Neumáticos de invierno, la mejor solución frente a la nieve

22 febrero, 2018
G. ROMERO-REQUEJO M. / J. ROBREDO

La Comisión de Fabricantes de Neumáticos ha puesto en marcha una campaña bajo el nombre “Cambia de hábitos, cambia de neumáticos” para explicar y concienciar de que los neumáticos de invierno son la mejor opción cuando llega el frío.

El reciente temporal de nieve ha puesto de actualidad la importancia de los neumáticos de invierno para la conducción bajo nieve y hielo, frente a soluciones tradicionales como las clásicas cadenas, que por otra parte casi nadie sabe montar correctamente (6 de cada 10 conductores españoles así lo reconocen).

La principal virtud de los neumáticos de invierno se encuentra en sus prestaciones en tiempo muy frío, independientemente de que sea frío seco o húmedo. No es necesario conducir sobre piso nevado o helado para comprobar sus ventajas, porque ya se comportan mejor que los neumáticos de verano a menos de 7º de temperatura, tanto en seco como en mojado, consiguiendo mejores resultados en frenadas, tracción y dirección.

Por eso la Comisión de Fabricantes de Neumáticos ha puesto en marcha una campaña para concienciar de que los neumáticos de invierno son la mejor opción cuando llega el frío. No en vano, la distancia de frenado a 50 km/h sobre una calzada con nieve es 31 metros menos con ruedas de invierno. Y sobre mojado, a 80 km/h, la distancia es 6 metros inferior que con neumáticos convencionales, como pudimos comprobar en una simulación.

A menos de 7º C los neumáticos de invierno sacan ventaja de sus compuestos de goma con sílice, mejor adaptados al frío al ser más blandos y flexibles, y que mejoran su adherencia frente a la de los neumáticos estándar o de verano. El diseño específico de su banda de rodadura, con una escultura más profunda (hasta 3 mm más, normalmente 8,5 mm de profundidad) y con un mayor número de laminillas, les hacen ideales en nieve y barro. De ahí su marcaje M+S (Mud and Snow, barro y nieve en inglés). Y cuando superan los test más rigurosos de homologación invernal, añaden un pictograma que representa una montaña de tres picos con un copo de nieve en su interior, denominado “3PMSF” (de las siglas en inglés de “3 Peaks Mountain Snow Flake”).

Para mostrar estas ventajas, la CFN junto a responsables de la DGT, encabezados por Jaime Moreno, Subdirector de Gestión de la Movilidad, llevaron a cabo una demostración sobre los beneficios del uso de neumáticos de invierno durante la presentación realizada por la CFN el pasado 8 de febrero en la “Snow Zone” de Xanadú, situada en la localidad madrileña de Arroyomolinos. En ella se puso de relieve que los neumáticos de invierno son la elección más inteligente para circular durante los meses fríos del año. A muy bajas temperaturas y sea cual sea el estado del firme -seco, húmedo, con hielo o nieve- resultan la opción más segura y confortable.

José Luis Rodríguez, director del Consorcio Nacional de Industrias del Caucho, en el que se integra la CFN, respaldado por representantes de las cinco marcas que la integran (Bridgestone, Continental, Goodyear/Dunlop, Michelin y Pirelli), defendió el uso de neumáticos de invierno con datos científicos y estadísticos, tanto de sus ventajas técnicas como en favor de la seguridad vial y la movilidad, especialmente en los meses más fríos del año. Y también animó a que se establezca un pictograma más claro que identifique lo que es un neumático de invierno, frente al actual símbolo alpino con la inscripción M+S, además de sugerir actualizar la información de los paneles en las carreteras cuando nieva con la leyenda “uso de cadenas o neumáticos de invierno”.

La presentación incluyó también una demostración práctica de los beneficios de este tipo de neumático en el parque de nieve de Xanadú, acondicionado para reproducir circunstancias invernales de conducción. Los participantes pudimos comprobar las ventajas de los neumáticos de invierno, tanto frente a los de verano en frenadas como frente al uso de cadenas en eventuales situaciones de nieve sobre el asfalto, con una demostración comparativa del comportamiento de los neumáticos de invierno frente a los de verano con cadenas en la pista nevada.

Sus resultados mejoran los del uso de cadenas en neumáticos de verano al poder circular más deprisa y sin los molestos latigazos y vibraciones de la suspensión, constituyendo además una alternativa legal a las mismas cuando estas son obligatorias por las condiciones de la vía. Las pruebas realizadas con neumáticos de invierno tanto en dos como en cuatro ruedas motrices, demostraron la alta capacidad de tracción y direccionabilidad en eslalom sobre nieve, percibiendo algo de deriva como si se circulase por una zona embarrada.

Y recordar, también, las desventajas de tener que montar cadenas en un ambiente invernal (la gran mayoría de los conductores españoles no sabe hacerlo; según una encuesta del Foro de Movilidad promovida por Alphabet).

Pero la pregunta que se plantea el conductor medio es: ¿Compensa tener un juego de neumáticos distinto para las pocas ocasiones en que se producen temporales de nieve en nuestro país? Sin olvidar las cadenas, que siguen siendo una solución válida, sobre todo sobre hielo, y las hay muy fáciles de poner (como las textiles o las mixtas tipo Easy Grip de Michelin…). Y sobre todo, con un nuevo dilema: ¿neumáticos todo tiempo para reemplazar todo el año tanto a los normales de verano como a los específicos de invierno?

El actual neumático de invierno es un invento de hace poco más de tres décadas, nacido como variante del normal pero con un compuesto de goma más blando, que se endurece menos con el frío (a menos de 7º la goma pierde flexibilidad, fenómeno que se acentúa por debajo de 0º). Así, cuando la temperatura desciende de -4º, bajo frío intenso bajo cero (de -5º a -15º, y de ahí en adelante) un caucho más rígido pierde mucho agarre, justo cuando más falta hace por el fácil deslizamiento sobre hielo.

Por ello un neumático más blando y con un dibujo marcado y profundo, con múltiples y finas laminillas (el gran invento del neumático de nieve) “muerde” mejor la nieve y logra más agarre, aunque sin llegar al de los neumáticos de clavos (lo único realmente eficaz sobre hielo duro, y que se siguen usando en zonas muy frías, como Escandinavia, Rusia, Alaska…).

En suma, los neumáticos de invierno en las 4 ruedas permiten rodar sobre nieve y hielo en el 90% de los casos (y para el otro 10%, mejor no circular, salvo con tracción 4×4), sobre todo en la mayoría de los coches actuales de tracción delantera.

Pero no todo son ventajas: si se usan todo el año en países como España con veranos muy calurosos se desgastan muy deprisa. Y a más de 30º de temperatura ambiente y a pleno sol sobre asfalto caliente, se degradan pronto si se rueda rápido, y exigen tomar ciertas precauciones (inflar más duro, etc) si no queremos tener su cubierta lisa tras un viaje largo en autopista. Tampoco agarran tanto en seco ni sus carcasas soportan altos regímenes de giro (la mayoría llevan código de velocidad T -hasta 190 km/h-), y en caliente aumentan la resistencia al avance y con ella el consumo. En suma, salvo que se ruede poco, lo normal aquí es cambiarlos por las ruedas de verano desde el mes de abril, para volver a ponerlos en octubre.

Marcas y modelos.- Para sus usuarios más fieles, hoy hay en el mercado muchos neumáticos de invierno (la familia Alpin de Michelin, ya por su 5ª generación, junto a los Latitude para SUV’s, los Continental WinterContact, los Bridgestone Blizzak, los Dunlop WinterSport -normal y 4D-, los UltraGrip de Goodyear -normal y Performance, con el Ultra Grip Performance Gen-1 como líder de la gama junto al de su marca hermana Dunlop, el Winter Sport 5-, los de Pirelli (Snowcontrol y SottoZero), Scorpion Winter y ahora además el Cinturato Winter, con un curioso marcaje por cierto en su banda con la leyenda “Now Snow” (ahora nieve) que cuando ésta alcanza un determinado grado de desgaste se borra la “W” de “now”, indicando “no snow”, o sea que ya no es apto para un buen agarre sobre nieve), Firestone (Winterhawk), Yokohama (W.Drive),,, sin olvidar los de segundas marcas de las principales (Barum Polaris, de Continental, Klèber Krisalp, de Michelin, Uniroyal MS Plus (Dunlop) , Fulda Kristall (Goodyear), etc.

También se pueden encontrar especialistas en estas cubiertas, como la holandesa Vredestein (Snowtrac), la suiza Sava (Eskimo) o la finlandesa Nokian (WR). Y por si fuera poco, ahora se suman las marcas asiáticas (Toyo, Goodride, Falken, Nankang, Sunny, Kumho, Nexen…), donde destaca sobre todo la coreana Hankook con sus IceBear y Winter, y los nuevos “i*cept evo2.”

 

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