La siguiente generación SUV
Anunciado a mediados del pasado mes de febrero, Mitsubishi presentará en el Salón de Ginebra un nuevo SUV compacto denominado Eclipse Cross, realizado sobre la base del ASX, aunque se situará ligeramente por encima de éste. Llegará a la red de concesionarios de la marca japonesa a finales de año.
Con el apellido “Cross”, este nuevo SUV de Mitsubishi se sitúa entre el ASX y el Outlander, formando el trío de la ofensiva de producto “off road” en Europa. El Mitsubishi Eclipse Cross aspira a convertirse en la variante deportiva del ASX, cuyo bastidor emplea (con su misma batalla de 2,67 m), mezclando rasgos de SUV con un diseño coupé, con una espectacular zaga con luneta partida y una marcada cintura en cuña y su acentuada caída de techo. Con la nueva parrilla que la marca llama “escudo dinámico” (Dynamic Shield), este Eclipse Cross no deja de estar demasiado cerca del ASX (mide 4,41 m de largo, por 1,81 m de ancho y 1,69 m de alto), que es sólo 5 cm más corto, y más lejos del Outlander (4,69 m de largo, casi 20 cm más).
Su estampa general es bastante agresiva; la zaga ofrece los grupos ópticos en una posición bastante alta sobre la moldura que divide horizontalmente la luna trasera. Cuando se iluminan todos los elementos, incluida la luz de freno, se forma una sola barra de luz que desciende hacia los laterales. En el interior abundan los perfiles y
molduras metalizados, con una pantalla multifunción flotante sobre el salpicadero y el mismo volante de los ASX y Outlander. La segunda fila de asientos puede ser deslizante y reclinable, además de plegable por mitades asimétricas, aunque Mitsubishi no especifica en qué versiones.
Sin embargo, el Eclipse Cross se caracteriza por tres ejes diferenciales en torno al diseño, la conectividad y la tecnología. Y en lo que respecta a conectividad, el Eclipse Cross contará con el sistema Smartphone Link Display Audio, “Head Up Display” y pantalla táctil Touchpad. El Smartphone Link Display Audio es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y el conductor puede hacer y recibir llamadas, recibir información del tráfico, leer mensajes de texto y escuchar música. Todas estas funciones se controlan desde la pantalla Touchpad o por órdenes de voz, y el “Head Up Display” muestra en la línea de visión sobre el parabrisas datos tales como la velocidad del vehículo, avisos de seguridad y otras informaciones.
Finalmente, la parte tecnológica se centra en su cadena motriz, con tracción total de serie, la Super All-Wheel Control (S-AWC), que distribuye el par motriz al eje trasero cuando hace falta según las condiciones de la conducción, y que cuenta, entre otras funciones, con control activo del desvío de la dirección, o control activo de deriva Active Yaw Control (AYC), que gestiona por separado el par y fuerza de frenado en cada rueda trasera, para ayudar al vehículo a seguir la trayectoria impuesta por el conductor, sirviéndose de los datos sobre ángulo de la dirección, índice de desvío de ésta, par de la transmisión, fuerza de frenado y la velocidad de giro de la rueda.
En cuanto a motores, este Mitsubishi Eclipse Cross llegará de entrada con sólo dos, un 4 cilindros 1.5 turboalimentado de 160 CV con inyección directa de gasolina y unido a un nuevo cambio automático de 8 marchas con posibilidad de uso secuencial (en modo Sport). Junto a éste se ofrecerá (algo más tarde, hay que decirlo) un turbodiesel 2.2 cuya potencia máxima no se ha comunicado pero que se situará por encima de los 150 CV que da este motor en el ASX (se especula con 180 CV), igualmente unido a un cambio automático de 8 relaciones (pero este por convertidor de par, frente al del 1.5 gasolina que es un CVT que emula esas 8 relaciones). Y ya más tarde (quizá para 2018) la oferta de una versión híbrida enchufable PHEV, pero eso aún está pendiente de confirmación.