Sólo para competir
El campeonato mundial de resistencia va ganando cada vez más adeptos; sus pruebas son tan emocionantes como las de la Fórmula 1 y la competición de sport-prototipos, más espectacular. Por eso no es de extrañar que marcas como Aston Martin vuelvan a contemplar su participación en ellas, tanto como banco de pruebas de sus modelos como por prestigio de marca.
Por ejemplo, Aston Martin no se distingue demasiado por su presencia en las carreras, pero tampoco está del todo ausente de ellas, bien a través de pilotos privados bien de su propia escudería. Sus coches son ante todo superdeportivos “chic”, pero no reniegan de la pista llegado el caso. Ya lo vimos con el Vantage GT4 y ahora lo volvemos a ver con el Vulcan, presentado en Ginebra como un “superdeportivo de pista”, pero lo cierto es que el especialista británico no lo ha hecho como un “concept” de salón sino como una serie limitada de 24 ejemplares destinada a la competición (para clientes privados y lógicamente para su escudería propia de Aston Martin Racings, vendiendo los demás a coleccionistas).
Bajo el nombre de Vulcan, este biplaza de motor central monta un V12 de 7 litros de cubicaje potenciado hasta dar más de 800 CV (el motor más potente nunca antes desarrollado por Aston) sobre un bastidor y carrocería de fibra de carbono con frenos Brembo (con discos de 38 cm de diámetro) y un tren rodante a base de llantas de 19” con neumáticos traseros de 345/30 R19. Con un cambio automatizado X-trac de 6 marchas y tracción sólo trasera, el Vulcan contará con amortiguación variable DSSV, cumpliendo las especificaciones de la FIA para participar en el Campeonato Mundial de Resistencia, aunque ello será ya en la temporada 2016.