Su primer eléctrico, un SUV
La marca de la estrella se estrena oficialmente en el segmento de los vehículos de «cero emisiones» con el Mercedes EQC 400 4Matic, su primer modelo totalmente eléctrico en formato de SUV grande y que no llegará a nuestro mercado hasta septiembre de 2019.
Anunciada su línea de modelos sólo eléctricos bajo las siglas EQ, su primer representante es este Mercedes EQC 400 4Matic, que se inscribe dentro de la ola de modelos 100% eléctricos, fruto de las presiones administrativas destinadas a tratar de imponerlos en aras de un falso ecologismo, de cara a la sustitución de los actuales motores de combustión.
Se trata de un modelo tipo SUV de 2.425 kg de peso oficial en vacío, realizado a partir de una plataforma tipo “sándwich” con una distancia entre ejes de 2,87 m. Su piso aloja unas baterías de tracción de 650 kg de peso. De dimensiones y aspecto imponente, con silueta similar a las del Mercedes GLC Coupé, aunque lógicamente algo más dimensionado, este Mercedes EQC tiene una longitud de 4,76 m, mide 1,88 de anchura y 1,62 de altura. Por su batalla, la habitabilidad se podría equiparar a la de un GLC, con un maletero de unos 500 litros según la marca (aún no hay datos precisos).
Unas características que siembran dudas
De la función motriz se ocupan dos motores eléctricos asíncronos eATS, uno por eje para garantizar la tracción integral, con una potencia total de 300 kW (408 CV) y un par motor máximo de 78 mkg. La energía la obtiene de una baterías de ion-litio de 80 kW/h de capacidad y 384 celdas, ubicada bajo el piso y producidas por una empresa del grupo alemán denominada Deutsche Accumotive.
Pero no se nos dice la capacidad de carga (que mientras no supere los 60 kW/h seguirá siendo escasa), sólo que la autonomía es de 450 km, aunque lógicamente esta última depende de cuánto pisemos el acelerador. En este sentido la marca comunica un consumo de 22,2 kWh/100 km (adaptado a WLTP), algo elevado si lo comparamos con los los 16 kW/h de eléctricos más avanzados , si bien son más ligeros. De ahí que la autonomía oficial de 450 km haya que cogerla con pinzas, ya que en conducción rápida en autovía no la cumplirá, y sólo quizá la alcance en uso urbano, con frecuentes deceleraciones de recarga. En cuanto a su nivel de prestaciones, comunica 5,1 s hasta alcanzar los 100 km/h desde parado y su velocidad máxima está autolimitada a 180 km/h.
La verdad es que para estos cestos no hacen falta tales mimbres… Si se quieren hacer coches eléctricos realmente competitivos, sean turismos o SUV, hay que plantearse ciertas mínimas condiciones operativas, desde un peso contenido (con el tope máximo en las dos toneladas) a una eficiencia motriz máxima (con consumos en torno a los 15 kW/h y potencias que no deberían superar los 150 kW, para minimizar la refrigeración de las baterías, que aquí obligan a estar refrigeradas por líquido, lo que también consume energía y suma kilos al conjunto total. En fin, la técnica lo logrará algún día…
Con tracción total, este peso y llantas de 19” a 21” como las anunciadas, estamos muy lejos de la pretendida excelencia tecnológica eléctrica. Pero volviendo a este nuevo modelo eléctrico, posee 5 modos de conducción (Comfort, Eco, Max Range, Sport e Individual), además de un pedal del acelerador háptico (emite impulsos para invitar a levantar el pie del mismo) que debería ayudar a mantener un estilo de conducción económico, al igual que el modo Eco, capaz de indicar cuándo es momento de levantar el pie al acercarse a una rotonda, una señal de «Stop» o una limitación de velocidad…
Equipamiento muy tecnológico
Tendrá dos niveles de equipamiento, Electric Art y AMG Line, ambos con faros de diodos Multibeam de serie. El primero está orientado al confort, mientras que el segundo tiene un carácter deportivo, con detalles aerodinámicos, llantas AMG de 20” y 21” de diámetro, etc. El paquete AMG Line incluye pedales de acero inoxidable, volante deportivo achatado firmado por AMG, tapicería mixta en símil de cuero y microfibra, etc…
A nivel tecnológico, el Mercedes EQC podrá contar con el sistema multimedia MBUX (introducido por los nuevos Clase A y Clase B), con el cuadro digital y la pantalla central unidas visualmente (ambas de 10,3 pulgadas cada una), con instrumentación específica para el modelo y datos referidos al estado de carga de las baterías, la autonomía restante o el flujo de la energía, además del asistente de voz «Hey, Mercedes», entre otras cosas. En las ayudas al conductor destacan el control de crucero activo Distronic, el de frenada activa, función de conducción en retenciones, etc…
A nivel confort, el Mercedes EQC ofrece la preclimatización del habitáculo antes de arrancar -y no gastar así la batería para ello-, navegación optimizada con búsqueda de estaciones de recarga o el sistema “Mercedes me Charge” con función integrada de pago en estaciones de recarga.
En lo que se refiere a la recarga (tanto con corriente continua como alterna), este modelo tiene una potencia máxima de recarga de 110 kW, anunciando solo 40 minutos para recargar el 80% de la capacidad y el 100% y en 1,22 horas en estaciones de carga rápida (400 V y 300 A). Con un Wallbox (230 V y 32 A) subimos casi a 11 horas y hasta 46 horas si lo enchufamos en uno doméstico (230 V y 10 A). El cargador de a bordo está refrigerado también por agua y tiene una potencia de 7,4 kW.
En realidad, en lo único en que este EQC resulta novedoso es en su protección de las baterías en caso de choque, diseñando elementos de deformación para absorber la energía de un golpe entre el bastidor y la batería, y un escudo protector en la parte delantera. Además, el sistema de alto voltaje se desconecta automáticamente tras un impacto, de forma definitiva o reversible, según la intensidad del golpe.
Cuando llegue en septiembre de 2019, con un precio que superará con facilidad los 80.000 euros, se encontrará en el mercado con una escasa aunque selecta competencia representada por los Audi e-tron, Jaguar I-Pace y Tesla Model X.
