Gerardo Romero-Requejo M.
Sucesor del Escarabajo
El pasado mes de marzo el Volkswagen Golf cumplió 50 años desde su presentación internacional en el Salón de Ginebra, un modelo ya mítico que conquistó a los conductores europeos y que comenzó su historia allá por el año 69 del siglo pasado, cuando la marca encargó a Porsche el que sería el sustituto del Escarabajo.
En su primer desarrollo, el Volkswagen Golf no se parecía en nada al que sería su primera generación. Dotado de carrocería autoportante, tenía el motor refrigerado por agua en posición central bajo el asiento trasero y un gran maletero, pero esto suponía serias dificultades a la hora del acceso al mismo para realizar reparaciones. Sin embargo, las prestaciones resultaban excelentes, con 187 km/h de velocidad punta. En 1971 este modelo, denominado EA 266, ya tenía más de 50 unidades construidas, pero el sucesor de Kurtz Lotz (CEO de la época de Volkswagen), Rudolf Leiding, paró la producción por su excesivo coste.
La evolución de 1971 (EA 276) estaba ya desarrollada en Wolfsburg, presentando un modelo nunca antes visto en la marca, con enormes faros rectangulares como seña de identidad, pero que ya incorporaba motor y tracción delantera, carrocería fastback de tres puertas con gran maletero, eje de torsión y depósito de combustible bajo el asiento trasero. Solo se fabricó una unidad funcional que montaba el motor tipo bóxer refrigerado por aire del Escarabajo (primaba la fiabilidad).
Volkswagen Golf: «llamad a Giugiaro»
La cita en el Salón del Automóvil de Turín en 1969, llevó a Lotz junto con otros miembros de la junta directiva a elegir los 6 modelos que más les gustaron, habiendo diseñado cuatro de ellos Giugiaro. Fue entonces cuando paralelamente al desarrollo del prototipo EA 276, Lotz comunicó en 1970 al diseñador Giorgetto Giugiano (Italdesign) el encargo del proyecto con estas palabras: «Queremos que diseñes el sucesor del Escarabajo. Y nos daremos por satisfechos si el espacio interior es similar al del Beetle«. Para ello Giugiaro contaba ya con el proyecto de dos volúmenes definido en cuanto a medidas y motores, con lo que «solo» tenía que dar con un diseño que funcionase además de resultar barato de producir.
La llegada de Leiding (procedente de Audi) a la dirección de Volkswagen, supuso el cambio del tipo de motor al cuatro cilindros que utilizaban los Audi 80 y 100, incluido ya en el nuevo prototipo EA 337. Para el diseño se utilizaron líneas muy angulares, un portón trasero y un amplio interior. Se modificaron ciertos aspectos del modelo por cuestiones financieras y por adecuarlo al mercado americano. Era 10 cm más largo en la parte delantera, montaba faros redondos (más baratos que los rectangulares), el parabrisas estaba más inclinado y las luces traseras eran más cortas.
De entre las limpias líneas del Volkswagen Golf definitivo, además de la parrilla, destacaba el llamativo diseño del pilar C, que también se convirtió en una seña de identidad reconocible del modelo, generación tras generación.
El Volkswagen Golf comenzó a fabricarse el 29 de marzo de 1974 en Wolfsburg, necesitando solo un mes para estar presente en los concesionarios, confirmándose en poco tiempo la aceptación masiva del nuevo modelo. En solo 31 meses el modelo llegó al millón de unidades vendidas, con 6,9 millones de coches vendidos en esta primera generación.
El 25 de junio de 2002 salió de la fábrica de Wolfsburg la unidad 21.517.415 del Golf en su cuarta generación, que superaba al Escarabajo y se convertía en el Volkswagen de mayor producción de la historia, alcanzando el año pasado 36 millones de unidades matriculadas en todo el mundo.
Como curiosidad, el nombre del Golf está inspirado en el deporte, de donde rescata la original forma de la palanca de cambios en una pelota de golf, pero también se pensó en el de la corriente del Golfo, siguiendo con la tradición de la marca de utilizar nombres de vientos. Incluso se pensó en un caballo llamado Golf, cuya imagen era sinónimo de «clase superior, elegancia y fiabilidad».