Un icono imperecedero
Es ya un icono internacional, según se reconoció en el año 2000 cuando Bibendum, el famoso muñeco de Michelin que ahora cumple 120 años de existencia, fue votado como el mejor icono de marca de todos los tiempos por un jurado de profesionales para el diario británico Financial Times. Y en ese mismo año apareció con un diseño de alta tecnología en 3D, lo que confirmó su puesta al día.
Pero lo más llamativo es que el “Bibendum” de Michelin acaba de cumplir 120 años, lo que le convierte en el logo animado de marca más antiguo del mundo… Su silueta universal fue fruto de la representación humanizada de una pila de neumáticos, algo muy lógico para un icono de la industria del automóvil, y se debió al pincel del humorista gráfico galo Marius Rossillon (más conocido por su alias artístico de “O`Galop”, al galope en francés macarrónico) por encargo expreso de los hermanos André y Edouard Michelin.
Hay que tener presente la calidad del diseño gráfico publicitario a fines del siglo XIX en el país vecino, con protagonistas del mismo de la talla de Toulouse Lautrec. Por ello no es de extrañar que en 1898, el muñeco Michelin fuera la estrella de un sorprendente cartel con el título de “Nunc est bibendum”, en referencia al poema de Horacio que reclama el momento de brindar cuando nos sonríe la fortuna. Y de esa invitación en latín «Ahora es el momento de beber» nació el nombre de la figura que acabaría por encarnar a la marca de neumáticos a escala universal, desde que apareció a tamaño natural (la primera creación de O’Galop era un simple busto) en el “stand” Michelin de la primera edición del Salón del Automóvil de París de 1901.
Pero si O’Galop fue el primero en dar vida al muñeco Michelin, otros grandes nombres de la publicidad y cartelismo gráfico francés también contribuyeron a su fama. Creadores como Hautot, Grand Aigle, Riz, Cousyn y René Vincent, entre otros, también dibujaron a Bibendum bajo diversas figuraciones expresivas, en serio y en broma, apareciendo también en las primeras Guías Michelin. Para uniformizar su imagen y hacerlo más fácil de reconocer, Michelin pronto estandarizó su representación, y desde la década de 1920 empleó a sus propios dibujantes a jornada completa en su Estudio de Diseño. Allí se definió Bibendum a cuerpo entero, su rostro y hasta la cantidad definida de neumáticos para su cuerpo. Poco a poco el muñeco Michelin se convirtió en un icono universal; sonriente y amable, protector y travieso, Bibendum es hoy conocido y reconocido en todo el mundo, bajo su imagen clásica que con muy leves retoques se ha mantenido invariable a lo largo de más de un siglo, desde su adaptación en 3D por ordenador en 2000, a su vuelta a la representación plana en 2017 bajo la nueva identidad visual de la marca, siempre despertando simpatía.