En España, todos los vehículos en circulación deben tener contratado un seguro que cubra unas coberturas mínimas por si se ve envuelto en un accidente. Existen varias modalidades de seguro y una gran cantidad de empresas aseguradoras que los ofrecen.
Por diversas razones, cambiar compañía de seguros puede ser interesante cuando pasan los años. Las causas pueden ir desde el precio hasta el estado del vehículo, ya que es posible que las coberturas que se necesitaban en un momento dado sean diferentes a las requeridas en otro.
Este cambio de compañía no es siempre sencillo. La mencionada amplitud de la oferta puede confundir a más de uno, así cómo los requisitos legales para realizar el cambio.
Para empezar, es muy interesante recurrir a un comparador de seguro de coche para encontrar el que mejor se adapta a la situación actual del usuario. Después, solo queda conocer cómo hacer el cambio para que no aparezcan problemas.
Algunas razones para cambiar de compañía
En la actualidad se pueden contratar tres tipos de pólizas diferentes: a terceros, a terceros ampliado y a todo riesgo, esta última dividida entre las que tienen franquicia y las que no.
A la hora de plantearse un cambio de compañía aseguradora suelen pesar aspectos como las coberturas o buscar una mejor atención. En muchas ocasiones, la intención aparece después de haber tenido una mala experiencia con la actitud de la aseguradora, lo que lleva a intentar encontrar otra que cubra las expectativas.
Otro factor muy importante es el precio. La gran oferta existente hace que las compañías lancen ofertas interesantes que, en teoría, van a permitir pagar menos por tener el mismo servicio.
La antigüedad del vehículo es otro aspecto a tener en cuenta cuando se decide cambiar el seguro. Así, es muy frecuente pasar de un todo riesgo sin franquicia, adecuado para coches nuevos, a otra con franquicia o, incluso, a una póliza a terceros ampliada.
Para los que hacen pocos kilómetros
La antigüedad del vehículo no es siempre el único factor para elegir el seguro. Aunque se trate de un coche nuevo o con pocos años, si el uso que se le da es muy escaso, lo más aconsejable es optar por un todo riesgo sin franquicia o una póliza a terceros ampliada.
Otra posibilidad menos conocida para bastante más económica es el seguro de pago por uso. Está indicado para aquellos que solo cogen su coche en contadas ocasiones y que no hacen más de 3 000 kilómetros al año.
Cómo realizar el cambio
Los que quieran cambiar de compañía de seguros deben comenzar por anunciar a su baja a la aseguradora con la que tenga el contrato. Las pólizas de este tipo se renuevan automáticamente cada año y está establecido que la baja debe ser comunicada por escrito un mes antes de que finalice el contrato.
Un aspecto fundamental es calcular que el día en que termina la cobertura con la compañía que se abandona sea exactamente el mismo del inicio del seguro con la nueva. Además de ser ilegal conducir sin estar asegurado, es importante evitar el riesgo de quedar descubierto en caso de que ocurra algún accidente. De igual forma, también hay que tener en cuenta los posibles periodos de carencia.
Comprobar con detenimiento las coberturas que ofrece la nueva aseguradora es otro aspecto que no se debe dejar de lado. Algunas veces, las ofertas son tan atractiva económicamente que no se analizan a fondo las condiciones establecidas.
Como se suele decir, nunca hay que dejar de estudiar la letra pequeña para comprobar, por ejemplo, si el seguro que queremos contratar tiene una franquicia que no interesa o si limita el tipo de talleres a los que se puede acudir.