Seat León: Coche del Año 2021

4 marzo, 2021
M. M.
Cuarta generación de un compacto de éxito

Seat no podría podía permitirse perder el liderazgo que ha venido manteniendo con el León 5 puertas en el mercado español, durante los tres años anteriores a 2020 en el segmento C de los coches compactos. Y decimos los tres años anteriores porque ya, en 2020, la marca española presentó la cuarta generación del modelo, cuyo progreso en todos los niveles ha llevado al constructor de Martorell a alzarse otra vez con la posición de liderazgo en el segmento más disputado de nuestro mercado, ofreciendo dos carrocerías (berlina y Sportstourer, como llama a la versión familiar), movidas por siete motores de combustión, cinco de gasolina y dos diésel, además de un bi-fuel (gasolina y gas natural GNC -metano-) y también una versión electrificada “híbrida enchufable (PHEV)” bautizada como Seat León e-Hybrid, un coche con ganas de agradar y que se lleva la palma de ser el más eficiente de la marca española, a lo que añade su gran comportamiento dinámico.

Pocos modelos hay en el mercado que pueden ofrecer tal variedad de elección al comprador. Además, crece de tamaño su carrocería para aumentar convenientemente su distancia entre ejes, llevándola a 2,69 m, para así mejorar la vida a bordo de sus ocupantes, sobre todo la habitabilidad y el espacio para las piernas de los pasajeros de detrás a un nivel de entre de lo mejor de su segmento. Y los asientos delanteros llaman la atención por sus estudiadas formas anatómicas para recoger el cuerpo. En otro orden de cosas, destacar también su apuesta por la digitalización, sistema multimedia, entornos Android auto y Apple CarPlay, conexiones con el vehículo, etc.

Según lo dicho, más que una evolución Seat ha hecho toda una revolución en su modelo estrella, empezando por la amplitud y la variedad de propulsores que incorpora el nuevo León, dando inicio también a la electrificación del mismo. A lo que se añade el ascenso en la calidad de los materiales utilizados en su interior, con el añadido de un sinfín de detalles tecnológicos como la iluminación, que contribuyen a mejorar la seguridad activa y la conducción, acrecentando el confort. Además, su nuevo diseño le confiere una nueva personalidad que le hace ganar emocionalidad, desde su nuevo frontal bien definido y con b, al portón inclinado que le da un toque deportivo del que también disfruta el Sportstourer. Sus cuatro niveles de acabado, con una acertada relación precio-equipamiento, muy competitivo, ponen el broche final a la concesión del premio al Seat León, como Coche del Año 2021, por nuestro jurado en esta 48 edición de los premios Motor Mundial.

Anatomía de un compacto de éxito

Diseñada y desarrollada para dar continuidad al liderazgo comercial de las tres generaciones anteriores -se vendieron de ellas 2,2 millones de unidades y, en España, fue líder del mercado durante los últimos cuatro años-, Seat puso el foco para el nuevo León en cinco aspectos: diseño, conectividad, eficiencia, dinamismo y seguridad. El León de cuarta generación fue diseñado y desarrollado íntegramente en Martorell (Barcelona), la misma planta que lo fabrica. En su producción es clave la utilización de la plataforma MQB Evo que, por un lado, permitió a Seat ampliar las dimensiones de este modelo.

Así, la longitud alcanza ahora los 4,37 m en el caso de la berlina -8,6 cm más que en la generación anterior- en tanto que anchura y altura varían mucho menos: la primera, disminuye 1,6 cm y la segunda, 0,3. En el caso del familiar, el nuevo Sportstourer mide 4,64 m -19 cm más que el anterior formato familiar-. Esta longitud se incrementa respecto a la berlina, con la misma distancia entre ejes en ambos casos, 27 cm que se trasladan al voladizo trasero para así ampliar la capacidad del maletero. El volumen de ese espacio es de 380 litros en la berlina y de 620 en el familiar. En ambos, la distancia entre ejes, que es de 2,69 m, crece cinco centímetros en relación a sus antecesores y que se trasladan al espacio longitudinal disponible para los ocupantes.

Seat León berlina

Un diseño inconfundible

Diseñado para transmitir valores como la seguridad, elegancia y deportividad, el aspecto del Seat León también busca transmitir una personalidad más marcada combinando curvas y aristas, pero sin perder de vista el componente práctico. De hecho, el coeficiente aerodinámico se mejoró un 8 por ciento respecto a la generación anterior. Buena parte de la caracterización del León recae sobre el frontal, con una parrilla y faros conectados de manera más evidente y que generan un efecto tridimensional. Además, el capó es más largo -sensación que propicia también el retraso de los pilares del parabrisas- y, en la parte trasera, una franja de LED une los dos pilotos dando a este compacto una firma única.
Otro tanto consiguen los faros que incorporan LED en toda la gama con un diseño triangular para la luz diurna o intermitentes dinámicos, función que también se integra en las carcasas de los retrovisores. Desde éstas se emite la luz de bienvenida, con la proyección sobre el suelo de la palabra “¡Hola!«.

Seat León Sportstourer

Los dos primeros acabados, Reference y Style, utilizan lo que Seat denomina faros EcoLED, con hasta 550 lúmenes y 7 diodos; y los dos superiores, Xcellence y FR, los Full LED, con un flujo luminoso para el haz de carretera de 900 lúmenes y 11 diodos por módulo. En ambos casos, emiten una luz fría muy parecida a la del día, con 5.000 grados Kelvin. Aportan la función de «iluminación en curva”.

Adicionalmente, y ya en el habitáculo, los León disponen de una luz ambiental envolvente para la que se puede elegir tanto el tono como su intensidad, adecuando el confort lumínico a los deseos de sus ocupantes. Sin embargo, también queda fijada en función de los modos de conducción o suma funciones ligadas con la seguridad: puede alertar a los pasajeros, junto con señales acústicas, de que los sensores de aparcamiento traseros han detectado que se está acercando un vehículo si un ocupante abre una puerta, por ejemplo. Esta es, por otro lado, una de las ayudas a la conducción novedosas del León.

Otra que también utiliza la iluminación ambiental de la puerta para advertir de peligro es la que detecta a los vehículos que están, por detrás, en los carriles adyacentes cuando se circula, de modo que la luz parpadea si hay riesgo de colisión si se indica cambio de carril. Sin embargo, tanto o más protagonistas del interior del Seat León son las pantallas que se sitúan en un salpicadero que se integra con las puertas. A ello también contribuye en parte la continuidad que da esa iluminación ambiental.

Máxima conectividad como objetivo

Por un lado, domina la parte central la pantalla de 10” que incluye un sistema de control gestual, capaz de reconocer movimientos de la mano cerca de la pantalla, aunque las funciones también pueden manejarse con la voz, con comandos naturales: el sistema se activa con decir “Hola” en dos ocasiones. Así se puede dar órdenes a distintos sistemas como el manejo del equipo de sonido, climatización o navegación.

Aunque la pantalla más grande, y la que dispone del navegador 3D, es la de 10”, la estándar para las funciones multimedia es de 8,25”, ya compatible con teléfonos móviles. Al margen de una y otra, la instrumentación puede contar con una pantalla TFT de alta resolución –Digital Cockpit de 10,25”-, bien opcionalmente, como ocurre con los dos primeros niveles de equipamiento; bien de serie, en los dos más altos. Esta pantalla ofrece tres configuraciones básicas: clásica, digital y dinámica.

La primera de ellas con velocímetro y cuentarrevoluciones; la segunda, trasladando un mapa hasta la pantalla y la tercera, la digital, visualizando velocímetro y cuentarrevoluciones en los laterales, pero dando la posibilidad de la máxima personalización de los contenidos en el centro.
La conexión de las pantalla del salpicadero con los smartphones se puede hacer a través del sistema Full Link, sin que importe el tipo de protocolo que utiliza el teléfono; pero si se trata de Apple CarPlay no es necesario cable: basta Bluetooth o WLAN. Con esas conexiones se pueden llevar hasta el sistema de infoentretenimiento la música o datos de contactos y navegación disponibles en el móvil que, además de con las tomas USB, puede cargarse por inducción con el estándar Qi. Así mismo, esta base amplifica la señal GSM.

La conectividad en el León también se lleva a cabo con una tarjeta SIM integrada que, si bien el futuro permitirá acceder a aplicaciones que se actualicen automáticamente, como en un smartphone, hoy da servicio a funciones como las llamadas de emergencias con geolocalización y aportando datos precisos sobre cada unidad. Esta misma tarjeta usa datos en la nube como información sobre tráfico, aparcamientos o estaciones de servicio y da conexión a emisoras de radio a través de Internet. También, mediante la app Seat Connect en el teléfono se pueden recibir datos del coche referidos a conducción, configurar alertas de velocidad, abrir y cerrar puertas a distancia, etc. Y, si se trata de la versión híbrida enchufable y con la opción e-Manager, gestionar el proceso de carga, programar las horas de conexión o preclimatizar el habitáculo desde ese móvil.

Otras aportaciones tecnológicas

Para hacer la vida cómoda a bordo del León, Seat introduce una serie de mejoras prácticas: el cambio por cable para la caja automática DSG (shift-by-wire), que permite usar una palanca más pequeña y liberar espacio interior; el climatizador que permite ajustar el flujo de aire a zonas concretas, incluso con sensores que hacen que el aire recircule si hay contaminación o malos olores fuera; el enchufe de 230 V o los cuatro USB de tipo C, el portón trasero con Pedal Virtual en el familiar, etc.


Otro aspecto trabajado por Seat en el León es el confort acústico, utilizando materiales fonoabsorbentes en los pilares delanteros o paragolpes, moldura del portón trasero, etc. También en pasos de ruedas o paneles traseros, así como el uso del parabrisas acústico en las versiones diésel. Todo ello raya en un sibaritismo acústico propio de categorías superiores.

Y ya en otro nivel, el de la comodidad, podemos hacer referencia de los acabados, destacando en el Reference los reglajes eléctricos de los retrovisores y el arranque sin necesidad de llave, además de que el climatizador monozonal es de serie, como el freno de estacionamiento eléctrico. En el Style, además, las luces de lectura son con LED, los retrovisores se calefactan y el asiento del conductor tiene ajuste lumbar, mientras que el del acompañante delantero tiene ajuste en altura.
Sin abandonar la comodidad como objetivo, en los Xcellence el climatizador ya es trizonal, se suma la apertura sin llave al equipo de serie y, junto a la iluminación ambiental, se cuenta con ajuste lumbar también para el asiento del pasajero. Por último, en los FR, los asientos son deportivos y los cristales traseros están tintados.

Chasis a altura de los objetivos

En el León la plataforma MQB Evo cuenta con asistencia eléctrica para la dirección, suspensiones McPherson delante y, atrás, con arquitectura de eje torsional con rueda tirada en las versiones de menos de 150 CV, sustituida por un paralelogramo deformable en las de esta potencia o más. Ya disponga de una u otra, siempre es posible contar, en opción con el acabado Xcellence o de serie en el FR, con el control dinámico de chasis (DCC). Este último acabado tiene una configuración específica deportiva.

Independientemente del motor, este DCC permite elegir entre distintos ajustes para la amortiguación -hasta en quince pasos manualmente-, reglajes que pueden variar automáticamente en función de los datos que se reciben de dirección, frenos o acelerador. En los FR, y al estar ligado al DCC, es de serie el selector de modos de conducción, con la disponibilidad de los modos eco, normal y sport ya predefinidos, además del configurable Individual. Este permite adaptar, por separado, el funcionamiento de, al margen de amortiguación, dirección y climatización -con dos ajustes-, control de velocidad -cuatro reglajes- y cambio -tres modos-.

Entre los sistemas de asistencia a la conducción figuran el control de velocidad de crucero adaptativo predictivo, el asistente de emergencia, de viaje, lateral, de salida de aparcamiento o la advertencia de apertura de puertas. El primero de ellos, el control de velocidad, además de con la posición de otros vehículos, trabaja con los datos de navegación o las señales recogidas por la cámara del parabrisas. Con esa información ajusta la velocidad a diferentes situaciones, incluso a las señales de limitación.
Junto con el asistente de salida de carril, que mantiene al León en el centro del carril interviniendo sobre la dirección, puede permitir una conducción autónoma hasta a 210 km/h. Incluso haciendo la maniobra de adelantamiento automáticamente cuando el conductor activa el intermitente. Para que funcione este asistente de carril es necesario que el conductor mantenga una mano en el volante; si no es así, y tras distintos avisos, el coche puede llegar a frenar automáticamente hasta detenerse por completo.

Además de la alerta de salida o el asistente lateral, que usan la iluminación ambiental como modo de advertencia, los León pueden incorporar la alerta de tráfico posterior que detecta a los vehículos que vienen transversalmente cuando se está saliendo de un aparcamiento marcha atrás y, si hay riesgo de colisión, frena automáticamente; también el sistema que avisa o hasta frena si puede darse una situación de atropello de peatones o ciclistas, el de reconocimiento de señales, etc.


Variedad de tecnologías de propulsión a la carta

Una de las cualidades que hacen distinto al León respecto a otros compactos es la posibilidad de seleccionar motores de gasolina, Diesel, gas natural, microhíbridos e híbrido enchufable.

Esta variedad se fundamenta en motores de 3 y 4 cilindros en línea, de inyección directa de combustible y siempre sobrealimentados con turbo, con la caja de cambios manual como estándar -con 5 velocidades en el motor de 90 CV, seis en el resto- en lo que respecta a los motores de combustión de menos potencia; y la DSG de serie en los más, microhíbridos e híbrido, cuando no es alternativa a la anterior, como ocurre en el 2.0 TDI de 150 CV. Este motor es, precisamente con la transmisión DSG, el único de la gama que se puede combinar con la tracción total 4Drive en el caso de que se elija la carrocería Sportstourer.

La gama arranca con dos variantes sobre el bloque de tres cilindros, el 1.0 TSI, con 90 y 110 CV y, respectivamente, un par máximo de 175 y 200 Nm. Son motores de ciclo Miller con un turbo de geometría variable, al igual que el siguiente de la familia: el 1.5 TSI de 130 CV con un par máximo también de 200 Nm, y ya cuatro cilindros.

Tanto en éste, como en la versión del mismo 1.5 TSI de 150 CV y 250 Nm, se integra el sistema de Gestión Activa de Cilindros que desactiva los dos centrales, para reducir el consumo, cuando se acelera poco y se circula en llano o con pendiente a favor. El máximo en potencia en gasolina lo representa el 2.0 TSI de 190 CV, siempre con caja DSG, aún no disponible.
El León también cuenta con versiones microhíbridas de los 1.0 TSI y 1.5 TSI, así mismo, con 110 y 150 CV. Ya con una arquitectura eléctrica de 48 voltios -y etiqueta Eco-, su trabajo facilita la activación temprana del sistema Start-Stop o rodar a “vela”, con el motor apagado en algunas situaciones: estos motores siempre se asocian a la caja DSG.

Por otro lado, existe una versión del motor preparada para utilizar gas natural denominada TGI y con 130 CV, ya sea con caja manual o DSG. Tiene tres tanques de GNC con una capacidad de 17,3 kg que le dan una autonomía de 440 CV, además de conservar otro de gasolina, combustible que actúa como reserva.

En Diesel el caballo de batalla es el 2.0 TDI con doble catalizador SCR. Está presente en la familia León con 115 CV y 300 Nm o 150 CV y 360 Nm. Este es el que puede combinarse con el cambio manual o el DSG y, en ese caso, con tracción delantera o total.

La versión con el sistema de propulsión híbrido se denomina e-Hybrid y tiene una potencia combinada de 204 CV y 350 Nm entre sus dos motores: un 1.4 TSI de 150 CV y 250 Nm y uno eléctrico de 102 CV y 330 Nm. Ambos están ligados a través del cambio automático de seis marchas, a diferencia del resto de León en los que es de siete. Cuenta con una batería de una capacidad total de 13 kWh que se puede recargar mediante conexión a la red eléctrica con una potencia de hasta 3,6 kW. Esta batería concede autonomía para recorrer unos 60 km, lo que la hace merecedora de la etiqueta Cero que entrega la DGT.