Ingenioso y tecnológico monovolumen compacto
Con su lanzamiento comercial en la primera mitad de octubre, Ford sorprende a su clientela con un turismo monovolumen compacto del segmento B, o sea un monovolumen polivalente de apenas 4 metros de largo y prácticamente toda la capacidad y mayor funcionalidad que un vehículo de su mismo tipo pero del segmento superior C. Con 13 variantes que incluyen 6 motores, cambios manuales y automáticos y tres niveles de acabado (más una edición especial de lanzamiento) llega al mercado el ingenioso Ford B-MAX desde apenas 15.450 euros (la edición especial) y con su especial sistema de apertura de puertas enfrentadas sin pilar central a la vista como señal propia de identidad.
Ya en el pasado marzo, en el Salón de Ginebra de este año pudimos ver este innovador monovolumen de Ford, de tan sólo 4,08 m de largo, 11 cm más que un Fiesta 5p y 32 cm menos que un C-Max, desarrollado sobre la plataforma del Fiesta, pero 12 cm más alto que él y con una batalla de 2,49 m, y sobre todo, con un original sistema de acceso a base de puertas laterales enfrentadas, las delanteras batientes y las traseras correderas, sin pilar central a la vista (éste va integrado como refuerzo en el marco vertical de las puertas) de modo que presentaba una entrada y salida a su interior totalmente diáfana y sin obstáculos.
Fue también cuando Ford anunció que esta gama montaría (como también lo ha hecho el Focus) los geniales nuevos motores tricilíndricos de gasolina 1.0 Ecoboost, al tiempo que también anunciaba la marca que el nuevo B-MAX incorporaría el SYNC, el sistema de conectividad integrada de mando por voz y dotado del servicio de asistencia de emergencia compatible con los servicios de emergencia locales (para casos de accidente o avería), así como también el ACS (Active City Stop), una ayuda dinámica diseñada para evitar colisiones por alcance a baja velocidad (contra vehículos parados o rodando muy despacio).
Las puertas mágicas.–Pero lo que realmente más llamó la atención fue su sistema de apertura de puertas. De entrada, no es frecuente encontrar puertas laterales correderas en los monovolúmenes del segmento B, pero es que las puertas del B-MAX van mucho más allá. Su sistema exclusivo de Ford combina unas puertas delanteras convencionales con bisagras junto con las traseras correderas, pero bajo una nueva arquitectura que integra la estructura del pilar central de la carrocería en las puertas delanteras (junto a otro refuerzo añadido en las traseras), eliminándolo como columna central fija en los laterales del habitáculo. Esta estructura se apoya en el empleo de aceros de alta y ultra-alta resistencia (el 58% del total de la carrocería) con unas uniones de seguridad en acero al boro en las zonas claves de reparto de fuerzas, de modo que los marcos de las puertas trabajan de forma simultánea como un pilar virtual para absorber la energía en caso de choque, tanto frontal como lateral. El conjunto se completa con unas uniones reforzadas de seguridad y mecanismos de cierre especialmente reforzados que mantienen las puertas fijas a la estructura de techo y suelo en caso de impacto, actuando de forma conjunta y envolvente en la protección de los ocupantes.
El resultado es que con las puertas abiertas, delantera y trasera, tenemos un vano de acceso al interior de metro y medio de ancho, o sea casi el doble de lo que ofrecen sus rivales más directos. Y ya no es sólo la comodidad general de acceso en la entrada y salida de los asientos traseros; lo es también en su manipulación, tanto en su plegado (por mitades asimétricas al 60/40, que permiten dejar un suelo de carga plano, mediante un solo tirador y en un solo movimiento), como por ejemplo, a la hora de instalar sillitas infantiles (para las que cuenta con anclajes Isofix en los laterales el asiento posterior). Además, las puertas traseras correderas permiten acceder y salir del coche con mayor facilidad en los huecos estrechos de aparcamiento en batería, allí donde las puertas de bisagra no pueden abrir del todo, y en todo caso, el sistema permite siempre la apertura independiente de puertas (sin condicionar la de las traseras por las delanteras), de modo que se puede entrar al coche tanto a los asientos delanteros como a los traseros por sus respectivas puertas sin problemas.
En cuanto a cotas interiores de habitabilidad, el B-MAX subraya su condición de monovolumen con una altura interior al techo de un metro desde las banquetas de los asientos (1,01 m delante, 99 cm detrás), con una anchura útil de 1,36 m en ambas filas (a la altura de hombros), garantía de poder acoger tres adultos en la trasera, con las inevitables limitaciones de la plaza central, aunque aprovechando al máximo la amplitud que proporciona una anchura exterior nada exagerada (1,75 m).
El espacio longitudinal trasero para piernas es de 94 cm, un valor muy generoso y más si pensamos en un coche de apenas 4 m de largo, y la capacidad del maletero va desde un mínimo de 318 litros (con 5 plazas y rueda de recambio de emergencia) a un máximo de casi 1.400 (1.386) con dos plazas y cargado hasta el techo (y sin rueda de emergencia, sólo “kit” antipinchazo). Con 5 plazas y el citado “kit” se queda en 318 litros oficiales, y con 2 plazas y rueda de emergencia, en 1.372, valores muy correctos, con un fondo útil muy aprovechable que, plegando el asiento del acompañante delantero permite cargar bultos de hasta 2,34 m de largo.
Diseño innovador.–El nuevo Ford B-MAX responde a las líneas generales del estilo “kinetic design” de la marca, plasmadas esta vez en un coche compacto, de aspecto deportivo y elegante, con un techo panorámico de cristal y su propio carácter distintivo dentro de la familia “MAX” de los monovolúmenes de Ford. Un frontal llamativo con su gran toma inferior de aire, por debajo del perfil, y unos faros muy rasgados que suben por las aletas para quedarse a menos de 10 cm de los pilares A (los del parabrisas). Remata su silueta el suave perfil lateral ascendente en cuña, que en su tramo final integra el canal de apoyo de las puertas deslizantes, disimulado por la parte inferior de los grupos ópticos traseros, extendidos por las aletas. También cuenta con unos marcados pasos de rueda cuyos perfiles refuerzan el carácter musculoso y deportivo del coche.
El conjunto se muestra menos alto y cúbico de lo normal en este tipo de coches, destacando su abundante superficie acristalada y también la pequeña tercera luna lateral de custodia, en “Z”. En resumen, un diseño práctico y atractivo que reúne la máxima capacidad interna dentro de las menores medidas externas. Por eso la previsión de ventas apunta a captar un elevado porcentaje de usuarios procedente de segmentos superiores, esperándose que cerca del 40% de sus compradores lo elijan tras haber tenido un vehículo mayor, mientras que sólo un 20% lo harán habiendo tenido antes un coche más pequeño.
El puesto de conducción es más elevado que el correspondiente a un Fiesta, por ejemplo, pero tampoco mucho más, con un cuadro ergonómico y de fácil lectura y revestimientos de calidad en el salpicadero que cuenta con una importante consola central con una pantalla de 4.2 pulgadas. Desde el acabado Trend tenemos un muy completo equipamiento, como puede verse en el cuadro adjunto. Y luego están los equipamientos opcionales (o de serie en los niveles Titanium y Titanium X) como las llantas de aleación de 16”, equipo audio Sony de 8 altavoces, climatizador automático de aire acondicionado, acceso sin llaves (por llave inteligente) Free Key, con arranque por botón, cámara de visión trasera, parabrisas calefactado (Quick Clear), etc.
La dirección cuenta con asistencia eléctrica en todas las versiones, cuya intensidad varía en función de la velocidad, para lograr que sea rápida y ligera en maniobra, pero con suficiente firmeza y precisión a alta velocidad. Y como en el Focus, el nuevo B-MAX también dispone del Ford Vectoring Control.
Con motores Ecoboost de 3 cilindros.–El nuevo Ford B-MAX llega al mercado con seis motores de entrada, tres en gasolina y dos diesel. En los primeros destacan los afamados tricilíndricos 1.0 Ecoboost, de 999 cc con inyección directa y turbocompresor, disponibles en dos variantes con 100 y 120 CV, ostentando un mínimo nivel de consumo (4,9 lts/100 km en el promedio combinado) y unas emisiones líderes en su categoría (114 grs/km de CO2). Dotados ambos con cambio manual de 5 relaciones, la versión de 100 CV anuncia una velocidad máxima de 175 km/h y una aceleración de 13,2 segundos en el 0-100 km/h, mientras que la versión de 120 CV sube su velocidad punta a 189 km/h, con 11,2 segundos para cubrir el 0-100 km/h. Sin duda, éstas serán las motorizaciones estrella en gasolina, y el 1.6 Ti-VCT, también atmosférico y de inyección indirecta pero con distribución variable y cambio automatizado Powershift de 6 relaciones y doble embrague, capaz de rendir 105 CV y 15,3 mkg de par.
En diesel, la oferta se centra en el ya bien conocido 1.6 TDCI, en su última variante con culata de 8 válvulas, turbocompresor e inyección directa “common rail” a 1.600 bares con inyectores de 7 orificios. Con 95 CV en esta versión y 21,9 mkg de par, se presenta como la opción diesel más brillante, mientras que su consumo oficial combinado es el menor de toda la gama B-MAX: 4 lts/100 km, con la menor emisión de CO2 (104 grs/km). Pero como segunda opción a gasóleo tenemos ahora un nuevo motor, el 1.5 TDCI, con su misma arquitectura y características técnicas, pero con 1.498 cc en lugar de 1.560 cc, que anuncia 75 CV de potencia máxima y un par motriz de 18,9 mkg, suficiente para permitirle unas prestaciones dignas.
Las suspensiones mantienen el esquema ya conocido en los Ford Fiesta, común a esta plataforma global de Ford para los modelos del segmento B, o sea el eje delantero independiente por columnas MacPherson, y el torsional trasero, que permite un excelente comportamiento dinámico con el máximo aprovechamiento espacial interior, dentro de un peso final muy contenido en torno a los 1.300 kg, que apenas difiere de unas versiones a otras. Y los frenos combinan los discos ventilados en el eje anterior, junto con los tambores en el posterior.
En definitiva, el nuevo Ford B-MAX ofrece los mejores consumos de su clase (monovolúmenes compactos) para gasolina y diesel, incorporando a su gama de modelos distintos sistemas de ahorro de combustible como el imprescindible Auto Start-Stop, el Ford Eco Mode que ayuda al conductor a adoptar un estilo de conducción más económico y al Indicador de cambio de marcha para señalar los momentos del cambio de marcha más eficiente.
Ocio y seguridad.–No queremos terminar este artículo sin hacer una última reseña a otras tecnologías punta que para el ocio y la seguridad este Ford B-MAX ofrece, como es la llamada SYNC, un sistema de conectividad a bordo activado por voz que lleva a otro nivel la integración de dispositivos móviles por Bluetooth, el control por voz y la compatibilidad de dispositivos mediante comandos de voz. Y también cuenta con conexión para iPod y otra compatible con memorias USB, y dispone del Asistente de Emergencia Ford Help SOS, característica potencialmente salvavidas, única en su género, diseñada para responder ante un choque o accidente usando el teléfono móvil conectado del cliente para llamar a los servicios de emergencia directamente, en su idioma local, con la localización del lugar del accidente mediante coordenadas GPS.
Otra tecnología muy interesante para un vehículo como el B-MAX es el llamado Active City Stop, que ayuda a los conductores a evitar colisiones a baja velocidad usando una cámara frontal con infrarrojos para detectar objetos delante del coche y automáticamente frenar si el conductor no acierta a reaccionar. Para finalizar, conviene hacer referencia al sistema de audio exclusivo “premium” de Sony opcional, con sus ocho altavoces de alto rendimiento y un amplificado Sony de 4×25 vatios que permite seleccionar música desde la unidad integrada CD/ Radio, incluyendo transmisión digital de audio o desde los propios reproductores de música conectados vía USB o Bluetooth usando el sistema SYNC.
Si pensamos en la ajustada tarifa de precios que Ford ha logrado ofrecer en estos B-MAX (de 16.900 a 21.000 euros) pese al impacto del reciente encarecimiento del IVA en 3 puntos, y sobre todo, en la ajustadísima oferta de promoción por lanzamiento, donde por 15.450 euros se ofrece un B-MAX 1.0 Ecoboost 120 CV en nivel Titanium como edición especial de lanzamiento (Ecoboost Edition, hasta un total de 500 unidades) para celebrar también la elección de este sensacional motor como “motor del año”, no cabe duda de que la salida al mercado de este nuevo Ford B-MAX va a suponer todo un acontecimiento. Un auténtico “bombazo”.