J. Robredo
17 muertes en 4 años cuestionan su efectividad
El último accidente causado por un Tesla en EE.UU. conducido bajo su conocida modalidad autónoma Autopilot ha encendido todas las alarmas de la NHTSA norteamericana (equivalente a nuestra Agencia de Seguridad Vial).
No soplan buenos vientos para Elon Musk, el patrón de Tesla y su sistema de conducción autónoma Autopilot. En Carolina del Norte un Tesla así conducido atropelló a un adolescente que bajaba de un autobús escolar, a una velocidad de 70 km/h, hiriéndole gravemente, sin reconocer ni las luces ni las señales de detención del vehículo. La noticia, difundida por el “Washington Post” el mes pasado, subraya que de un total de 736 accidentes de Teslas en EE.UU durante los últimos 4 años utilizando el Autopilot, se han registrado 17 víctimas mortales con patrones distintos de accidentes (11 de ellos desde mayo de 2022), y la NHTSA ha abierto 40 investigaciones por posibles fallos del sistema.
El Autopilot de los coches eléctricos de Tesla es un sistema de conducción autónoma que nunca ha estado exento de polémica por culpa de sus fallos, desde que en 2016 Joshua Brown se convirtiese tristemente en su primera víctima mortal por un exceso de confianza del conductor y un fallo de identificación del sistema. Y ahora, el informe de la NHTSA no deja en muy buen lugar a la firma como protagonista de la mayoría de accidentes provocados por vehículos con asistentes a la conducción. Según los datos publicados, Tesla y su Autopilot han estado implicados en el 70% de los accidentes de tráfico relacionados con vehículos con asistentes de conducción de hasta nivel 2 (el nivel en el que Autopilot se encarga de acelerar, frenar, mantener el carril y la velocidad, aunque el conductor tiene el control del vehículo. A partir del nivel 3 ya se considera conducción autónoma).
Los datos recogidos por la NHTSA ponen de manifiesto que el Autopilot no es del todo lo seguro que cabría esperar. Por ello, la NHTSA ha pedido tomar con cautela esta información, dado que hay otros factores a tener en cuenta, como el hecho de que sea Tesla el fabricante con más vehículos con asistente a la conducción de nivel 2 en circulación, y que tampoco se haya tenido en cuenta el kilometraje recorrido por los mismos en comparación a otros.
La noticia ha sido un jarro de agua fría para la marca del plutócrata Elon Musk, al poner de relieve que en menos de un año (de julio de 2021 a mayo de 2022) de 392 colisiones habidas, Tesla protagonizó el 69,6%, con 273 vehículos accidentados. Una cifra muy superior a los 90 accidentes de Honda o los 10 de Subaru registrados. De los sistemas de conducción autónoma cuestionados tampoco se libra Google, cuyo asistente Waymo se vio implicado en 62 de 130 accidentes, aunque con daños menores y sin víctimas mortales.
Desde Tesla apuntan que con el Autopilot conectado sus vehículos registran un accidente cada 10 millones de kilómetros, mientras que sin él se produce cada 2,75 millones de kilómetros (datos del primer trimestre de 2022). Los datos de la NHTSA y la Administración federal de carreteras FHWA de 2021 apuntan a un accidente en las carreteras de los Estados Unidos cada millón de kilómetros. En resumen, la conducción autónoma está todavía algo más verde de lo que parece.