BMW 420d (Primer contacto)

14 diciembre, 2013
G. ROMERO-REQUEJO M.

La otra dimensión de la Serie 4
Serie 4 es la nueva denominación con la que BMW define a las carrocerías coupé de la Serie 3. Aquí probamos el 420d, la versión más básica de la nueva serie con el motor 2 litros diesel de 184 CV, muy prestacional y a la vez austero que se vende por 41.900 euros.
Esta nueva generación coupé no solo responde a un incremento prestacional del modelo, sino que también conserva su facilidad de conducción y añade un mayor confort en el interior y una calidad destacada. Pero además, la nueva Serie 4 Coupé permite una casi infinita gama de personalización para que no haya dos vehículos iguales, respondiendo al carácter individual de cada conductor.

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Aún así, nos ha sorprendido y agradecemos a la marca que nos haya dejado conducir el vehículo de acceso a la gama con el equipo estrictamente de serie, con el que hemos podido valorar su alto nivel de conducción.
Este primer acercamiento dinámico al modelo lo realizamos con el 420d, equipado con el conocido motor 2 litros diesel de 184 CV a 4.000 rpm y un elevado par máximo de 38,8 mkg entre 1.750 y 2.750 rpm. Gracias a su inyección directa a 1.800 bar de presión con tecnología TwinPower Turbo, es decir, turbo con geometría de admisión variable, se consigue una entrega de potencia uniforme desde bajas revoluciones, pudiendo estirar el motor hasta las 4.500 rpm sin merma de empuje. La versión conducida disponía de la caja manual de 6 velocidades, de rápido accionamiento y precisión, aunque por experiencia de uso, nos atrevemos a recomendar la nueva y genial caja automática de 8 relaciones (2.550 euros en opción), probada recientemente en Motor Mundial en un Serie 3 Touring.
Como en la Serie 3, este 420d propulsado por sus ruedas traseras dispone de varios modos de conducción: Eco-Pro, Comfort y Sport (modo Sport+ opcional) actuando sobre el propulsor, el chasis y la caja de cambios automática, haciéndolo también si elegimos el chasis adaptativo M. Así, en el modo Eco-Pro se puede ahorrar hasta un 20% de combustible y la gestión electrónica del motor permite cambios a tan sólo 1.600 rpm obteniendo unos consumos realmente bajos, sólo 4,7 l/100 km en ciclo combinado e incluso 0,1 litros menos con la sofisticada caja automática opcional de 8 relaciones (incluye el modo “planeo” que desacopla el cambio del motor como si se fuera en posición de palanca N), a lo que también contribuye el sistema Auto Start-Stop, de actuación razonablemente rápida.

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Los motores diesel están equipados con la tecnología BMW BluePerformance, que incluye un filtro de partículas, catalizador por oxidación y catalizador de acumulación de NOX para poder cumplir la nueva normativa anticontaminación Euro VI que entra en 2014. La buena insonorización del habitáculo no quita para que podamos escuchar cuando subimos de revoluciones el bonito sonido deportivo del motor, aunque a velocidad de crucero (120 km/h) circulamos a 2.200 rpm con total ausencia de ruido y vibraciones.
La versión conducida equipaba las ruedas de serie de 17 pulgadas (225/50R17), que transmitían un perfecto control de la dirección eléctrica con Servotronic (de serie). Esta tiene una acertada asistencia en función de la velocidad, resultando rápida, muy precisa y de buen tacto. Opcionalmente hay otra dirección deportiva variable que cambia la relación de desmultiplicación según el ángulo de giro del volante, realizando maniobras rápidas con poco esfuerzo de giro y aumentando este último a mayor velocidad. Con el chasis estrictamente de serie se tiene un buen comportamiento, generaciones atrás logrado a través de la suspensión deportiva opcional, pero aún así ahora el nivel de confort de los ocupantes da un salto cualitativo muy positivo en el modelo.
Como ya es tradición en la marca, posee un excelente puesto de conducción con asientos envolventes que sujetan muy bien lateralmente e impiden que el cuerpo se mueva en curva. Con el control de estabilidad conectado deja deslizar algo el tren trasero cuando jugamos con el acelerador, pero interviene rápidamente si se necesita aunque de forma suave y progresiva.

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Agilidad sin precedentes en el modelo.– El Serie 4 Coupé crece en todo los parámetros respecto al Serie 3 Coupé, pero el dato diferenciador en el apartado dinámico es su mayor ancho de vías (45 y 80 mm en los eje delantero y trasero respectivamente), que combinados con un centro de gravedad bajo, reparto de pesos equilibrado (50/50) y peso rebajado (-25 kg), obtiene unas cualidades dinámicas excepcionales. Es uno de los chasis más efectivos del mercado, en el que la marca ha logrado un alto equilibrio entre el confort de marcha en asfaltos bacheados y una elevada estabilidad. Esto lo pudimos comprobar rodando a alta velocidad (180 km/h) en el circuito oval del INTA, donde al paso de una zona rugosa con bache incluido, el chasis absorbió el amago de salto producido. Además, los balanceos muy contenidos de la carrocería hacen que los cambios de apoyo por curvas entrelazadas se hagan sin inercias y con total confianza del conductor, incluso a elevadas velocidades, lo que le otorga también pasos por curva vertiginosos. Opcionalmente el chasis deportivo M endurece suspensiones y reduce su altura en 10 mm, incrementando la deportividad del modelo, pudiendo incluir también frenos deportivos.
La nueva Serie 4 Coupé está disponible desde octubre pasado en una versión diesel 420d (41.900 €) y dos más gasolina 428i (43.900 €) y 435i (55.200 €), pudiendo optar estas dos últimas a la tracción integral xDrive por 2.600 € más. Y a estas versiones se acaban de unir los 420i (184 CV), 420i xDrive, 420d xDrive, 430d y 435d xDrive, estas dos últimas con 258 y 313 CV respectivamente.

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