando un auténtico pilar central virtual.
La rigidez final es la misma que si se hubiera recurrido a un pilar central fijo, o incluso mayor gracias al empleo de aceros de alta y ultra-alta resistencia en más de la mitad de toda la carrocería (el 58%) con unas uniones de seguridad en acero al boro en las zonas clave de difusión de fuerzas. De este modo, los marcos de las puertas trabajan de forma simultánea como un pilar virtual para absorber la energía en caso de choque, tanto frontal como lateral. El conjunto se completa con unas uniones reforzadas de seguridad y mecanismos de cierre especialmente robustos que mantienen las puertas fijas a la estructura de techo y suelo en caso de impacto.
Y a la comodidad general de acceso para entrar y salir de los asientos traseros se añade la de su manipulación, tanto para plegarlos (por mitades asimétricas al 60/40, que permiten liberar un suelo de carga plano, mediante un solo tirador y con un solo movimiento), como a la hora de instalar sillitas infantiles (para las que cuenta con anclajes Isofix en los asientos más externos).
Además, las puertas traseras correderas permiten acceder y salir del coche con mayor facilidad en los huecos estrechos de aparcamiento en batería, allí donde las puertas de bisagra no pueden abrir del todo, y en todo caso, el sistema permite siempre la apertura independiente de puertas (sin estar condicionado el de las traseras al de las delanteras, como sucede en otros coches de apertura enfrentada de puertas), de forma que cada pasajero se puede subir al coche tanto por delante como por detrás por sus respectivas puertas sin ningún problema. Y a todo ello se une un gran portón trasero lo bastante vertical como para aprovechar al máximo el espacio interno, configurándole como un monovolumen urbano de lo más práctico y original.
2. Los motores 1.0 Ecoboost. Al singular sistema de acceso y salida del B-Max se suma una oferta motriz realmente vanguardista, donde destacan los nuevos motores tricilíndricos de gasolina 1.0 EcoBoost así como el nuevo turbodiesel 1.5 TDCI. De entrada, el Ford B-Max ofrece cinco motorizaciones iniciales, tres en gasolina y dos diesel. En las primeras destaca el tricilíndrico 1.0 EcoBoost, de 999 cc con inyección directa y turbocompresor, disponible en dos variantes con 100 y 120 CV, con un mínimo nivel de consumo (4,9 lts/100 km en el promedio combinado) y unas emisiones líderes en su categoría (114 grs/km de CO2). Dotados ambos con cambio manual de 5 relaciones, la versión de 100 CV anuncia una velocidad máxima de 175 km/h y una aceleración de 13,2 segundos en el 0-100 km/h, mientras que la versión de 120 CV sube su velocidad punta a 189 km/h, con 11,2 segundos para cubrir el 0-100 km/h.
Este motor 1.0 EcoBoost viene de serie equipado con el sistema “Start-Stop” de parada y arranque automático del motor en las detenciones (1.0 EcoBoost 120 CV) y ofrece el mejor rendimiento del mercado en relación a su cubicaje, habiendo sido elegido por la prensa internacional como “Mejor Motor del Año 2012”. A esta motorización “estrella” en gasolina, hay que añadir el 1.4 Duratec (el 4 cilindros atmosférico de inyección electrónica indirecta como versión de acceso, con 90 CV y 12,7 mkg de par), y el 1.6 Ti-VCT, atmosférico y de inyección indirecta pero con distribución variable y cambio automatizado PowerShift de 6 relaciones y doble embrague, capaz de rendir 105 CV y 15,3 mkg de par, con 180 km/h de velocidad máxima y 12,1 segundos para cubrir el 0-100 km/h. Pese a su menor potencia, tanto el 1.4 Duratec como el 1.6 Ti-VCT arrojan un consumo superior a los de los 1.0 EcoBoost (6 lts/100 km en el promedio combinado del primero -139 grs/km de CO2- y 6,4 en el del segundo -149 grs/km de CO2-), señal no de su inferior condición de rendimiento, sino de la excepcional de los revolucionarios 1.0 EcoBoost.
Además de esta oferta mecánica de vanguardia en gasolina, el Ford B-Max cuenta también con una sólida oferta diesel, centrada en el ya bien conocido 1.6 TDCI, en su última variante con culata de 8 válvulas, turbocompresor e inyección directa “common rail” a 1.600 bares con inyectores de 7 orificios. Con 95 CV en esta versión y 21,9 mkg de par, este 1.6 TDCI se presenta como la opción diesel más brillante de la gama, con una velocidad máxima de 173 km/h y una aceleración de 13,9 segundos de 0 a 100 km/h, mientras que su consumo oficial combinado es el menor de todos los B-Max: 4 lts/100 km, con la menor emisión de CO2 (104 grs/km).
Como segunda opción a gasóleo tiene ahora un nuevo motor, el 1.5 TDCI, de igual arquitectura y características técnicas, pero con 1.498 cc en lugar de 1.560 cc, fruto de reducir el diámetro de sus pistones de 75 a 73,5 mm, sin variar su carrera de 88,3 mm, rindiendo 75 CV de potencia máxima y un par motriz de 18,9 mkg, suficiente para permitirle unas prestaciones más que dignas: 157 km/h de velocidad punta, con consumos y emisiones muy similares a los del 1.6 TDCI, ofreciéndose ambos (1.6 TDCI y 1.5 TDCI) con cambio manual de 5 velocidades. En cualquier caso, son consumos muy reducidos, resultado también de una profunda optimización del peso.
3. Habitabilidad familiar. No sólo las mecánicas brillantes y soluciones ingeniosas de acceso encumbran al Ford B-Max; cuenta también con una habitabilidad a la altura de la que se espera de un coche familiar, por muy compacto y urbano que sea. Y en este aspecto, el Ford B-Max subraya su condición de monovolumen a través de sus cotas interiores de habitabilidad, con una altura interior al techo de un metro desde las banquetas de los asientos (1,01 m delante, 99 cm detrás), y una anchura útil de 1,36 m en ambas filas (a la altura de hombros), lo que le permite acoger tres adultos en la trasera, con las inevitables limitaciones de la plaza central, aunque aprovechando al máximo la amplitud que proporciona una anchura exterior nada exagerada (1,75 m).
En cuanto al espacio longitudinal trasero para piernas es de 94 cm, valor muy notable si pensamos en un coche de apenas 4 m de largo y escasos dos y medio de batalla, mientras que la capacidad del maletero va desde un mínimo de 308 litros (con 5 plazas y rueda de recambio de emergencia) a un máximo de casi 1.400 (1.386) con dos plazas y cargado hasta el techo (y sin rueda de emergencia, sólo “kit” antipinchazo), niveles igualmente generosos si tenemos en cuenta sus dimensiones exteriores. Con 5 plazas y el citado “kit” se queda en 318 litros oficiales, valores muy correctos disponiendo además de un fondo útil muy aprovechable que, plegando el asiento del acompañante delantero, admite cargar objetos de hasta 2,34 m de largo.
4. Nuevas tecnologías de seguridad. Primer Ford europeo en contar con el sistema SYNC, este avance consiste en un control de voz que permite a los usuarios conectar teléfonos móviles y reproductores musicales por Bluetooth o toma USB, realizar llamadas telefónicas en modo manos libres y controlar los mandos de sonido y demás funciones mediante comandos de voz. Con el SYNC se puede transferir automáticamente información de contactos desde un dispositivo Bluetooth conectado al vehículo, activar llamadas telefónicas mediante simples órdenes de voz y escuchar mensajes de texto enviados desde otros teléfonos móviles al del conductor y leídos en voz alta.
El SYNC integra el aviso de llamada de emergencia (Help SOS) utilizando el Bluetooth para lanzar una llamada de aviso urgente de ayuda a los sevicios locales de emergencia, en caso de accidente o de avería grave que mantenga inmovilizado el coche, facilitando la posición GPS y dejando la línea abierta para comunicarse.
Por último el ACS (Active City Stop) se trata de un interesante sistema de frenado automático urbano disponible en los tres niveles de acabado del B.Max por sólo 300 euros, y especialmente diseñado para ayudar a los conductores a evitar colisiones a baja velocidad, en especial los típicos alcances en conducción en caravana en casos de tráfico lento. Adoptado por vez primera en Ford en el nuevo Focus presentado en 2011, el ACS funciona mediante un sensor que monitoriza el tráfico que precede al vehículo, y aplica automáticamente los frenos si detecta un colisión inminente con el vehículo que le precede por delante. En los test de pruebas, el sistema demostró ser capaz de impedir colisiones por alcance a velocidades de hasta 15 km/h, y reducir de manera muy importante la intensidad de los daños en los impactos a velocidades de hasta 30 km/h. No en vano el Active City Stop ha sido premiado por la organización Euro NCAP en 2011 con el premio Euro NCAP Advanced.
5. Espíritu “econetic” y agrado de conducción. Todos estos avances forman también parte del espíritu “Econetic” de Ford, o sea el conjunto de tecnologías aplicadas que están orientadas a reducir el impacto medioambiental a la vez que a mejorar los niveles de seguridad pasiva y activa. La tecnología Econetic de Ford forma parte del equipamiento de serie de todos los B-Max, e incluye la dirección de asistencia eléctrica EPAS, que requiere menos energía que la asistencia hidráulica, el indicador de cambio Gear Shift, que señala el momento oportuno para cambiar de marcha del modo más eficiente, el sistema de información Eco Mode, que ayuda también a los conductores a adoptar un estilo de conducción más ecológico y económico, la recarga inteligente de batería (Smart Regenerative Charging) que hace trabajar al alternador sólo cuando el motor no necesita transmitir su fuerza a las ruedas (en los motores 1.0 EcoBoost y en los diesel TDCI Duratorq 1.5/1.6), y las rejillas móviles de la calandra que controlan el flujo de aire que entra al sistema de refrigeración y al vano motor. Y como en el Focus, el nuevo B-Max también dispone del CVT, el control vectorial del par motriz para una mejor tracción y agilidad en curva.
Todo ello hace del B-Max un coche donde el agrado de conducción y el confort está presente desde el primer momento a lo que contribuye un nivel de equipamiento muy completo, incluso desde el nivel de acceso Trend, que incluye el radio CD con lector MP3, la climatización manual, 6 airbags, volante forrado en piel, ordenador de viaje, control de presión de neumáticos, ABS+ESP, asistente a la frenada de emergencia (EBA), ayuda al arranque en cuesta, boca de depósito sin tapón (Easy Fuel)… Y luego están los equipamientos opcionales (o de serie en los niveles Titanium y Titanium X) como las llantas de aleación (16” ó 17”), equipo audio Sony de 8 altavoces, volante multifunción el climatizador automático de aire acondicionado, acceso sin llaves (por llave inteligente) Free Key, con arranque por botón, cámara de visión trasera, parabrisas calefactado (Quick Clear), techo panorámico de vidrio, navegador GPS, etc.
6. Relación valor/precio muy favorable. Todos estos equipamientos se ofrecen además dentro de una muy ajustada relación precio/producto. Basta pensar en la tarifa oficial de precios que Ford ha logrado ofrecer en estos B-Max (de 16.900 a 21.000 euros) pese al impacto del encarecimiento del IVA en 3 puntos en el pasado año, y sobre todo, en la atractiva oferta de promoción unida ya con el Plan PIVE-2 sorprende para un monovolumen de tecnología tan innovadora sin igual en el mercado.
No son precios corrientes para un coche de calidad contrastada, tan singular y dotado de un equipamiento tecnológico y de seguridad al mismo nivel que Ford aplica en sus gamas superiores del segmento C, y por encima del promedio normal de sus competidores asiáticos y europeos (ver cuadro de equipamiento).
En definitiva, un coche muy logrado que consigue reunir todas las ventajas de funcionalidad y habitabilidad de un turismo compacto del segmento C bajo el formato de un utilitario polivalente del segmento B. Con los motores más avanzados del momento, con un diseño original con el mejor acceso de su categoría y con un nivel de equipamiento tecnológico desconocido hasta ahora en su nivel. Son méritos más que suficientes que le han servido para lograr con todo derecho nuestro galardón al mejor Coche Familiar y de Ocio del Año 2013.