Toyota GT 86

25 junio, 2012
JUAN ROBREDO

Anticipado hace dos años en el Salón de Tokio a través del FT-86 “concept”, este coupé 2+2 está realizado en colaboración con Subaru, que presentó el suyo (BRZ) el mes pasado, ambos movidos por el clásico 4 cilindros “boxer” de ésta y con tracción trasera.

Bajo la fórmula de un coupé compacto de muy similar diseño para las dos marcas y motor Subaru, que es quien los fabrica en su factoría de Gunma (Japón), están previstas de 80.000 a 100.000 unidades anuales (tres cuartas partes son para Toyota y la cuarta restante para Subaru). Este acuerdo que beneficia más a Subaru y hace más exclusivo a su modelo BRZ, se explica desde que Toyota compró en Subaru parte del capital que tenía GM (un 30%) hace ya más de 4 años. Adquirió entonces casi un 9% de Subaru, ampliando luego su participación al 17%.

El GT 86 con el que Toyota busca recuperar la clientela de su legendario Celica tiene 2,57 m de batalla, sobre una plataforma nueva de medidas bastante contenidas; 4,24 m de largo, 1,78 de ancho y 1,29 de alto. Con una carrocería baja y muy aerodinámica, combina un motor de gasolina boxer, montado en posición longitudinal delantera, junto con la tracción trasera. Un esquema que facilita diseñar un coupé 2+2 ligero (sólo 1.240 kg), con poca inercia y bajo centro de gravedad, lo que le permite unas brillantes prestaciones (226 km/h y 7,6 segundos de 0 a 100 km/h) y un buen comportamiento, con un mínimo de electrónica. Y aunque la funcionalidad no sea su fuerte, cuenta con suficiente maletero para 2 plazas (243 litros), eso sí, a costa de sacrificar la rueda de repuesto.

El desarrollo de ambos ocupes ha sido paralelo, por lo que tanto el motor como el puesto de conductor van lo más abajo y atrás posible, para lograr una distribución del peso muy equilibrada (53/47) gracias a un centro de gravedad de sólo 46 cm de alto. Así se saca el máximo partido a este reparto con una suspensión delantera McPherson y trasera de doble triángulo, con frenos de discos ventilados en las llantas delanteras y traseras (de 17”, con neumáticos nada exagerados de 215/45 R17.

El motor 4 cilindros 2.0 atmosférico es el cl.sico “boxer” de Subaru, mejorado por Toyota en su inyección. Sobre la base del cuatro cilindros opuestos de 1.998 cc (86 x 86 mm), Toyota aplica su tecnología D-4S, con dos inyectores independientes (uno para inyección directa y otro indirecta) y una alta relación de compresión (12,5 a 1), que incrementa potencia y par en un amplio régimen de giro (200 CV a 7.000 rpm y 20,9 mkg de par máximo entre 6.400 a 6.600 rpm para ambas marcas), aunque desde luego la proximidad del régimen de par máximo y el de potencia máxima habla claro de su vocación “racing”, combinada con un cambio manual de 6 velocidades o automático también de seis.

La potencia llega a las ruedas traseras por un diferencial de deslizamiento limitado, para mejorar tracción y agarre en cualquier circunstancia. Además, el ABS y VSC (ESP) se han ajustado para mantener la estabilidad dinámica al límite del rendimiento del vehículo con una mínima interferencia en su conducción. En cuanto al diseño, que Toyota califica de “neofuncional”, el GT 86 presenta dos rasgos clave del nuevo estilo frontal de Toyota, inspirado en el concepto “prioridad inferior”, haciendo hincapié en la mayor toma inferior de aire (no hay parrilla en el cap.), y el enfoque de “imagen potente”, reforzado por el audaz estilo “escorpión” de la rejilla inferior, unido a otros detalles deportivos como las llantas de aleación de 17”, el alerón trasero, los dos tubos de escape y el logotipo de pistón , que destaca el especial carácter de este GT 86 (no en vano las cotas de sus cilindros enfrentados son de 86 x 86 mm).

Destinado a suceder a un modelo tan legendario como el Toyota Celica, cuya primera generación con tracción trasera se remonta a 1971, cuando se lanzó como el “Mustang” japonés, este GT 86 es el último heredero de un legado de 50 años de deportivos Toyota con motor delantero y propulsión trasera, con precedentes como el primer 800 Sports (también con motor “boxer”, pero de 2 cilindros) de 1962, o el 2000 GT de 1965, un coupé con motor 2 litros y seis cilindros en línea, del que sólo se construyeron 337 unidades.

En cuanto a precios, bajo un único acabado y con la única distinción del cambio manual o automático, el nuevo GT 86 sale a la venta en los 30.000 euros esperados, que suben a 33.490 en la versión automática. Las especulaciones acerca de una futura versión de tracción total en vez de sólo trasera no se han disipado del todo (tradición Subaru obliga), aunque limitadas a una posible versión a medio plazo (no antes de 2014) que contaría también con una versión turbo de este mismo “boxer” 2.0 de inyección directa combinada y cuya potencia se situaría en el umbral de los 250/260 CV. Versión que por supuesto, ofrecerían tanto Subaru como Toyota, conmemorando esta última un antecesor tan célebre como lo fue el Celica Turbo 4WD.

En todo caso, por 29.990 euros Toyota ofrece un auténtico coupé deportivo 2+2, con una tecnología puntera propia (inyección mixta directa/indirecta), prestaciones al nivel esperado y un consumo muy aceptable (7,8 lts/100 km, que sorprendentemente bajan a 7,1 en la versión automática, cuando lo habitual es lo contrario). Ofrecido en un nivel único Sport (que incluye de serie detalles como el climatizador dual, entrada y arranque sin llave, faros de xenon, llantas de aleación de 17”, elevalunas y espejos eléctricos, luz de cruce diurna por diodos, 7 airbags (incluido el de rodillas de conductor), etc, con muy pocas opciones (sólo navegador, pintura metalizada y protegida contra arañazos, y la tapicería mixta piel/Alcántara), este Toyota GT 86 representa una oferta auténticamente “racing” de la que hasta ahora carecía la marca nipona, con la novedad añadida de la arquitectura “boxer” de su motor Subaru.

Versiones del modelo: 'Gt86'

Toyota
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Tno. 91 151 33 00
Garantía: 3 años ó 100.000